Colombianos varados en Portugal piden ayuda urgente al Gobierno para regresar
El panorama es complejo para los cinco pasajeros colombianos del crucero Fantasía MSC. El barco los obliga a bajar, pero las autoridades portuguesas no los quieren recibir. En medio de la pandemia, piden con urgencia ayuda de la Cancillería.
redacción internacional
Con el apoyo de sus respectivos países, por lo menos 1.300 personas han logrado desembarcar del Fantasía MSC, un crucero atracado hace una semana en el puerto de Lisboa en Portugal en medio de la pandemia por coronavirus. Pero para cinco colombianos, ahora atrapados en la nave, las noticias no han sido nada positivas. Vea también: ¿Qué está pasando con el coronavirus a nivel mundial?
Por un lado, los responsables de la embarcación los están obligando a bajar de la nave, dándoles como plazo máximo este lunes, 30 de marzo. Por el otro, las autoridades portuguesas se niegan a recibirlos en su territorio a menos de que tengan un tiquete de avión en la mano para regresar a su país de inmediato. Eso de momento es imposible, considerando que los aeropuertos en Colombia están cerrados. Además, para una de las pasajeras el panorama se complica aún más, pues presenta complicaciones para viajar por aire, razón por la cual se dirigió a Europa por mar. Todo esto antes de que la emergencia sanitaria se agravara.
Ver más: Diez cosas que dejó el coronavirus este lunes 30 de marzo
Abril Camila García Chiquillo, de 21 años, viajó a Europa para estudiar un año como parte de un programa de intercambio entre la Universidad del Atlántico y la Universidad de Málaga. Ella tiene hipertensión pulmonar desde los ocho meses, lo que significa que sus pulmones, y por lo tanto su corazón, no soportan un viaje por avión en distancias tan largas como las de un viaje intercontinental. Por ello, se embarcó junto con su madre, Mónica Fernanda Chiquillo, en el Fantasía MSC con el objetivo de llegar a Barcelona y continuar por tierra su camino hasta Málaga para llegar a tiempo a presentarse a sus estudios.
El camino no ha sido nada fácil. Las dos salieron a principios de marzo de Barranquilla con destino a Santos, Brasil, para abordar el barco el día 10 de este mes. El 22 de marzo, cuando la embarcación atracó en Lisboa tras casi dos semanas de viaje, se le solicitó a cada pasajero que tuviera en mano un tiquete para viajar a su país, pues las autoridades portuguesas no les permitirían bajar del navío sin él. Vea también: Los mensajes de los colombianos varados en otros países
Viajar por avión en este momento no es una opción, no solo por que los aeropuertos nacionales están cerrados, sino por las condiciones de salud que presenta la joven. Su tía, Bibiana Chiquillo, dice que la solicitud inicial es que las autoridades de Portugal permitan a los colombianos pasar cuarentena en este país mientras pueden adelantarse las labores de repatriación. En segunda instancia, se pide al gobierno que en lo posible el regreso a Colombia se haga por barco, dadas las condiciones de la joven como paciente oxigeno-dependiente.
“La Embajada de Colombia en Portugal le planteó a mi hermana la opción de un avión ambulancia. Sin embargo, por lo que significa la presión del viaje por aire, los pulmones están en riesgo de inundarse y colapsar. El cardiólogo que consultamos dice que esta sería la última opción y que debería haber un reanimador en el avión en caso de que tocara entubar a mi sobrina. Así que la propuesta es que ellas puedan regresar por barco, por la vía que puede usar Camila”, dice Bibiana Chiquillo.
Según cuenta Chiquillo, su hermana y su sobrina han sido contactadas para tener paciencia en este momento, mientras se adelantan las labores de repatriación. Sin embargo, el barco las presiona mucho para que se bajen, pidiéndoles que saquen sus maletas y haciéndoles comentarios inoportunos y recriminatorios.
“Ellas se encuentran bien de salud. Mi sobrina necesita unos medicamentos permanentes además del oxígeno, algo por lo que también se les ha solicitado ayuda a las autoridades de Portugal. Además de eso, el estado emocional no es el adecuado, están muy asustadas porque no hay una respuesta clara y concreta del gobierno colombiano. Esto se suma a la presión del barco que les exige que se tienen que bajar”, expresa Chiquillo.
Además de las dos mujeres hay otros tres colombianos atrapados dentro de la nave. Dos personas en silla de ruedas y su cuidadora. Según Bibiana Chiquillo, todos están en sus camarotes. Los responsables del barco les enviaron una carta a todos los pasajeros para pedirles que desembarquen como máximo este lunes, por lo que todos le piden al gobierno nacional que a través de su cuerpo diplomático aceleren las labores necesarias para ayudarlos. La otro opción sobre la mesa es que se les permita a todos quedarse en Portugal mientras se reabren las fronteras terrestres para que Camila García y su mamá puedan concluir su trayecto.
Con el apoyo de sus respectivos países, por lo menos 1.300 personas han logrado desembarcar del Fantasía MSC, un crucero atracado hace una semana en el puerto de Lisboa en Portugal en medio de la pandemia por coronavirus. Pero para cinco colombianos, ahora atrapados en la nave, las noticias no han sido nada positivas. Vea también: ¿Qué está pasando con el coronavirus a nivel mundial?
Por un lado, los responsables de la embarcación los están obligando a bajar de la nave, dándoles como plazo máximo este lunes, 30 de marzo. Por el otro, las autoridades portuguesas se niegan a recibirlos en su territorio a menos de que tengan un tiquete de avión en la mano para regresar a su país de inmediato. Eso de momento es imposible, considerando que los aeropuertos en Colombia están cerrados. Además, para una de las pasajeras el panorama se complica aún más, pues presenta complicaciones para viajar por aire, razón por la cual se dirigió a Europa por mar. Todo esto antes de que la emergencia sanitaria se agravara.
Ver más: Diez cosas que dejó el coronavirus este lunes 30 de marzo
Abril Camila García Chiquillo, de 21 años, viajó a Europa para estudiar un año como parte de un programa de intercambio entre la Universidad del Atlántico y la Universidad de Málaga. Ella tiene hipertensión pulmonar desde los ocho meses, lo que significa que sus pulmones, y por lo tanto su corazón, no soportan un viaje por avión en distancias tan largas como las de un viaje intercontinental. Por ello, se embarcó junto con su madre, Mónica Fernanda Chiquillo, en el Fantasía MSC con el objetivo de llegar a Barcelona y continuar por tierra su camino hasta Málaga para llegar a tiempo a presentarse a sus estudios.
El camino no ha sido nada fácil. Las dos salieron a principios de marzo de Barranquilla con destino a Santos, Brasil, para abordar el barco el día 10 de este mes. El 22 de marzo, cuando la embarcación atracó en Lisboa tras casi dos semanas de viaje, se le solicitó a cada pasajero que tuviera en mano un tiquete para viajar a su país, pues las autoridades portuguesas no les permitirían bajar del navío sin él. Vea también: Los mensajes de los colombianos varados en otros países
Viajar por avión en este momento no es una opción, no solo por que los aeropuertos nacionales están cerrados, sino por las condiciones de salud que presenta la joven. Su tía, Bibiana Chiquillo, dice que la solicitud inicial es que las autoridades de Portugal permitan a los colombianos pasar cuarentena en este país mientras pueden adelantarse las labores de repatriación. En segunda instancia, se pide al gobierno que en lo posible el regreso a Colombia se haga por barco, dadas las condiciones de la joven como paciente oxigeno-dependiente.
“La Embajada de Colombia en Portugal le planteó a mi hermana la opción de un avión ambulancia. Sin embargo, por lo que significa la presión del viaje por aire, los pulmones están en riesgo de inundarse y colapsar. El cardiólogo que consultamos dice que esta sería la última opción y que debería haber un reanimador en el avión en caso de que tocara entubar a mi sobrina. Así que la propuesta es que ellas puedan regresar por barco, por la vía que puede usar Camila”, dice Bibiana Chiquillo.
Según cuenta Chiquillo, su hermana y su sobrina han sido contactadas para tener paciencia en este momento, mientras se adelantan las labores de repatriación. Sin embargo, el barco las presiona mucho para que se bajen, pidiéndoles que saquen sus maletas y haciéndoles comentarios inoportunos y recriminatorios.
“Ellas se encuentran bien de salud. Mi sobrina necesita unos medicamentos permanentes además del oxígeno, algo por lo que también se les ha solicitado ayuda a las autoridades de Portugal. Además de eso, el estado emocional no es el adecuado, están muy asustadas porque no hay una respuesta clara y concreta del gobierno colombiano. Esto se suma a la presión del barco que les exige que se tienen que bajar”, expresa Chiquillo.
Además de las dos mujeres hay otros tres colombianos atrapados dentro de la nave. Dos personas en silla de ruedas y su cuidadora. Según Bibiana Chiquillo, todos están en sus camarotes. Los responsables del barco les enviaron una carta a todos los pasajeros para pedirles que desembarquen como máximo este lunes, por lo que todos le piden al gobierno nacional que a través de su cuerpo diplomático aceleren las labores necesarias para ayudarlos. La otro opción sobre la mesa es que se les permita a todos quedarse en Portugal mientras se reabren las fronteras terrestres para que Camila García y su mamá puedan concluir su trayecto.