Condenan a cinco adolescentes racistas a leer libros

Como cuando a alguien le dicen que "vaya y lea" para que se informe y no haga "el oso", de esa misma forma, una jueza en Estados Unidos sentenció a cinco jóvenes a leer para ampliar su visión del mundo. Los adolescentes fueron condenados a leer un libro por mes por haber vandalizado una antigua escuela para afroamericanos en Virginia. Los menores de edad pintaron esvásticas y escribieron mensajes racistas alrededor de la escuela, fundada en 1892 y que estuvo en funcionamiento durante unas seis décadas. 

Los adolescentes fueron detenidos y confesaron el hecho. Uno de ellos dijo que no sabía, en realidad, lo que significa la esvástica. Y por ello la jueza, Avelina Jacob, por solicitud de una fiscal, Alejandra Rueda, condenó a los jóvenes a leer. Los sentenciados pueden elegir sus 12 libros de una lista de 36, que incluye obras de Ernest Hemingway, Chinua Achebe, Khaled Hosseini, Harper Lee y Maya Angelou. Muchos de ellos, libros que fueron prohibidos en su momento, debido a la censura.

Rueda, quien ideó esta sanción, dijo que se inspiró en su madre, una bibliotecaria que, cuando ella era pequeña, le dio un par de libros para que aprendiera sobre el Holocausto. Y esto cambió su vida. La fiscal dijo que estos adolescentes lo que necesitan es "abrir sus ojos a las cosas horribles que la gente ha hecho en el mundo" con base en el género, la raza y la religión de las personas. "Los libros son la mejor manera de combatir eso", sostuvo Rueda, de ascendencia mexicana.

Igualmente, los adolescentes fueron sentenciados a visitar el Museo del Holocausto y el de Historia Americana, ambos en Washington, y a hacer un reporte mensual tanto de las obras que leyeron como de las visitas que realizaron. Otra sentencia -como condenarlos a varias horas de trabajo comunitario- quizás no sería tan efectivo. La pena fue bien recibida por parte de los abogados de los menores de edad que aseguraron que esta pena les va a enseñar las consecuencias de una "broma estúpida". Una pena que bien se le podría imponer a muchas personas en Colombia. 

Como cuando a alguien le dicen que "vaya y lea" para que se informe y no haga "el oso", de esa misma forma, una jueza en Estados Unidos sentenció a cinco jóvenes a leer para ampliar su visión del mundo. Los adolescentes fueron condenados a leer un libro por mes por haber vandalizado una antigua escuela para afroamericanos en Virginia. Los menores de edad pintaron esvásticas y escribieron mensajes racistas alrededor de la escuela, fundada en 1892 y que estuvo en funcionamiento durante unas seis décadas. 

Los adolescentes fueron detenidos y confesaron el hecho. Uno de ellos dijo que no sabía, en realidad, lo que significa la esvástica. Y por ello la jueza, Avelina Jacob, por solicitud de una fiscal, Alejandra Rueda, condenó a los jóvenes a leer. Los sentenciados pueden elegir sus 12 libros de una lista de 36, que incluye obras de Ernest Hemingway, Chinua Achebe, Khaled Hosseini, Harper Lee y Maya Angelou. Muchos de ellos, libros que fueron prohibidos en su momento, debido a la censura.

Rueda, quien ideó esta sanción, dijo que se inspiró en su madre, una bibliotecaria que, cuando ella era pequeña, le dio un par de libros para que aprendiera sobre el Holocausto. Y esto cambió su vida. La fiscal dijo que estos adolescentes lo que necesitan es "abrir sus ojos a las cosas horribles que la gente ha hecho en el mundo" con base en el género, la raza y la religión de las personas. "Los libros son la mejor manera de combatir eso", sostuvo Rueda, de ascendencia mexicana.

Igualmente, los adolescentes fueron sentenciados a visitar el Museo del Holocausto y el de Historia Americana, ambos en Washington, y a hacer un reporte mensual tanto de las obras que leyeron como de las visitas que realizaron. Otra sentencia -como condenarlos a varias horas de trabajo comunitario- quizás no sería tan efectivo. La pena fue bien recibida por parte de los abogados de los menores de edad que aseguraron que esta pena les va a enseñar las consecuencias de una "broma estúpida". Una pena que bien se le podría imponer a muchas personas en Colombia.