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A raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001, los talibanes fueron acusados de refugiar al grupo terrorista al-Qaeda y a su líder, Osama bin Laden. Así comenzaron a aparecer en la primera plana en el mundo.
Como reacción a los atentados terroristas, Estados Unidos lideró una ofensiva militar en suelo afgano en octubre de 2001 (la Operación Libertad Duradera) con la que se derrumbó el régimen talibán.
Después de eso, Estados Unidos se encargó de la “reconstrucción de Afganistán” y apoyó a un nuevo gobierno, el de Hamid Karzai, con el que se establecieron nuevas relaciones. Sin embargo, durante estos 20 años, los talibanes no desaparecieron. Se enfrentaron con las tropas estadounidenses y de la OTAN para recuperar el control, aunque con muy poco éxito, hasta ahora.
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En cuestión de semanas, los talibanes ejecutaron una fuerte y veloz avanzada militar en suelo afgano que tomó por sorpresa a los líderes occidentales. Con dicha ofensiva lograron capturar todas las principales ciudades y provincias afganas. Pero no se puede hablar de Afganistán y la guerra que ha tenido que soportar en los últimos 20 años sin mencionar las otras intervenciones de su pasado. Aquí un breve repaso:
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