Daneses condenados seguirán apoyando a las Farc
Siete miembros de la firma danesa Fighters and Lovers fueron sentenciados a seis meses de prisión por financiar a las Farc con la venta de ropa y otros productos. “El juicio de las camisetas” aún no termina. Los acusados apelaron el fallo ante la Corte Suprema de Justicia e iniciaron una campaña internacional contra las listas de organizaciones terroristas en Europa.
Mónica del Pilar Uribe Marín/ Especial para El EspectadorDinamarca
Ulrik Kohl, miembro de la firma Fighters and Lovers (Guerreros y Amantes) jamás ha empuñado un arma y asegura estar en contra del terrorismo. Sin embargo, él y otros miembros de la compañía venden camisetas, gorras y accesorios con letreros alusivos a las Farc y el Frente Popular para la Liberación de Palestina y envían parte de las ganancias a estos dos grupos ilegales para que puedan montar una emisora de radio y un taller de impresión, respectivamente.
Según un juez de Dinamarca, en un segundo fallo, Fighters and Lovers desafió la ley antiterrorista que prohíbe la solidaridad con movimientos de liberación en el mundo, al vender estas camisetas y enviar donaciones simbólicas a Colombia y Palestina. Ulrik S. kohl y su socio Michael Schølardt fueron condenados, el pasado 18 de septiembre, a seis meses de cárcel y otros cuatro miembros de la firma recibieron penas de entre 60 y 90 días en prisión, aunque con libertad condicional. El primer fallo los había absuelto.
La pena, sin embargo, no se hará efectiva hasta que la Corte decida, en tercera instancia el próximo año, si los miembros de Fighters and Lovers deben ser condenados o absueltos por apoyar el terrorismo. Este es apenas el más reciente episodio del llamado “juicio de las camisetas”. Ulrik Kohl, representante de esta empresa, habló con El Espectador.
¿Por qué en el primer fallo los absuelven y en el segundo no?
Los jueces de la primera instancia tenían un carácter independiente y objetivo. En la segunda había una presión política muy fuerte y los jueces no tuvieron el valor necesario para resistirla.
¿Cómo se manifestó esa presión política?
En el veredicto, estos jueces dijeron que había que dejar fuera de consideración si Colombia era una democracia o no, y sólo mirar las acciones de las Farc. Y con esa lógica, obviamente también serian terroristas los movimientos de resistencia en Europa contra el régimen nazi de Hitler.
¿La Corte afirmó que Farc son terroristas?
Sí, porque existen fatalidades civiles debido a las acciones armadas de las Farc.
¿Opina lo mismo?
Esto no lo negamos, por eso la importancia de que se acabe la guerra. Es necesario el reconocimiento político de la insurgencia, para que haya diálogos y cese la guerra, porque en todos los conflictos hay víctimas civiles.
¿Continuará la solidaridad con las Farc pese al fallo?
Claro, y no solamente de parte de nuestra iniciativa. Otros sectores como la Organización de las Víctimas del Fascismo de la Segunda Guerra o los Sobrevivientes de los Campos de Concentración de los Nazis, entre otros, están apoyando a la insurgencia colombiana. También está Rebelión, otro movimiento de solidaridad, sindicatos daneses muy preocupados porque ven que Colombia es el país donde más se asesinan sindicalistas. Nosotros seguiremos haciendo música, fragancias, gorras, ringtones.
¿Cómo ven la situación en Colombia?
Este año han asesinado a 40 sindicalistas, la práctica —por parte de las Fuerzas Militares— de asesinar a civiles y después presentarlos como guerrilleros muertos en combate, continúa con una cifra que supera los mil asesinatos durante el gobierno de Álvaro Uribe, las injusticias sociales siguen… Entonces va a seguir la solidaridad con los movimientos populares en Colombia.
¿Por qué Fighters and Lovers seleccionó a las Farc para apoyarlas?
Las Farc son uno de los instrumentos creados por el pueblo colombiano para defenderse contra un régimen mafioso. Es la organización sobre la que más se conoce en Escandinavia. Las escogimos como un ejemplo del por qué hay un movimiento insurgente en Colombia. Es totalmente injusto tildar a ese movimiento legítimo de terrorista.
¿Creen en este grupo?
Estamos convencidos de que sus ideales no se han perdido y de que son una parte integral de los esfuerzos heroicos de los pobres de Colombia de cambiar una realidad de miseria y de injusticia en un futuro, con posibilidades de tener una vida digna. Las Farc nacieron hace muchos años para ser una herramienta que lograra ese objetivo. Ha tenido sus altas y sus bajas, pero lo han mantenido; están construyendo comunidad y una sociedad más justa.
¿Justifica la lucha armada?
Si el Gobierno colombiano estuviera dispuesto a una apertura democrática y dejara de asesinar opositores, la lucha armada perdería su sentido. Es precisamente porque en Colombia la democracia es solamente formal y no real, que la lucha armada se justifica.
¿Actos como empleo de bombas o de cilindros de gas no son terrorismo?
Todas las partes tienen la obligación de minimizar el sufrimiento de la población civil y el Gobierno no tiene la mínima intención de hacerlo. No se justifica si la otra parte no asume esa responsabilidad.
¿Han tenido comunicación con las Farc?
Antes de 2002 sí. Los representantes de las Farc llegaban al Parlamento danés a discutir con los partidos políticos, de centro, izquierda y derecha, sobre el conflicto colombiano. En este momento no hay esa posibilidad.
¿Cómo ve los medios en Colombia?
A la gente del exterior que ve las noticias de la televisión colombiana le parece increíble que a una tremenda máquina de estupidización se le quiera llamar noticieros.
¿Qué grupos considera que sí son terroristas?
La CIA es una especie de grupo terrorista, porque su objetivo es crear pánico en la población civil, a través del uso de la violencia, y así lograr sus fines políticos. Pero también es terrorismo volar un avión de pasajeros contra unas torres. No importa quién hizo el atentado contra las Torres Gemelas o en el Metro de Londres, pero para mí eso es terrorismo.
¿Qué opina de la muerte de ‘Raúl Reyes’?
En ninguna guerra se puede matar al facilitador del diálogo. Este asesinato no fue sólo un crimen de guerra y una grave violación a la soberanía de Ecuador. Fue una macabra manera de decir no a la paz.
¿Se están debilitando las Farc?
Mientras existan miles de jóvenes colombianos sin la expectativa de un futuro digno, habrá decenas de miles de reclutas para las guerrillas. Para debilitar al movimiento insurgente hay que resolver las injusticias sociales.
¿Quiénes son Fighters and Lovers?
Fighters and Lovers es una compañía danesa que fabrica ropa, libros y otros accesorios, y realiza actividades de solidaridad inscritas en la moda, la cultura y la política. Nació el 18 de enero de 2006, cuando lanzaron una colección de camisetas en las que se leía “Luce bien y levántate por la libertad”. Sus eventos congregan hasta 500 personas. Pero esta firma va más allá de ser una marca: no cree que las Farc o el Frente Popular para la Liberación de Palestina (Fplp) sean organizaciones terroristas. Sus socios consideran que “luchan por la justicia social y una distribución equitativa de la tierra”. Por eso Fighters and Lovers las apoyan de diferentes maneras: destinan parte de las ganancias de las ventas de sus colecciones de ropa, discos y accesorios a la financiación de una emisora de radio, en Colombia, y un taller de impresión, en Palestina. Recibieron un premio cultural por el derecho a practicar la solidaridad internacional.
Ulrik Kohl, miembro de la firma Fighters and Lovers (Guerreros y Amantes) jamás ha empuñado un arma y asegura estar en contra del terrorismo. Sin embargo, él y otros miembros de la compañía venden camisetas, gorras y accesorios con letreros alusivos a las Farc y el Frente Popular para la Liberación de Palestina y envían parte de las ganancias a estos dos grupos ilegales para que puedan montar una emisora de radio y un taller de impresión, respectivamente.
Según un juez de Dinamarca, en un segundo fallo, Fighters and Lovers desafió la ley antiterrorista que prohíbe la solidaridad con movimientos de liberación en el mundo, al vender estas camisetas y enviar donaciones simbólicas a Colombia y Palestina. Ulrik S. kohl y su socio Michael Schølardt fueron condenados, el pasado 18 de septiembre, a seis meses de cárcel y otros cuatro miembros de la firma recibieron penas de entre 60 y 90 días en prisión, aunque con libertad condicional. El primer fallo los había absuelto.
La pena, sin embargo, no se hará efectiva hasta que la Corte decida, en tercera instancia el próximo año, si los miembros de Fighters and Lovers deben ser condenados o absueltos por apoyar el terrorismo. Este es apenas el más reciente episodio del llamado “juicio de las camisetas”. Ulrik Kohl, representante de esta empresa, habló con El Espectador.
¿Por qué en el primer fallo los absuelven y en el segundo no?
Los jueces de la primera instancia tenían un carácter independiente y objetivo. En la segunda había una presión política muy fuerte y los jueces no tuvieron el valor necesario para resistirla.
¿Cómo se manifestó esa presión política?
En el veredicto, estos jueces dijeron que había que dejar fuera de consideración si Colombia era una democracia o no, y sólo mirar las acciones de las Farc. Y con esa lógica, obviamente también serian terroristas los movimientos de resistencia en Europa contra el régimen nazi de Hitler.
¿La Corte afirmó que Farc son terroristas?
Sí, porque existen fatalidades civiles debido a las acciones armadas de las Farc.
¿Opina lo mismo?
Esto no lo negamos, por eso la importancia de que se acabe la guerra. Es necesario el reconocimiento político de la insurgencia, para que haya diálogos y cese la guerra, porque en todos los conflictos hay víctimas civiles.
¿Continuará la solidaridad con las Farc pese al fallo?
Claro, y no solamente de parte de nuestra iniciativa. Otros sectores como la Organización de las Víctimas del Fascismo de la Segunda Guerra o los Sobrevivientes de los Campos de Concentración de los Nazis, entre otros, están apoyando a la insurgencia colombiana. También está Rebelión, otro movimiento de solidaridad, sindicatos daneses muy preocupados porque ven que Colombia es el país donde más se asesinan sindicalistas. Nosotros seguiremos haciendo música, fragancias, gorras, ringtones.
¿Cómo ven la situación en Colombia?
Este año han asesinado a 40 sindicalistas, la práctica —por parte de las Fuerzas Militares— de asesinar a civiles y después presentarlos como guerrilleros muertos en combate, continúa con una cifra que supera los mil asesinatos durante el gobierno de Álvaro Uribe, las injusticias sociales siguen… Entonces va a seguir la solidaridad con los movimientos populares en Colombia.
¿Por qué Fighters and Lovers seleccionó a las Farc para apoyarlas?
Las Farc son uno de los instrumentos creados por el pueblo colombiano para defenderse contra un régimen mafioso. Es la organización sobre la que más se conoce en Escandinavia. Las escogimos como un ejemplo del por qué hay un movimiento insurgente en Colombia. Es totalmente injusto tildar a ese movimiento legítimo de terrorista.
¿Creen en este grupo?
Estamos convencidos de que sus ideales no se han perdido y de que son una parte integral de los esfuerzos heroicos de los pobres de Colombia de cambiar una realidad de miseria y de injusticia en un futuro, con posibilidades de tener una vida digna. Las Farc nacieron hace muchos años para ser una herramienta que lograra ese objetivo. Ha tenido sus altas y sus bajas, pero lo han mantenido; están construyendo comunidad y una sociedad más justa.
¿Justifica la lucha armada?
Si el Gobierno colombiano estuviera dispuesto a una apertura democrática y dejara de asesinar opositores, la lucha armada perdería su sentido. Es precisamente porque en Colombia la democracia es solamente formal y no real, que la lucha armada se justifica.
¿Actos como empleo de bombas o de cilindros de gas no son terrorismo?
Todas las partes tienen la obligación de minimizar el sufrimiento de la población civil y el Gobierno no tiene la mínima intención de hacerlo. No se justifica si la otra parte no asume esa responsabilidad.
¿Han tenido comunicación con las Farc?
Antes de 2002 sí. Los representantes de las Farc llegaban al Parlamento danés a discutir con los partidos políticos, de centro, izquierda y derecha, sobre el conflicto colombiano. En este momento no hay esa posibilidad.
¿Cómo ve los medios en Colombia?
A la gente del exterior que ve las noticias de la televisión colombiana le parece increíble que a una tremenda máquina de estupidización se le quiera llamar noticieros.
¿Qué grupos considera que sí son terroristas?
La CIA es una especie de grupo terrorista, porque su objetivo es crear pánico en la población civil, a través del uso de la violencia, y así lograr sus fines políticos. Pero también es terrorismo volar un avión de pasajeros contra unas torres. No importa quién hizo el atentado contra las Torres Gemelas o en el Metro de Londres, pero para mí eso es terrorismo.
¿Qué opina de la muerte de ‘Raúl Reyes’?
En ninguna guerra se puede matar al facilitador del diálogo. Este asesinato no fue sólo un crimen de guerra y una grave violación a la soberanía de Ecuador. Fue una macabra manera de decir no a la paz.
¿Se están debilitando las Farc?
Mientras existan miles de jóvenes colombianos sin la expectativa de un futuro digno, habrá decenas de miles de reclutas para las guerrillas. Para debilitar al movimiento insurgente hay que resolver las injusticias sociales.
¿Quiénes son Fighters and Lovers?
Fighters and Lovers es una compañía danesa que fabrica ropa, libros y otros accesorios, y realiza actividades de solidaridad inscritas en la moda, la cultura y la política. Nació el 18 de enero de 2006, cuando lanzaron una colección de camisetas en las que se leía “Luce bien y levántate por la libertad”. Sus eventos congregan hasta 500 personas. Pero esta firma va más allá de ser una marca: no cree que las Farc o el Frente Popular para la Liberación de Palestina (Fplp) sean organizaciones terroristas. Sus socios consideran que “luchan por la justicia social y una distribución equitativa de la tierra”. Por eso Fighters and Lovers las apoyan de diferentes maneras: destinan parte de las ganancias de las ventas de sus colecciones de ropa, discos y accesorios a la financiación de una emisora de radio, en Colombia, y un taller de impresión, en Palestina. Recibieron un premio cultural por el derecho a practicar la solidaridad internacional.