Denuncian agresión armada de guardacostas libios contra migrantes en el mar
Los hechos ocurrieron en aguas del Mediterráneo central, cuando una patera “en apuros” cargada con alrededor de un centenar de inmigrantes fue presuntamente interceptada por un barco con hombres armados, según Médicos Sin Fronteras.
La embarcación Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF) salvó el jueves a unos 70 inmigrantes que habían caído de su patera al agua en el Mediterráneo central tras ser interceptados por una lancha con guardacostas libios armados, que se llevó a 29 mujeres y niños, según ha denunciado la ONG.
"Este comportamiento agresivo e irresponsable por parte de un barco con hombres armados a bordo es inaceptable y pone en peligro la vida de muchas personas y separa enteros núcleos familiares", alertó la organización humanitaria en un comunicado.
MSF difundió una grabación que muestra el rescate de decenas de personas que habían acabado en el agua, un total de 70 hombres y menores no acompañados.
Los hechos ocurrieron en aguas del Mediterráneo central, cuando una patera "en apuros" cargada con alrededor de un centenar de inmigrantes fue presuntamente interceptada por un barco con hombres armados, según pudo atestiguar la ONG.
Estos hombres, que se declararon pertenecientes a la Guardia Costera de Libia, el país norteafricano del que zarpan muchos de los inmigrantes que ponen rumbo a Italia, montaron en su embarcación a 29 personas, únicamente mujeres y niños, para llevárselos.
El resto, un total de 83 hombres y menores no acompañados, fueron dejados en la patera en apuros y, de ellos, más de 70 acabaron cayendo al agua por las amenazas e incluso disparos al aire de los libios.
El equipo de MSF se personó en el lugar y pudo rescatar a todas las personas en el agua, mientras la otra nave se alejaba con las 29 mujeres y niños.
"Los supervivientes han contado que 29 mujeres y niños han sido interceptados bajo la amenaza de las armas antes de nuestra llegada. Los hombres armados han amenazado a las personas en la patera, han disparado al aire y al agua, haciendo saltar a 70 personas al mar", explicó la responsable de rescate del Geo Barents, Fulvia Conte,
Un inmigrante, cuya mujer e hijos han sido repatriados por la fuerza a Libia, ha referido que los guardacostas llegaron incluso a golpearles con la culata de sus fusiles y a robarles los teléfonos y el dinero que llevaban consigo.
Los 83 inmigrantes acogidos en la Geo Barents están en estado de "desesperación" porque sus familiares, esas mujeres y niños, "han sido devueltas por la fuerza a Libia", un país donde se perpetran conocidas y documentadas violaciones de los derechos humanos.
MSF ha contactado al centro de coordinación de Libia pero, tras unas "largas negociaciones", la situación ha seguido igual: los hombres y menores solos en la Geo Barents y las mujeres y niños devueltos presumiblemente a Libia.
"Los supervivientes están ansiosos y profundamente preocupadas por la suerte de sus familiares, que han sido agredidos y amenazados con armas y deberán afrontar de nuevo el ciclo de la violencia, la detención, el abuso y la extorsión", informa la organización.
Tras este rescate, la nave Geo Barents tomó rumbo al puerto italiano de Brindisi (sur) para el desembarco.
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La embarcación Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF) salvó el jueves a unos 70 inmigrantes que habían caído de su patera al agua en el Mediterráneo central tras ser interceptados por una lancha con guardacostas libios armados, que se llevó a 29 mujeres y niños, según ha denunciado la ONG.
"Este comportamiento agresivo e irresponsable por parte de un barco con hombres armados a bordo es inaceptable y pone en peligro la vida de muchas personas y separa enteros núcleos familiares", alertó la organización humanitaria en un comunicado.
MSF difundió una grabación que muestra el rescate de decenas de personas que habían acabado en el agua, un total de 70 hombres y menores no acompañados.
Los hechos ocurrieron en aguas del Mediterráneo central, cuando una patera "en apuros" cargada con alrededor de un centenar de inmigrantes fue presuntamente interceptada por un barco con hombres armados, según pudo atestiguar la ONG.
Estos hombres, que se declararon pertenecientes a la Guardia Costera de Libia, el país norteafricano del que zarpan muchos de los inmigrantes que ponen rumbo a Italia, montaron en su embarcación a 29 personas, únicamente mujeres y niños, para llevárselos.
El resto, un total de 83 hombres y menores no acompañados, fueron dejados en la patera en apuros y, de ellos, más de 70 acabaron cayendo al agua por las amenazas e incluso disparos al aire de los libios.
El equipo de MSF se personó en el lugar y pudo rescatar a todas las personas en el agua, mientras la otra nave se alejaba con las 29 mujeres y niños.
"Los supervivientes han contado que 29 mujeres y niños han sido interceptados bajo la amenaza de las armas antes de nuestra llegada. Los hombres armados han amenazado a las personas en la patera, han disparado al aire y al agua, haciendo saltar a 70 personas al mar", explicó la responsable de rescate del Geo Barents, Fulvia Conte,
Un inmigrante, cuya mujer e hijos han sido repatriados por la fuerza a Libia, ha referido que los guardacostas llegaron incluso a golpearles con la culata de sus fusiles y a robarles los teléfonos y el dinero que llevaban consigo.
Los 83 inmigrantes acogidos en la Geo Barents están en estado de "desesperación" porque sus familiares, esas mujeres y niños, "han sido devueltas por la fuerza a Libia", un país donde se perpetran conocidas y documentadas violaciones de los derechos humanos.
MSF ha contactado al centro de coordinación de Libia pero, tras unas "largas negociaciones", la situación ha seguido igual: los hombres y menores solos en la Geo Barents y las mujeres y niños devueltos presumiblemente a Libia.
"Los supervivientes están ansiosos y profundamente preocupadas por la suerte de sus familiares, que han sido agredidos y amenazados con armas y deberán afrontar de nuevo el ciclo de la violencia, la detención, el abuso y la extorsión", informa la organización.
Tras este rescate, la nave Geo Barents tomó rumbo al puerto italiano de Brindisi (sur) para el desembarco.
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