Desde Medellín hasta Singapur: la huella de Fernando Botero por el mundo
Un repaso a las ciudades en las que se encuentran instaladas las obras del célebre artista colombiano, quien falleció este viernes a los 91 años en Mónaco.
Lo que comenzó para Fernando Botero como un pasatiempo, dibujando toros en los cuadernos del colegio en Medellín, se convirtió en un oficio y terminó con las obras del escultor colombiano dispersas por todo el planeta con esculturas instaladas en América, Europa, Asia y Medio Oriente.
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Fernando Botero falleció este viernes a los 91 años en su residencia en Mónaco por complicaciones derivadas de una pulmonía, como confirmó su familia en diferentes medios de comunicación.
El escultor nació en Medellín en 1932, ciudad a la que llegaran sus padres provenientes de El Retiro, en Antioquia, y en la que se encuentra ubicada la icónica Plaza de Botero en el centro de Medellín, en donde reposan 23 esculturas donadas por el artista. Contiguo a la plaza se encuentra el Museo de Antioquia, en donde se encuentran más obras cedidas por Botero.
También en Colombia, en Cartagena, se encuentra la Figura reclinada 92, conocida popularmente en Cartagena como “La gorda Gertrudis”, que reposa en la plaza de Santo Domingo, mismo sitio en el que está construida la iglesia del mismo patrono.
España es uno de los países que ha dado gran acogida a la obra de Botero. Sus obras han sido expuestas en diferentes museos, incluido el Museo de Bellas Artes de Bilbao, y ciudades como Madrid, La Coruña, Oviedo y Barcelona cuentan con esculturas donadas por el artista.
Madrid alberga la Mujer con Espejo en la calle Génova, el Rapto de Europa, en Aeropuerto Barajas; y La Mano, que es de propiedad de la Fundación Telefónica y reposa en el paseo de la Castellana.
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Barcelona cuenta en el barrio el Raval, uno de los barrios más antiguos de la ciudad, con uno de los gatos de Botero, que fue adquirido por el ayuntamiento de la ciudad en 1997. Por otro lado, uno de los caballos esculpidos por el artista colombiano está instalado en el aeropuerto del Prat, dando la bienvenida y despidiendo a los viajeros.
Otro de los caballos de Botero reposa al otro lado del mundo, frente al imponente rascacielos Burj Khalifa de Dubai. Allí, al rayo del sol, el equino esculpido en bronce hace parte del paisaje junto al inmenso edificio. Una mujer reclinada de su autoría fue expuesta en Dubai durante la Expo 2020 en el Pabellón de Colombia.
También al otro lado del mundo, en Singapur, está instalado junto al río de la ciudad uno de los pájaros que esculpió Botero. Una obra parte de la serie de las aves que grabó el artista, otras se encuentran en Medellín o Florencia, Italia. También cabe en esta colección la paloma de la paz, obra que ha sido instalada y retirada varias veces de la Casa de Nariño, en la presidencia de Colombia.
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Pietrasanta, municipio en Italia en el que también vivió Botero y en la que será enterrado junto al cuerpo de la que fuera su esposa, la también artista Sofía Vari, cuenta con una escultura en bronce de un guerrero con escudo y lanza en mano.
Otras obras de Fernando Botero yacen instaladas en Buenos Aires, Londres, Lisboa, y Liechtenstein, entre otras.
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También en Colombia, en Cartagena, se encuentra la Figura reclinada 92, conocida popularmente en Cartagena como “La gorda Gertrudis”, que reposa en la plaza de Santo Domingo, mismo sitio en el que está construida la iglesia del mismo patrono.
España es uno de los países que ha dado gran acogida a la obra de Botero. Sus obras han sido expuestas en diferentes museos, incluido el Museo de Bellas Artes de Bilbao, y ciudades como Madrid, La Coruña, Oviedo y Barcelona cuentan con esculturas donadas por el artista.
Madrid alberga la Mujer con Espejo en la calle Génova, el Rapto de Europa, en Aeropuerto Barajas; y La Mano, que es de propiedad de la Fundación Telefónica y reposa en el paseo de la Castellana.
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Barcelona cuenta en el barrio el Raval, uno de los barrios más antiguos de la ciudad, con uno de los gatos de Botero, que fue adquirido por el ayuntamiento de la ciudad en 1997. Por otro lado, uno de los caballos esculpidos por el artista colombiano está instalado en el aeropuerto del Prat, dando la bienvenida y despidiendo a los viajeros.
Otro de los caballos de Botero reposa al otro lado del mundo, frente al imponente rascacielos Burj Khalifa de Dubai. Allí, al rayo del sol, el equino esculpido en bronce hace parte del paisaje junto al inmenso edificio. Una mujer reclinada de su autoría fue expuesta en Dubai durante la Expo 2020 en el Pabellón de Colombia.
También al otro lado del mundo, en Singapur, está instalado junto al río de la ciudad uno de los pájaros que esculpió Botero. Una obra parte de la serie de las aves que grabó el artista, otras se encuentran en Medellín o Florencia, Italia. También cabe en esta colección la paloma de la paz, obra que ha sido instalada y retirada varias veces de la Casa de Nariño, en la presidencia de Colombia.
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