Diego Salazar, el acusado de liderar la red fantasma que saqueó PDVSA
El Ministerio Público de Venezuela señaló a Diego Salazar, primo del expresidente de la estatal Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, como la cabeza de una red de empresas de papel que se encargó de desfalcar a la joya de la corona venezolana.
A través de una red de empresas fantasma, un grupo de exministros del Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela habría saqueado a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), según señaló el viernes el Ministerio Público de Venezuela. La cabeza de la operación sería Diego Salazar, primo y socio de Rafael Ramírez, expresidente de la petrolera.
Salazar, según el Gobierno de Nicolás Maduro, formó una red entre 2004 y 2016 que contenía 28 propiedades en las que se blanqueaba capital de la estatal petrolera, se cobraron comisiones y sobornos por la adjudicación de contratos de PDVSA a compañías chinas y se ocultó la adquisición de otras propiedades. Es la primera vez que el Ministerio Público pone nombre y apellido a la cabeza de esta operación, luego de un proceso de investigación que ya completa tres años.
La cruzada de Maduro para investigar la corrupción en la estatal está llena de controversias. Según denuncia Ramírez, el mandatario chavista solo está buscando enlodar a su primo para “golpearlo” a él, y añade que Salazar solo es un hombre que se dedicó a la venta de seguros. El Ministerio Público no piensa lo mismo, y ha acusado a Salazar de haber ayudado a blanquear más de 2.000 millones de euros saqueados de la estatal por un círculo de funcionarios corruptos.
A través de transferencias invisibles hechas por medio de 37 cuentas corrientes, el dinero habría viajado por empresas de papel hasta Andorra en Europa, donde permaneció blindado por los secretos bancarios, y luego continuó su camino hasta llegar a los paraísos fiscales de Belice, Panamá e Islas Vírgenes.
La red fantasma aseguraba a los bancos que el dinero provenía de honorarios obtenidos por el asesoramiento de empresas, para saltarse los controles por evasión fiscal, pero las investigaciones muestran que tales asesorías nunca existieron y que PDVSA pagó cifras millonarias a esta red de empresas por informes que en algunos casos no superan una página y media de extensión.
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La paupérrima gestión de PDVSA en la última década y la corrupción que había dentro de la empresa terminó por hundir a la estatal, de la cual depende en gran medida el gobierno venezolano. En los últimos meses, asediada por las sanciones estadounidenses y por el mal manejo del Estado, PDVSA ha acelerado su declive.
La producción de petróleo en Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo del mundo, ha caído a un mínimo no visto desde hace 75 años, al tiempo que las sanciones de Estados Unidos continúan paralizando las exportaciones del país.
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Según la agencia Bloomberg, la compañía petrolera estatal venezolana, Petróleos de Venezuela SA, redujo sus estimaciones de producción a 374.000 barriles por día a partir del miércoles, según un documento visto por Bloomberg (menos de la mitad de la producción colombiana).
Se trata de un nivel sin precedentes desde 1945. Su caída es el resultado de las sanciones de Estados Unidos que han ahuyentado a la mayoría de los compradores internacionales del crudo venezolano, lo que ha ocasionado un exceso de almacenamiento que ha obligado a cerrar campos en todo el país.
La estimación de producción de PDVSA es un 57% menor que la producción planificada, según el documento. La proyección, que tiene en cuenta los registros de rendimiento de los pozos petroleros, también es un marcado contraste con la producción de 550.000 barriles por día informada por fuentes secundarias a la OPEP en mayo.
A través de una red de empresas fantasma, un grupo de exministros del Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela habría saqueado a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), según señaló el viernes el Ministerio Público de Venezuela. La cabeza de la operación sería Diego Salazar, primo y socio de Rafael Ramírez, expresidente de la petrolera.
Salazar, según el Gobierno de Nicolás Maduro, formó una red entre 2004 y 2016 que contenía 28 propiedades en las que se blanqueaba capital de la estatal petrolera, se cobraron comisiones y sobornos por la adjudicación de contratos de PDVSA a compañías chinas y se ocultó la adquisición de otras propiedades. Es la primera vez que el Ministerio Público pone nombre y apellido a la cabeza de esta operación, luego de un proceso de investigación que ya completa tres años.
La cruzada de Maduro para investigar la corrupción en la estatal está llena de controversias. Según denuncia Ramírez, el mandatario chavista solo está buscando enlodar a su primo para “golpearlo” a él, y añade que Salazar solo es un hombre que se dedicó a la venta de seguros. El Ministerio Público no piensa lo mismo, y ha acusado a Salazar de haber ayudado a blanquear más de 2.000 millones de euros saqueados de la estatal por un círculo de funcionarios corruptos.
A través de transferencias invisibles hechas por medio de 37 cuentas corrientes, el dinero habría viajado por empresas de papel hasta Andorra en Europa, donde permaneció blindado por los secretos bancarios, y luego continuó su camino hasta llegar a los paraísos fiscales de Belice, Panamá e Islas Vírgenes.
La red fantasma aseguraba a los bancos que el dinero provenía de honorarios obtenidos por el asesoramiento de empresas, para saltarse los controles por evasión fiscal, pero las investigaciones muestran que tales asesorías nunca existieron y que PDVSA pagó cifras millonarias a esta red de empresas por informes que en algunos casos no superan una página y media de extensión.
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Según la agencia Bloomberg, la compañía petrolera estatal venezolana, Petróleos de Venezuela SA, redujo sus estimaciones de producción a 374.000 barriles por día a partir del miércoles, según un documento visto por Bloomberg (menos de la mitad de la producción colombiana).
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La estimación de producción de PDVSA es un 57% menor que la producción planificada, según el documento. La proyección, que tiene en cuenta los registros de rendimiento de los pozos petroleros, también es un marcado contraste con la producción de 550.000 barriles por día informada por fuentes secundarias a la OPEP en mayo.