Donald Trump pierde a su abogado y está a un paso de ser interrogado

"La investigación de Muller nunca debería haber comenzado, ya que no hubo colusión y no hubo delito", escribió Trump sobre las pesquisas en su contra.

AFP / EFE /Redacción Internacional
22 de marzo de 2018 - 10:43 p. m.
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El principal abogado del equipo legal del presidente Donald Trump, John Dowd, renunció el jueves. La salida de Dowd, de 77 años, viene en medio de la creciente presión del fiscal especial Robert Mueller, quien intenta establecer si la campaña presidencial del mandatario recibió apoyo de Rusia.

Trump ha calificado las pesquisas como una como una "caza de brujas", lo que ha suscitado dudas sobre si el presidente está interfiriendo con la investigación. Por su parte, se sabe que Muller está en conversaciones para coordinar una entrevista con el presidente, quien dijo estar dispuesto a testificar en un acto en el que anunció la imposición de aranceles a China por valor de "60.000 millones de dólares" anuales por violaciones a la propiedad intelectual de EE.UU.

La salida de Dowd viene justo después de una de sus declaraciones por el despido del vice director del FBI, Andrew McAbe. Para Dowd, la salida de McAbe debía poner fin a la investigación en contra del presidente a la que calificó de "manipulada" y basada en pruebas "fraudelentas y corruptas".

Horas después, Dowd se retractó, diciendo que estaba hablando a título personal y no por el presidente.

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Tras la salida de Dowd, la expectativa está puesta en la cita que el fiscal Muller podría tener con el presidente, una posibilidad que, según medios locales ya planteó durante una reunión a finales con dos abogados del president: el saliente John Dowd y Jay Sekulow.

A pesar de los acercamientos, el equipo legal de la Casa Blanca estaría dividido sobre la posibilidad de colaborar con los con los investigadores de Muller.

En un ataque por Twitter durante el fin de semana, Trump enfrentó directamente a Muller, "La investigación de Muller nunca debería haber comenzado, ya que no hubo colusión y no hubo delito", escribió Trump.

El presidente acusó al equipo del fiscal especial de estar integrado por "demócratas endurecidos" y afectado por "enormes conflictos de interés".

En respuesta, varios líderes del Congreso advirtieron a Trump que no debía destituir a Mueller, con el senador Lindsey Graham señalando que ello "podría ser el comienzo del fin de su presidencia".

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Previamente, Trump había considerado "improbable" que Mueller le pidiera testificar, pues según él "no hubo conspiración" entre el Kremlin y su equipo de campaña para perjudicar en las elecciones de 2016 a su rival demócrata, Hillary Clinton.

Según los medios, el interrogatorio se centraría probablemente en una serie limitada de preguntas con parámetros muy claros porque los abogados de Trump no se sienten cómodos con un formulario de preguntas abiertas.

Por AFP / EFE /Redacción Internacional

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