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Es una noticia de página entera del diario Metro y de primer orden en la mayoría de los que circulan este viernes en París.
Se trata de Juan Pablo Gutiérrez, un joven fotógrafo colombiano que reside en la capital francesa y que esta semana fue agredido en la calle por un grupo desconocido. Con el agravante de que al ir a denunciar el ataque a una comisaría de policía, fue recibido con más insultos y golpes por los oficiales que lo atendieron.
“Cierre la jetica, latino, o se la cierro yo”, le habría dicho uno de los policías luego de haberlo golpeado. Dos exámenes médicos le dan a Gutiérrez una pérdida de audición del 40% por cuenta de la golpiza.
El fotógrafo colombiano se había presentado con su obra Nous sommes mal élevés a la exposición “Living Alive”, que la Alcaldía del suburbio parisino de Vincennes organizó como homenaje a los 40 años de la Universidad de París-Vincennes. Sin embargo, su propuesta fue censurada por los organizadores del concurso, pues llevaba implícitas imágenes polémicas de figuras como el Papa y el presidente francés, Nicolás Sarkozy. La historia de esta polémica fue narrada en El Espectador en su pasada edición dominical.
Aunque es improbable que la golpiza y su denuncia de censura estén relacionadas, las posibles motivaciones racistas del caso lo convierten en un nuevo capítulo de las acciones xenofóbicas que han tenido lugar recientemente en Europa.