Pedro Sánchez se reunió con el primer ministro de Irak, Mohamed Shia Al Sudani, así como con el presidente kurdo Abdul Latif Rashid, y aseguró que España sigue con el compromiso frente a la seguridad del país asiático y que las tropas españolas continuarán apoyando “su unidad, soberanía y estabilidad”, siempre y cuando sea una petición de las autoridades iraquíes. Durante esta visita, según recopiló el diario El País, el presidente del Gobierno español destacó el hecho de que, desde mayo pasado, el teniente general José Antonio Agüero Martínez esté al frente de la misión de la OTAN en Bagdad.
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Esta es la primera vez en 20 años que un dirigente español visita Irak. De hecho, el último en hacerlo fue José María Aznar, en diciembre de 2003, nueve meses después de la invasión de Estados Unidos, respaldada por esa administración. Un año después, en 2004, se ordenó la retirada de las tropas. Sin embargo, los militares españoles regresaron una década más tarde, en 2015, con el propósito de apoyar al Ejército iraquí en su lucha contra el Estado islámico.
Según los reportes de la prensa, España cuenta con 362 militares en Irak, de los cuales 183 están integrados en la misión de la OTAN, que asesora a los Ministerios de Defensa e Interior, y otros 179 hacen parte de la operación Inherent Resolve (Resolución Inherente), dirigida por el Mando Central de Estados Unidos, que forma a las fuerzas antiterroristas iraquíes.
Si antes la preocupación era, precisamente, el Estado islámico, ahora, en medio de las tensiones provocadas por el ataque de Hamás en contra de Israel y los temores de que el conflicto se extienda por la región de Oriente Medio, pues ya se han desatado enfrentamientos en la frontera con el Líbano, donde Hezbolá es cercano al movimiento islamista palestino y ambos son cercanos a Irán, la atención está concentrada en las milicias proiraníes, integradas en el propio Ejército.
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En medio de ello, en la declaración final que España e Irak suscribieron, quedó establecido que Bagdad “se compromete a garantizar que las actividades de las fuerzas internacionales que apoyan al Gobierno iraquí, a solicitud suya, y que benefician al pueblo iraquí y a la comunidad internacional, se lleven a cabo en un entorno seguro”.
Durante su visita, Sánchez llegó hasta la base Union III, donde fue recibido por Agüero y todo su Estado Mayor. En un encuentro con más de 300 soldados españoles, desplegados en el marco de la coalición internacional antiyihadista y de la misión de la OTAN, comentó: “En Irak, España ha demostrado, desde hace ya muchos años, nuestro sólido compromiso con algo que parece que está poniéndose en duda y en cuestión durante estos últimos años: el multilateralismo”.
El jefe del Gobierno español, subrayó, además, el interés de las empresas españolas por hacer negocios en Irak y por ello viajó con media docena de directivos de empresas como Navatia, Indra, Escribano, Mathia, Copasa o Novargi. Al respecto, Sudani indicó que Irak tomará “medidas preferentes en favor de empresas españolas” que quieran operar en el país, según la agencia oficial iraquí de noticias, INA.
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