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Reunidos en los márgenes de la Asamblea General de la ONU, los cancilleres de 11 países americanos se mostraron favorables a usar "medidas económicas y políticas contra Maduro, sin el uso de la fuerza, con el fin de restablecer el orden constitucional y democrático en Venezuela". En concreto, los países involucrados son Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú. Al grupo se suma la comisión venezolana del líder opositor Juan Guaidó.
EE.UU., que no forma parte del Grupo de Lima, prometió por su parte que va a seguir ampliando sus sanciones e hizo un llamamiento al resto de la comunidad internacional a hacer lo mismo. "Necesitamos más presión aún, más sanciones y ustedes verán más sanciones por parte de Estados Unidos", dijo a los periodistas el enviado estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams, tras participar en la reunión.
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En el comunicado, el Grupo de Lima señaló: "Rechazamos los reiterados y sucesivos bloqueos del régimen ilegítimo y dictatorial de Nicolás Maduro a los procesos de negociación con las fuerzas democráticas y la Asamblea Nacional de Venezuela para alcanzar una salida política a la grave crisis que padece dicho país, mediante la realización de elecciones generales libres, justas y transparentes, con observación internacional".
Aunque no se refirieron a las fotos publicadas hace unas semanas en las que se ve a Guaidó en compañía de líderes paramilitares colombianos, sí renovaron su apoyo al líder opositor y a la Asamblea Nacional, como "autoridades legítimas y democráticamente electas. Siguen comprometidos a trabajar en estrecha colaboración con la comunidad internacional e instan a los demás países a unirse a los esfuerzos hacia ese objetivo".
Además de expresar su disposición de adoptar nuevas sanciones u otras medidas económicas y políticas contra el gobierno de Maduro, rechazaron "los crecientes vínculos del régimen de Nicolás Maduro con grupos armados al margen de la ley y al amparo que otorga a la presencia de organizaciones terroristas y grupos armados ilegales en territorio venezolano, lo que representa una clara amenaza a la paz, la estabilidad y la seguridad de la región".
"Urgimos al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas a establecer un mecanismo independiente de seguimiento e investigación sobre la violación sistemática de los derechos humanos en Venezuela, documentadas en el último informe de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, como el propuesto por los países del Grupo de Lima junto a otros miembros de la comunidad internacional", se lee en el texto.
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Por último, rechazaron la candidatura del gobierno de Maduro a dicho Consejo, "por ser absolutamente contraria a la tarea de protección y defensa de los derechos humanos que compete a ese organismo intergubernamental e instan a la Asamblea General de Naciones Unidas a no apoyar esa candidatura".
En declaraciones a los periodistas, el opositor venezolano Julio Borges, designado como comisionado para Asuntos Exteriores por Guaidó, destacó que en el Grupo de Lima hay un "rechazo completo a lo que ha hecho Maduro, que es cerrar y golpear la posibilidad de una solución real" a través de negociaciones.
La reunión del Grupo de Lima fue la primera de una serie de encuentros sobre Venezuela previstos en los márgenes de la Asamblea de la ONU.