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Hace dos años, a finales de enero de 2022, Corea del Norte se quedó sin Internet porque un hombre lo decidió. Alejandro Cáceres, hijo de padres colombianos, le contó recientemente a El País de España que, luego de enterarse de que los norcoreanos intentaron meterse a su ordenador en 2021, y al ver que el Gobierno estadounidense no iba a hacer algo para defenderlo, decidió contraatacar por su cuenta.
“Yo creo que si alguien te ataca, tienes que responder (...) Oficialmente, no pueden decir ni mierda de lo que me dijeron sobre mi ciberataque, pero quedaron contentos. Sé que lo que hice es ilegal, pero no me imaginaba a Corea del Norte llevándome a juicio”, cuenta hoy en El País, en medio de la satisfacción por haber logrado su objetivo.
El plan lo pensó durante un año. Empezó a leer en foros de Reddit sobre la precaria infraestructura norcoreana. Tenían dos routers para sostener todo el flujo de Internet en este país de 26 millones de personas. El siguiente paso de P4x, su identificación en línea como ‘hacker’, fue rentar servidores cercanos a Corea del Norte y sobrecargó las solicitudes de ambos routers hasta que quedaron bloqueados.
“Eso derribó todo el enrutamiento dentro y fuera del país”, afirmó Cáceres.
El hombre que puso a temblar la conectividad de todo un régimen totalitario lo hizo desde su casa, vestido con pantalones cortos y chanclas y levantándose para ir por cervezas a su nevera de vez en cuando. Luego, asumiendo un papel de todopoderoso, decidió que volviera el Internet. “Podría haberles dejado sin Internet indefinidamente”, dijo en un foro de Reddit. “(Pero) quería que esto fuera una advertencia, no un gran derribo”, añadió.
Cáceres tomó pantallazos y videos que registraban cada paso de su hazaña: dominar el Internet de todo un país desde la comodidad de su hogar, sin que nadie tuviera idea de que había sido él. Un año después reveló su identidad a la revista Wired, la cual corroboró toda su historia. Exponerse públicamente no le da miedo. Eso sí: ahora anda armado, por recomendación del FBI. No volvió a recibir ataques, pero desconfió de un perfil con el que coincidió en una aplicación de citas.
Ahora se concentra en dirigir su empresa de ciberseguridad, Hyperion Gray, la cual colabora con proyectos del Pentágono y el FBI, entre otros. Sobre la relación con estas agencias, Cáceres dice que los oficiales quedaron “contentos” con lo que hizo. Él, por otro lado, se siente decepcionado de que el Gobierno no tuviera un plan para actuar y defenderlo. Cuando empezó a trabajar con el Pentágono se dio cuenta del por qué.
“Para hacer cualquier cosa necesitas una autorización, que tardas seis meses en conseguir. Y cuando la obtienes, lo que querías hacer ya no sirve. Esa es la realidad aquí en EE. UU.: tenemos a gente muy, muy buena trabajando en nuestra ciberdefensa, pero están maniatados. No hacen nada, aunque yo sé que tenemos los recursos para hacer mucho”, le dijo a El País.
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