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Cuando la mañana del 7 de octubre comenzaron a sonar las sirenas de alerta, Bilha Inon y su marido Yakovi se refugiaron en el cuarto de seguridad de su casa en Netiv Haasara, en el sur de Israel. Después de eso, se perdió el rastro de Bilha.
Yakovi, un agrónomo jubilado, figura en la lista oficial de víctimas mortales del ataque lanzado por Hamás desde Gaza. Su ADN fue hallado entre restos humanos.
Pero de Bilha, una profesora de artes plásticas de 75 años, no se sabe nada. Es la única israelí que sigue en la lista de desaparecidos del ataque perpetrado por el movimiento islamista palestino Hamás.
Las autoridades, que en un primer momento la declararon como fallecida, dicen ahora que no pueden asegurarlo. Su familia, en cambio, no tiene dudas de que murió.
Su caso pone de manifiesto la dificultad de localizar e identificar a todas las víctimas del ataque cometido hace más de seis meses.
Desaparecida
Netiv Haasara fue una de las primeras localidades del sur de Israel atacadas ese fatídico día. Los combatientes de Hamás cruzaron la barrera fronteriza de Gaza, a unos 500 metros, subidos en paramotores. De los cerca de 900 miembros de la comunidad, 21 murieron, según las autoridades israelíes.
La casa de los Inon fue alcanzada por un cohete y se incendió, contó una de sus nietas a Ynet, un sitio web israelí de noticias.
Los comandos que atacaron Israel mataron a un total 1.170 personas, en su mayoría civiles, según el cómputo de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
También capturaron a más de 250 personas, de las cuales 129 siguen secuestradas en Gaza, incluidas 34 que habrían fallecido, según el ejército israelí.
La ofensiva aérea y terrestre lanzada por Israel en represalia ya dejó más de 33.600 víctimas mortales, sobre todo civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás.
En las semanas siguientes, el ejército, la policía, patólogos forenses e incluso arqueólogos del departamento de antigüedades se dedicaron a localizar e identificar los restos de más de 200 desaparecidos.
Seis meses después, solo queda un nombre en la lista oficial de desaparecidos, el de Bilha Inon.
Mor, uno de sus cinco hijos, explicó a la AFP que los investigadores solo habían identificado el ADN de su padre.
Búsqueda de ADN
El ejército había concluido inicialmente que Bilha y Yakovi habían muerto, pero posteriormente se retractó sobre Bilha, al no poder identificar su ADN.
Según los expertos forenses, no es posible que todos los rastros genéticos desaparezcan en un incendio.
Pero los hijos de la pareja no albergan ninguna esperanza. Consideran que sus padres murieron juntos el 7 de octubre, e incluso celebraron el rito funerario judío en honor a ambos al día siguiente del ataque.
“Por lo que a nosotros respecta, mi madre no está desaparecida”, dijo Mor a la AFP.
Su hermano Maoz, activista por la paz de larga data, culpa del ataque a las autoridades israelíes. “El ejército siempre nos decía lo mismo: tenemos a Hamás bajo control, están protegidos”, explica.
Solicitado por AFP sobre el caso de Bilha, el Ministerio israelí de Salud, que dirige los servicios forenses, declinó hacer comentarios, al igual que la policía y el ejército.
“Es un misterio”, declaró en marzo la teniente coronel Dana Nof, oficial del ejército encargada de la coordinación con la familia, al Canal 12 de Israel.
“Estamos intentando aclarar la situación y llegar a una conclusión que nos permita saber si está viva o no”, sin descartar totalmente que haya sido secuestrada, pese a las certezas de la familia.
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