Elecciones en Portugal: aquí la calle manda (no las redes sociales)
El domingo en Portugal se celebrarán las elecciones legislativas, con algo muy llamativo: mientras en la mayoría de países las redes sociales son definitivas para los candidatos, aquí ellos prefieren las calles. Las redes no tienen mucho impulso y gracias a eso, las noticias falsas estuvieron casi ausentes durante la campaña.
Paula Fernández / Efe
Un astronauta baila emulando el videojuego de Fortnite en un gift que celebra la subida en los sondeos. Es un tuit del conservador Rui Rio y la excepción a la regla en Portugal: los partidos usan poco las redes sociales, sin arriesgarse, y, en vísperas de las elecciones, aferrados a la campaña más tradicional.
Rio tiene 62 años, aparece en su foto de perfil de Twitter con media sonrisa, traje y corbata, y es conocido por un carácter reservado que le ha llevado a protagonizar una campaña más alejada de las masas de lo que cabría esperar del líder de uno de los dos grandes partidos del país.
Por eso sorprende que, de vez en cuando, utilice su cuenta de Twitter de forma desenfadada, algo poco habitual en Portugal.
Ver más: El presidente de las selfies en Portugal
Los candidatos lusos buscan a sus votantes en la calle y no en las redes: a solo tres días de la cita con las urnas del domingo, todos los aspirantes tienen "arruadas", paseos electorales que facilitan el cara a cara con los ciudadanos.
No queda mucho margen para convencer a los indecisos. Mañana termina la campaña y los sondeos divulgados hoy enfrían la euforia del favorito, el líder socialista y primer ministro António Costa, -obligado a pactar con un 35 % de los votos- y alimentan las esperanzas de Rio (26 %) de frenar una debacle que apenas hace unos días parecía inevitable.
Fuera de la calle, la comunicación política se concentra en los canales tradicionales.
"El consumo de información sobre las elecciones se hace principalmente a través de la televisión", explica a EFE la experta en Comunicación Política Rita Figueiras, de la Universidad Católica, que señala que el televisor es "parte fundamental" de la rutina de los portugueses.
En un país con una población cuya edad media ronda los 44 años -los menores de 20 años representan el 20 %-, los políticos conocen la influencia de la pequeña pantalla, como demuestra el sorprendente dato del número de debates electorales emitidos en septiembre: 14.
Menos redes, menos "fake news"
El poco entusiasmo por las nuevas plataformas no responde solo a una decisión de los partidos sino al hecho de que los portugueses no las utilizan para informarse sobre temas políticos."Inicialmente hubo un intento de invertir más en las redes sociales, pero en Portugal no se involucran políticamente en las plataformas como en otros países", dice Figueiras.
La falta de movilización es especialmente llamativa en Twitter, que en países como Estados Unidos cuenta con una enorme relevancia política, pero en Portugal no termina de ganar impulso.
Rio tiene alrededor de 8.700 seguidores en la plataforma, donde gana António Costa, aunque sólo en su perfil institucional como primer ministro, al que siguen 95.800 personas, pero en su cuenta como líder socialista, donde coloca los mensajes electorales, tiene poco más de mil.
Ver más: Twitter cierra miles de cuentas falsas en todo el mundo
Facebook es el rey de las redes sociales para los lusos, con predominio del PAN (Personas, Animales y Naturaleza), con algo más de 160.000 adeptos, que contrastan con el diputado único logrado durante la legislatura.
"El uso de las redes sociales es mayor entre partidos que tienen una menor presencia en los medios tradicionales, porque su cobertura ahí es más reducida", apunta Figueiras, que además del PAN pone como ejemplo a otra pequeña formación, Iniciativa Liberal, que se estrena en unas legislativas y al que algunos sondeos conceden un diputado.
Los partidos son además conservadores en el uso de las redes sociales, explica a EFE el periodista Fernando Esteves, director de "Polígrafo", un medio dedicado a la verificación de datos que ha puesto a prueba la veracidad de mensajes publicados en internet durante la campaña.
Esteves refiere que este conservadurismo se aplica a los partidos más cercanos al centro y a la izquierda, mientras que la extrema derecha usa las redes sociales "de forma más libre e irresponsable, más políticamente manipuladas".
Uno de los ejemplos de "fake news" de esta campaña fue el del ultraderechista Chega, que publicó en sus redes una encuesta de un periódico que le otorgaba buenos resultados como si fuese un sondeo a gran escala.
Dada su moderada atención a las redes sociales, las "fake news" no han proliferado en Portugal tanto como en otros países, pero existen "pequeños núcleos de producción de desinformación", sobre todo ligados a la extrema derecha, señala el periodista.
Un astronauta baila emulando el videojuego de Fortnite en un gift que celebra la subida en los sondeos. Es un tuit del conservador Rui Rio y la excepción a la regla en Portugal: los partidos usan poco las redes sociales, sin arriesgarse, y, en vísperas de las elecciones, aferrados a la campaña más tradicional.
Rio tiene 62 años, aparece en su foto de perfil de Twitter con media sonrisa, traje y corbata, y es conocido por un carácter reservado que le ha llevado a protagonizar una campaña más alejada de las masas de lo que cabría esperar del líder de uno de los dos grandes partidos del país.
Por eso sorprende que, de vez en cuando, utilice su cuenta de Twitter de forma desenfadada, algo poco habitual en Portugal.
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Los candidatos lusos buscan a sus votantes en la calle y no en las redes: a solo tres días de la cita con las urnas del domingo, todos los aspirantes tienen "arruadas", paseos electorales que facilitan el cara a cara con los ciudadanos.
No queda mucho margen para convencer a los indecisos. Mañana termina la campaña y los sondeos divulgados hoy enfrían la euforia del favorito, el líder socialista y primer ministro António Costa, -obligado a pactar con un 35 % de los votos- y alimentan las esperanzas de Rio (26 %) de frenar una debacle que apenas hace unos días parecía inevitable.
Fuera de la calle, la comunicación política se concentra en los canales tradicionales.
"El consumo de información sobre las elecciones se hace principalmente a través de la televisión", explica a EFE la experta en Comunicación Política Rita Figueiras, de la Universidad Católica, que señala que el televisor es "parte fundamental" de la rutina de los portugueses.
En un país con una población cuya edad media ronda los 44 años -los menores de 20 años representan el 20 %-, los políticos conocen la influencia de la pequeña pantalla, como demuestra el sorprendente dato del número de debates electorales emitidos en septiembre: 14.
Menos redes, menos "fake news"
El poco entusiasmo por las nuevas plataformas no responde solo a una decisión de los partidos sino al hecho de que los portugueses no las utilizan para informarse sobre temas políticos."Inicialmente hubo un intento de invertir más en las redes sociales, pero en Portugal no se involucran políticamente en las plataformas como en otros países", dice Figueiras.
La falta de movilización es especialmente llamativa en Twitter, que en países como Estados Unidos cuenta con una enorme relevancia política, pero en Portugal no termina de ganar impulso.
Rio tiene alrededor de 8.700 seguidores en la plataforma, donde gana António Costa, aunque sólo en su perfil institucional como primer ministro, al que siguen 95.800 personas, pero en su cuenta como líder socialista, donde coloca los mensajes electorales, tiene poco más de mil.
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Facebook es el rey de las redes sociales para los lusos, con predominio del PAN (Personas, Animales y Naturaleza), con algo más de 160.000 adeptos, que contrastan con el diputado único logrado durante la legislatura.
"El uso de las redes sociales es mayor entre partidos que tienen una menor presencia en los medios tradicionales, porque su cobertura ahí es más reducida", apunta Figueiras, que además del PAN pone como ejemplo a otra pequeña formación, Iniciativa Liberal, que se estrena en unas legislativas y al que algunos sondeos conceden un diputado.
Los partidos son además conservadores en el uso de las redes sociales, explica a EFE el periodista Fernando Esteves, director de "Polígrafo", un medio dedicado a la verificación de datos que ha puesto a prueba la veracidad de mensajes publicados en internet durante la campaña.
Esteves refiere que este conservadurismo se aplica a los partidos más cercanos al centro y a la izquierda, mientras que la extrema derecha usa las redes sociales "de forma más libre e irresponsable, más políticamente manipuladas".
Uno de los ejemplos de "fake news" de esta campaña fue el del ultraderechista Chega, que publicó en sus redes una encuesta de un periódico que le otorgaba buenos resultados como si fuese un sondeo a gran escala.
Dada su moderada atención a las redes sociales, las "fake news" no han proliferado en Portugal tanto como en otros países, pero existen "pequeños núcleos de producción de desinformación", sobre todo ligados a la extrema derecha, señala el periodista.