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La violencia en Pakistán, con al menos 31 muertos en un atentado suicida hoy en la ciudad occidental de Quetta, no ha evitado que los paquistaníes salgan a votar para elegir al Parlamento del que saldrá el nuevo Gobierno. Unos 105 millones de votantes están llamados a las urnas en 85.000 colegios electorales hasta las 18.00 hora local (13.00 GMT), donde elegirán, entre cerca de 11.000 candidatos, a los 272 diputados que ocuparán el Parlamento.
Al menos 31 personas murieron y unas 70 resultaron heridas en un atentado suicida cerca de un colegio electoral en Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, el sudoeste de Pakistán, cometido por el Estado Islámico (EI) poco después del inicio de las elecciones legislativas. En el Instituto Modelo para Niñas de Islamabad, situado en el centro de la capital, los votantes acudían a votar a cuenta gotas, lo que evitó las colas en un edificio vigilado por ocho soldados y cinco policías.
Así se vive la jornada electoral:
Antes del atentado suicida, un ataque con granada contra un colegio electoral había causado la muerte de un policía en Khuzdar, en la provincia de Baluchistán. Baluchistán es la provincia más pobre e inestable de Pakistán. A mediados de julio, un atentado suicida en un acto electoral que se celebraba en Mastung, a unos 40 km de Quetta, había causado la muerte de al menos 153 personas. El atentado había sido reivindicado por el Estado Islámico (EI).
"No sean perezosos y salgan por Pakistán", el mensaje de unos ciudadanos.
El joven criticó que la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) de Shahbaz Sharif, partido que acaba de finalizar un mandato, sea una formación dirigida por un familia y la corrupción, por la que han sido condenados algunos de sus miembros. El hermano de Shahbaz, Nawaz Sharif, se encuentra en prisión tras ser condenado a 10 años de cárcel por corrupción a principios de este mes, después de haber sido inhabilitado como primer ministro por parte del Tribunal Supremo en julio de 2017.
Al igual que el PML-N, otros partidos políticos, grupos de derechos humanos y medios de comunicación han lanzado acusaciones de "amaño" para favorecer al PTI por parte de los "poderes establecidos", término con el que se hace referencia a los militares en el país asiático. El desarrollo de los comicios está siendo monitorizado por un equipo de un centenar de observadores electorales de la Unión Europea (UE).
"Nuestra presencia se ha reducido un poco debido a procedimientos burocráticos y no hemos estado sobre el terreno tanto tiempo como nos hubiese gustado", reconoció en un colegio electoral el jefe de la misión de observadores de la UE en Pakistán, Michael Gahler. La jornada se ha visto ensombrecida con al menos un atentado de relevancia en la ciudad de Quetta, en la provincia de Baluchistán, en el que un terrorista detonó los explosivos que portaba cerca de un colegio electoral, causando la muerte de al menos 31 personas.
Ese ataque se une a otros durante la campaña electoral, entre ellos uno de los más sangrientos en la historia de Pakistán, en el que 153 personas perdieron la vida en un atentado suicida en un mitin electoral el pasado 13 de julio, también en Baluchistán, que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). Vea también: Doce muertos y 50 heridos en nuevo ataque contra acto electoral