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Con todo el mundo intentando controlar la pandemia por coronavirus que ya está en 170 países y que acaba de advertir la Organización Mundial de la Salud, se está "acelerando" pocos se han detenido a pensar en los conflictos en curso: Siria, Yemen, Afganistán, Sahel. ¿Disminuirán o se intensificarán los conflictos en el mundo? Según expertos y diplomáticos, hay muchos riesgos de que prevalezca lo segundo. Aunque la OMS también envió un mensaje de optimismo al decir que "el mundo puede cambiar el curso de la pandemia" hay muchos olvidados de esta crisis.
Por eso la ONU hace un llamado a la paz y a la solidaridad. En un mensaje este lunes, Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas pidió que cese el fuego mundial. Estas son sus palabras:
El mensaje del Secretario de la ONU
Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común: el COVID-19.Este virus no entiende de nacionalidad ni de etnia, facción o fe. Ataca a todos, sin tregua. Mientras tanto, los conflictos armados continúan en todo el mundo.
Los más vulnerables — las mujeres y los niños, las personas con discapacidad, las personas marginadas y desplazadas — pagan el precio más elevado.
También son quienes tienen un mayor riesgo de sufrir devastadoras pérdidas por el COVID-19. No olvidemos que en los países devastados por la guerra ha habido un colapso de los sistemas de salud.
Los profesionales de la salud, ya escasos, han sido con frecuencia atacados. Los refugiados y otras personas desplazadas por conflictos violentos son doblemente vulnerables. La agresividad del virus ilustra la locura de la guerra.
Por eso, hoy pido un alto al fuego mundial inmediato en todos los rincones del mundo. Es hora de “poner en encierro” los conflictos armados, suspenderlos y centrarnos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas.
A las partes beligerantes les digo: Cesen las hostilidades.
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Dejen de lado la desconfianza y la animosidad. Silencien las armas; detengan la artillería; pongan fin a los ataques aéreos. Es crucial que lo hagan … Para ayudar a crear corredores a fin de que pueda llegar la ayuda vital. Para abrir oportunidades de valor incalculable para la diplomacia. Para llevar esperanza a los lugares más vulnerables al COVID-19.
Inspirémonos en las coaliciones y el diálogo que poco a poco van tomando forma entre las partes rivales para permitir nuevas formas de hacer frente al COVID-19. Pero no solo eso; necesitamos mucho más.
Necesitamos poner fin al mal de la guerra y luchar contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo. Y esto empieza poniendo fin a los enfrentamientos en todas partes. Ahora. Eso es lo que la familia que somos la humanidad necesita, ahora más que nunca.
Así están las guerras en el mundo
El mensaje de la ONU llega en un momento en que se desarrollan varios conflictos en el mundo, muchos llevan años y son invisibles para muchos. Guerrillas o grupos extremistas, "la ganancia es evidente", considera Bertrand Badie, profesor del Instituto de Estudios Políticos de París.Ver más: Inmigrantes, los invisibles de esta pandemia por coronavirus
En una "lógica del poder que se vuelve impotente", es posible ver "la revancha de la debilidad sobre la fuerza", dijo a la AFP.
En los últimos días, una treintena de soldados malienses resultaron muertos en un ataque atribuido a los yihadistas del norte de Mali sin provocar una reacción del Consejo de Seguridad.
Mencionando el posible "impacto devastador del Covid-19 en Idleb y en otras partes de Siria", la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, lanzó un llamado a la responsabilidad. "Si alguien (...) todavía necesita una razón para detener la lucha, es ésta", tuiteó.
"Mientras que el mundo combate la pandemia, las partes (en conflicto) deben dejar de enfrentarse para asegurar que la población no asuma riesgos mayores", reclamó el emisario de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, en un reciente comunicado.
Hasta el presente, estos países no han sido tocados por el Covid-19 de la misma forma que lo ha hecho en China o Europa.
Pero un avance del virus en estos países en conflicto, a menudo muy pobres, podría tener consecuencias devastadoras, y la ONU teme que deje "millones" de muertos. Y la enfermedad no favorecería a uno u otro de los beligerantes porque su avance sería "incontrolable", señala un diplomático. "La pandemia puede conducir a un empeoramiento de los conflictos, con el riesgo de exacerbar la situación humanitaria", agregó.
El virus podría disminuir los combates en los próximos meses, consideran no obstante algunos expertos.
"Lanzar a sus tropas al combate expondrá a los Estados y a los grupos irregulares al contagio y por tanto a un pérdida de vidas potencialmente catastrófica", dijo Robert Malley, presidente del centro de análisis International Crisis Group, con sede en Washington.