Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La captura de Raúl Gutiérrez Sánchez, el cubano que supuestamente fue instruido por el Estado Islámico para cometer un atentado en Bogotá, puso en alerta a las autoridades nacionales por la posible entrada al país de individuos al servicio del terrorismo internacional. Gutiérrez, al parecer, estaba ultimando detalles para atentar contra norteamericanos que trabajan en la Embajada de Estados Unidos en un ataque en nombre del Estado Islámico. En un principio se asumió que sería un ‘lobo solitario’, aunque el testimonio recolectado parece indicar que no está tan solo después de todo.
El cubano de 47 años, que era perseguido por los servicios del FBI y la inteligencia española, habría trabajado junto a un español y un armenio. Esto parece indicar que detrás de él se encuentra todo un operativo del Estado Islámico que tiende a instruir a individuos alrededor del mundo para infundir mayor terror. Los ‘lobos solitarios’ se encuentran más acompañados que antes.
Desde que aumentaron los ataques terroristas, el término ‘lobo solitario’ se ha popularizado por gobiernos y medios de comunicación. La expresión nació en la década de 1990, y se usa para identificar a aquellos individuos que cometen atentados bajo la influencia de un grupo o ideología, sin pertenecer a ninguna línea de comando y sin recibir apoyo.
El primero en acuñar el término ‘lobo solitario’ fue Louis Beam, un extremista blanco miembro de los grupos Ku Klux Klan y Naciones Arias, que se encargaría de escribir todo un manifiesto de operación para “resistencias sin líderes” al gobierno de Estados Unidos, que derivó en los más tarde conocidos ‘lobos solitarios’. Dicho discurso habría influido en los ataques elaborados por Timothy McVeigh, un exmilitar y terrorista estadounidense que efectuó ataques con explosivos en la ciudad de Oklahoma en 1995, que es frecuentemente citado como uno de los principales casos de ‘lobos solitarios’. Aunque estaba influenciado por una ideología antiimperialista, McVeigh no tenía influencia de ningún grupo terrorista, aunque sí operó en el ataque junto a otro hombre. Las ideas de Beam influyeron en un movimiento basado en la “resistencia sin líderes”.
Otras figuras encargadas de popularizar el término fueron los estadounidenses Tom Metzger y Alex Curtis, dos supremacistas blancos que promocionaron la idea de unidades personales de combate para que consumaran atentados en diferentes zonas del país y del mundo. De hecho, a Metzger se le atribuye el escrito ‘Leyes del lobo solitario’, que se promueve dentro de los movimientos neonazis.
“Soy el Lobo Solitario. Estoy en cubierto…No me uno a grupos debido a los informantes, agentes provocadores y alborotadores. Rechazo estar en una lista…Me preparo para la próxima guerra. Estoy listo para cuando se cruce la línea. Soy el luchador insurgente e independiente. Estoy en sus vecindarios, escuelas, departamentos de policías, bares, cafeterías, centros comerciales. Soy el lobo solitario”, reza el credo publicado en el 2000.
Un año antes, en 1999, The New York Times publicó una nota titulada ‘la nueva cara de los crímenes terroristas’, en la que hablaba de “la dificultad de interceptar a un terrorista solitario y la devastación que puede causar una o dos personas”. La evolución del terrorismo se ha basado en no adoptar un rostro para facilitar los ataques. Así, los atentados fueron incrementando en frecuencia y en número de víctimas.
Pero ¿cómo llegaron los ‘lobos solitarios’ a servirle a ISIS? El Ejército del Estado islámico se ha convertido en un maestro a la hora de crear soldados que sirvan a sus intenciones. Las redes sociales como Twitter se han transformado en el principal instrumento de reclutamiento. ISIS ha señalado en varios comunicados que los atentados como el del camión de Niza en julio de 2016 serían “una respuesta de las llamadas a los ciudadanos por la lucha del Estado Islámico”.
La buena recepción que ha tenido el discurso del Estado Islámico en sus nuevos seguidores se debe a que, a pesar de su supuesta independencia y aislamiento, todos los terroristas que se evocan como ‘lobos solitarios’ terminan siento parte de un movimiento amplio centrado en las ideas como la de resistencia sin líderes de Louis Beam. Así, a pesar de parecer casos aislados, los ataques confluyen en un grupo más grande, en este caso el Estado Islámico.
Un extenso reportaje del New York Times en 2017 titulado ‘no tan solitarios después de todo’, señala que detrás de los atentados terroristas elaborados por los supuestos ‘lobos solitarios’, el Estado Islámico estaría detrás de cada detalle, pues se asegurarían de organizar “hasta las balas necesarias para matar a las víctimas”. Así, los terroristas que navegan por el mundo en servicio del grupo extremista recibirían constante comunicación con las células de inteligencia de ISIS.
Los ‘lobos solitarios’, aparentemente unitarios y aislados en el mundo, se han convertido en el arma más peligrosa del Estado Islámico porque, como señala Jason Burke, periodista de The Guardian, “el terrorismo no es algo que uno hace solo, es altamente social. Las personas se interesan en ideas y actividades, incluso atroces, porque otras personas están interesadas en ellas”.
El jueves en la tarde, el cubano Raúl Gutiérrez Sánchez fue conducido a la cárcel la Modelo como medida preventiva mientras responde por la investigación que lo vincula al Estado Islámico en la planeación de un ataque junto a otros dos hombres. Gutiérrez ya habría tenido en su disposición cuatro kilos de explosivos C4 y seis de dinamita. A la salida de su audiencia en los juzgados de Paloquemao, el cubano señaló “no soy un terrorista, solo lucho contra el nuevo orden mundial”.
Le puede interesar: "Lucho contra nuevo orden mundial": cubano señalado de planear atentado en Bogotá