“EE. UU. da luz verde a Israel para defenderse, pero también para cometer crímenes”

¿Cómo describiría la situación actual en Líbano?

¿Cómo describiría la situación actual en Líbano?

La situación es muy difícil y frágil, existe un alto riesgo de escalada total en la región, por lo que es una situación de máxima alerta. Líbano está en guerra de nuevo. Durante 11 meses se limitó al sur del país con algunas excepciones. Ahora, sin embargo, también es visible para todos en el sur, este y norte del país.

La escala de los ataques israelíes es inimaginable. La gente en todas partes está preocupada de que su pueblo sea el próximo en ser bombardeado. Preocupación, miedo y desesperación.

La guerra puede afectar a cualquiera, ya sea cristiano, suní, chií o partidario de Hezbolá. Las escenas que se han desarrollado desde que comenzó la guerra son terribles, con cientos de ambulancias transportando a los heridos y muertos a los hospitales abarrotados en todo el país. El sistema de salud, ya al borde del colapso, ahora está amenazado con una sobrecarga total. Cientos de miles de libaneses, incluidos refugiados de Siria y trabajadores domésticos extranjeros están huyendo ahora del sur y de las regiones de Bekaa, es decir, los bastiones de Hezbolá con una alta población chií.

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¿Existen lugares seguros? ¿Las personas necesitadas tienen acceso al menos a la ayuda humanitaria básica?

Hemos visto ataques aéreos en la Bekaa chií, el Chouf druso o el Keserwan cristiano. El mensaje que Israel obviamente está tratando de transmitir es: ¡ningún lugar es seguro!

El Estado libanés no está preparado para una crisis humanitaria de este tipo. El momento es extremadamente desfavorable, el país se encamina hacia la guerra sin un presidente que saque al país de esta situación peligrosa; sin un Estado funcional que se prepare para la crisis humanitaria y, por ejemplo, para atender a los numerosos desplazados internos, sin los medios financieros y la capacidad para proporcionar a la población medicamentos y alimentos.

La Unicef informó que la escalada de violencia en Líbano ha provocado un desplazamiento de nivel récord y la mayor ola de desplazamientos internos en décadas. El portavoz de la Unicef para Oriente Medio y el Norte de África afirmó que más de 400.000 niños están privados de educación y seguridad, y la mayoría sufre traumas psicológicos.

El desplazamiento continúa desde las zonas que sufren ataques diarios. El ministro de Agricultura estimó que el número total de desplazados supera los 1.400.000 personas. El ejército israelí ha ordenado la evacuación de una cuarta parte del territorio libanés, y las 1.400.000 personas están utilizando la infraestructura en las zonas restantes del país, lo que a mediano plazo causará problemas con el agua y la gestión de residuos, la infraestructura, etc.

Muchas organizaciones internacionales predicen un desastre humanitario. ¡Es necesario un llamamiento urgente al alto el fuego!

¿Cuál es el sentimiento colectivo actual? ¿Ha surgido la solidaridad?

En los últimos días, la gente común y corriente ha proporcionado agua y comida a los agotados habitantes del sur en las calles, no había señales del Estado; fueron las iniciativas locales las que abrieron escuelas y centros de recepción para acoger a los desplazados internos; no había señales del Estado ni de los ministerios pertinentes.

Fueron los sencillos restaurantes los que distribuyeron comida. Sin embargo, incluso aquí las capacidades son limitadas. La gente del Líbano ha experimentado una de las crisis financieras y económicas más graves del mundo desde 2019, la gente ha perdido mucho dinero. En algún momento la gente está agotada. La solidaridad también llega a sus límites.

Sin embargo, casi cuatro semanas de intensos ataques aéreos, meses de guerra psicológica y el miedo a un escenario similar al de la Franja de Gaza hacen que la gente esté mentalmente deprimida.

¿Cómo ha cambiado la situación desde la muerte de Nasrallah?

Hezbolá se ha sentido humillado por los últimos pasos de escalada. Una parte importante de su cúpula militar ha resultado herida o ha caído. La organización es dolorosamente consciente de que Israel es claramente superior a ella en términos de tecnología e inteligencia. Está insegura porque los canales de comunicación han sido dañados masivamente, las cadenas de mando han sido interrumpidas y la cúpula militar se ha reducido por los ataques selectivos del ejército israelí.

Hassan Nasrallah era considerado una figura destacada en la comunidad chií del Líbano, pero también una figura destacada en toda la región. Una figura “ideológica” que dio dirección a mucha gente. Fue secretario general de la milicia durante casi 30 años.

Su asesinato es una gran pérdida para Hezbolá, era considerado un estratega y planificador. Pero no es solo Nasrallah el que ha sido asesinado, sino casi toda la cúpula de la milicia. Esto los ha debilitado enormemente.

¿Cómo diría que se encuentra Hezbolá en estos momentos en términos de fuerza y coordinación?

En estos momentos Hezbolá está sufriendo grandes pérdidas, por lo que el ejército israelí puede infligirle grandes pérdidas desde el aire, destruir las bases y las posiciones militares, y aniquilar a la cúpula militar con ataques selectivos. Sin embargo, una ofensiva terrestre no sería necesariamente una ventaja para el ejército israelí. Una ofensiva terrestre podría plantear considerables desafíos para los israelíes, porque Líbano es grande, Hezbolá puede recurrir a un enorme territorio interior que se extiende de hecho hasta Irán y puede reclutar un número infinito de combatientes de la región como parte del eje de resistencia iraní. Además, Hezbolá todavía tiene un considerable arsenal de cohetes que podrían causar daños a la población civil de Israel.

Sin embargo, en general, dentro de la milicia prevalecen la incertidumbre y el debilitamiento.

¿Qué puede hacer la comunidad internacional para contener a Hezbolá?

Aparte de Irán, no hay ningún otro actor que pueda ejercer influencia sobre Hezbolá y que no tenga interés en detenerlo.

Irán se considera un beneficiario del conflicto. Para Teherán, Hezbolá sigue siendo una moneda de cambio con la que el régimen quiere impedir un ataque israelí en territorio iraní. No obstante, incluso sin el uso de Hezbolá, Teherán se ve estratégicamente fortalecido. Su oponente geopolítico, Israel, fue humillado a los ojos del mundo con el conflicto en Gaza. El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudita también fue torpedeado. Esto refuerza el papel de Irán. Aunque tanto Irán como Hezbolá no tienen ningún interés en una “guerra total”. La comunicación entre Washington y Teherán es más intensa de lo que ha sido en años: ambas partes aseguran mutuamente que no quieren una gran guerra regional. Ahora tenemos que esperar y ver cómo reacciona el régimen iraní al asesinato de Hassan Nasrallah. Ya no se puede descartar una escalada descontrolada.

¿Qué puede hacer la comunidad internacional para contener a Israel?

Solo Estados Unidos puede ejercer una verdadera influencia, pero, por desgracia, parece que Estados Unidos está dando a Israel vía libre para defenderse, pero también para cometer muchos crímenes de guerra.

Mientras Estados Unidos y otros países sigan suministrando armas a Israel, no se puede suponer que exista un interés serio en poner fin a la guerra. Los que sufrirán serán nuevamente los civiles, de ambos bandos.

¿Qué es lo que más le preocupa del esperado ataque de Israel contra Irán?

Un enfrentamiento directo entre Irán e Israel provocaría el colapso de la región, porque esta guerra no se limitaría a los dos, sino que otros actores se sumarían a la guerra, incluidos Estados Unidos, por un lado, o incluso Rusia, por el otro. No hay que olvidar que Irán ha instalado muchas milicias en la región, como Líbano, Siria, Irak o Yemen; la región seguiría hundiéndose en el abismo y no sabemos a dónde conducirá eso

¿Cómo evalúa el papel de los Estados Unidos en esta situación, especialmente cuando están en medio de una campaña política?

Estados Unidos es el aliado clave de Israel, sin su apoyo político y militar, Israel no podrá hacer frente a los múltiples desafíos. Estados Unidos es el único país que tiene influencia sobre Israel.

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos se convirtieron en algo muy relevante para la región, su resultado tendrá una gran influencia en el curso futuro de este conflicto. La administración Biden está tratando de mantener un equilibrio entre sus votantes judíos en Estados Unidos y la gran población musulmana o árabe en Estados Unidos. Por un lado, envían armas a Israel, por otro lado, piden un alto el fuego y el respeto del derecho internacional humanitario.

Me temo que no tendremos ninguna solución hasta que terminen las elecciones presidenciales de Estados Unidos, después, Israel sabrá si puede contar con Donald Trump para un ataque a Irán o tendrá una presidenta del Partido Demócrata que podría no estar a favor de una gran guerra en la región como punto de partida de su presidencia.

¿Y el de las Naciones Unidas?

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha expresado su profunda preocupación por la seguridad de las fuerzas de paz en el Líbano tras una serie de incidentes ocurridos la semana pasada en los que las posiciones de las Naciones Unidas han sido atacadas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mientras continúan su avance en el sur del país.

En los últimos días, las FDI han atacado a la FINUL en varias ocasiones. La presencia de la FINUL es crucial para cualquier solución política. Están desplegadas en el país desde 1978 y la Resolución 1701 de la ONU describe claramente qué papel desempeña para garantizar la paz en la frontera entre Israel y el Líbano. Junto con el ejército libanés, deberían controlar la frontera y evitar la presencia de combatientes de Hezbolá en la frontera.

Su evacuación también significaría que no hay una solución política en la mesa de negociación internacional para poner fin a esta brutal guerra, y ese es un mensaje muy desmoralizador para todos los libaneses que quieren que esta guerra termine y se vayan en paz y con dignidad.

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