La Casa Blanca respondió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que no permitirá que “Líbano se convierta en Gaza” tras los comentarios que hizo el día anterior mandatario.
“Estoy dejando muy claro que no debería haber ningún tipo de acción militar en el Líbano que se parezca en algo a la de Gaza, ni que deje un resultado parecido al de Gaza”, escenario, desde hace un año, de una guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El Gobierno estadounidense se refirió así a las declaraciones que hizo el día anterior Netanyahu, quien amenazó al pueblo libanés con “una larga guerra que traerá destrucción y sufrimiento similar al que vemos en Gaza” si este no se deshace del grupo chií Hezbolá.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo en una rueda de prensa, que debe darse a la diplomacia una oportunidad tanto en la Franja de Gaza como en el Líbano y aseguró que el Gobierno de Joe Biden seguirá intentando mediar para conseguir una solución que ponga fin a esos conflictos.
“El sufrimiento tanto en Gaza como en el Líbano añade una mayor urgencia a nuestros esfuerzos para poner fin a esos conflictos y sentar las bases para una paz y seguridad duraderas en la región”, expresó Jean-Pierre.
Además, hizo énfasis en la preocupante situación humanitaria en el territorio palestino tras un año de guerra.
La portavoz, sin embargo, no explicó si este tema formó parte de la conversación telefónica que mantuvieron este miércoles 9 de octubre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y que Jean-Pierre describió como “directa y productiva”.
Además de la situación en Líbano, los dirigentes debían abordar la respuesta de Israel a un ataque con misiles de Irán la semana pasada, indicaron altos funcionarios estadounidenses a Axios.
El ataque de represalia contra Teherán “será mortal, preciso y sorprendente”, afirmó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en un comunicado.
Ni la oficina del primer ministro ni la Casa Blanca han divulgado por ahora detalles del contenido de la llamada, que es la primera entre los dos líderes desde el 21 de agosto.
Desde entonces, Israel ha intensificado el enfrentamiento militar que mantenía con el grupo chií Hezbolá desde el inicio de la guerra en Gaza, con bombardeos no solo en su frontera norte sino también en ciudades como Beirut y, además, ha lanzado lo que denomina una “limitada” ofensiva terrestre en el sur del Líbano contra Hezbolá.
En esos bombardeos, Israel ha matado al que fuera líder de Hezbolá durante tres décadas, Hasán Nasralá, y justo ayer Netanyahu anunció que también había eliminado a Hashem Safi al Din, quien supuestamente había sido elegido para sucederle.
La ofensiva de Israel ha desplazado internamente a más de 600.000 personas en Líbano, que se enfrenta a una crisis humanitaria “catastrófica”, advirtieron funcionarios de la ONU.
Hezbolá anunció que sus combatientes están enzarzados en enfrentamientos con las tropas israelíes en el sur de Líbano, utilizando armas propulsadas por cohetes para repeler los intentos israelíes de traspasar la frontera.
El jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, prometió que Israel seguirá bombardeando objetivos de Hezbolá “sin descanso”. Estos ataques ya mataron a cerca de 2.150 personas en Líbano.
Otro frente de ataques: Cisjordania
La policía israelí mató a al menos cuatro palestinos este miércoles 9 de octubre durante una operación en la ciudad de Nablus, en el norte de Cisjordania ocupada, informó el Ministerio palestino de Salud, en tanto Israel dio parte de la muerte de cinco “terroristas”.
“Cuatro mártires (fueron) abatidos por el ocupante en Nablus” y “fueron trasladados al hospital gubernamental Rafidia”, afirmó el ministerio palentino, precisando que las víctimas eran hombres de entre 31 y 43 años.
La Media Luna Roja palestina también informó de la muerte de cuatro personas.
En cambio, el ejército y el Shin Bet, los servicios de seguridad interior de Israel, indicaron en un comunicado conjunto que oficiales de una unidad de élite de la policía habían “matado a cinco terroristas buscados en Nablus”.
“Los terroristas eliminados estaban implicados en la planificación y exportación de actividades terroristas contra civiles y fuerzas del ejército”, indicaron los dos cuerpos de seguridad.
Entre los muertos figura el jefe de la brigada de los Mártires de Al Aqsa en el campo de refugiados de Balata, adyacente a Nablus, según el comunicado.
Las brigadas de los Mártires de Al Aqsa son el brazo armado de Fatah, el partido del presidente palestino Mahmud Abás.
Según el gobernador de Nablus, Ghasan Daghlas, que dio cuenta de “cuatro mártires”, las víctimas eran “ciudadanos ordinarios. “Los mataron a sangre fría”, dijo a AFP, denunciando un “asesinato cobarde y deliberado”.
Desde que empezó la guerra en la Franja de Gaza entre el ejército israelí y el movimiento palestino Hamás, la violencia entre palestinos y el ejército y los colonos israelíes se han intensificado en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967.
Al menos 705 palestinos han muerto en ese territorio, según el Ministerio palestino de Salud, y al menos 24 israelíes, incluyendo soldados, perdieron la vida, según datos oficiales israelíes.
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