Ghislaine Maxwell, ¿la alcahueta de Jeffrey Epstein?
La británica Ghislaine Maxwell, acusada por la justicia estadounidense de colaborar con el financista Jeffrey Epstein en el tráfico sexual de jovencitas, fue arrestada. Ella puede abrir la caja de pandora de la red sexual que tiene temblando a varios pod
erosos.
Ghislaine Maxwell, multimillonaria británica, hija del fallecido magnate de los medios Robert Maxwell, fue la llave maestra que le abrió las puertas de la farándula y el poder político a Jeffrey Epstein, un profesor de matemáticas y física que de repente se convirtió en el inversionista más exitoso de Nueva York y en el supuesto creador de una red sexual de menores, que hoy tiene a varios poderosos en la mira de los investigadores.
Muchos pensaron que el caso terminaría archivado con Jeffrey Epstein muerto, pues, según la versión oficial, se suicidó en agosto pasado en su celda de la prisión de Nueva York, donde esperaba el juicio por tráfico sexual de menores. Pero se equivocaron. Este jueves el FBI detuvo a Ghislaine Maxwell, la amiga, novia, confidente y, según varias denuncias, la encargada de reclutar menores de edad para la red sexual de Epstein. Una alcahueta.
Esta mujer se escabulló durante casi tres años de la justicia; pero en 2019 un paparazi la fotografió comiendo hamburguesa en un restaurante de Los Ángeles (California); y aunque cambiaba constantemente de residencia, los investigadores le siguieron la pista y ayer fue arrestada en Bradford, Nueva Hampshire.
Ver más: Preguntas y respuestas de la red sexual de Jeffrey Epstein
La buscaban porque si alguien conoce los secretos que Epstein se llevó a la tumba es ella. Cuatro de las mujeres que denunciaron al financista coinciden en señalar que fue Maxwell quien las reclutó, las hizo esclavas sexuales y las obligó a participar en orgías en la isla privada de Epstein y en su mansión de Nueva York. Ghislaine Maxwell, hoy de 58 años, conoció a Epstein en 1991, luego de huir de Inglaterra, acosada por un escándalo de corrupción que estalló en el país tras el suicidio de su padre. Escondida de la lente de los periodistas en Nueva York, se convirtió en la novia de Epstein hasta el año 2000, cuando estallaron las primeras acusaciones contra él por abuso sexual; entonces dejó de ser su amante y se convirtió en la administradora de sus mansiones y, según la prensa, en la gestora de la red sexual.
“La mayoría de adolescentes llegaron a la red de Epstein a punta de engaños. Maxwell armó un ejército de reclutadoras: mujeres jóvenes, algunas incluso víctimas de la red desde que eran niñas, quienes convencían a otras chicas menores de conocer a Epstein, a cambio de US$300, en promedio; todo para satisfacer el aparentemente insaciable apetito sexual del inversionista”, revelan los testimonios recopilados por la justicia.
Ver más: Las orgías que organizaba Epstein en su isla privada
Según los informes policiales, Ghislaine le presentó a Epstein al príncipe Andrés, el tercer hijo de la reina Isabel, a quien los jueces quieren interrogar. Virginia Roberts Giuffre, una de las presuntas víctimas sexuales, afirmó en una demanda que el príncipe era uno de los hombres con los que fue obligada a tener encuentros sexuales. Ghislaine también le presentó a Donald Trump, Bill Clinton, al príncipe saudita Mohammed bin Salman y a directores de cine como Woody Allen.
Hoy ninguno parece recordar a Epstein y sus fiestas; pero una libreta negra —descubierta por el FBI, donde él y Maxwell anotaron años de operaciones de la supuesta red— les refrescará la memoria.
erosos.
Ghislaine Maxwell, multimillonaria británica, hija del fallecido magnate de los medios Robert Maxwell, fue la llave maestra que le abrió las puertas de la farándula y el poder político a Jeffrey Epstein, un profesor de matemáticas y física que de repente se convirtió en el inversionista más exitoso de Nueva York y en el supuesto creador de una red sexual de menores, que hoy tiene a varios poderosos en la mira de los investigadores.
Muchos pensaron que el caso terminaría archivado con Jeffrey Epstein muerto, pues, según la versión oficial, se suicidó en agosto pasado en su celda de la prisión de Nueva York, donde esperaba el juicio por tráfico sexual de menores. Pero se equivocaron. Este jueves el FBI detuvo a Ghislaine Maxwell, la amiga, novia, confidente y, según varias denuncias, la encargada de reclutar menores de edad para la red sexual de Epstein. Una alcahueta.
Esta mujer se escabulló durante casi tres años de la justicia; pero en 2019 un paparazi la fotografió comiendo hamburguesa en un restaurante de Los Ángeles (California); y aunque cambiaba constantemente de residencia, los investigadores le siguieron la pista y ayer fue arrestada en Bradford, Nueva Hampshire.
Ver más: Preguntas y respuestas de la red sexual de Jeffrey Epstein
La buscaban porque si alguien conoce los secretos que Epstein se llevó a la tumba es ella. Cuatro de las mujeres que denunciaron al financista coinciden en señalar que fue Maxwell quien las reclutó, las hizo esclavas sexuales y las obligó a participar en orgías en la isla privada de Epstein y en su mansión de Nueva York. Ghislaine Maxwell, hoy de 58 años, conoció a Epstein en 1991, luego de huir de Inglaterra, acosada por un escándalo de corrupción que estalló en el país tras el suicidio de su padre. Escondida de la lente de los periodistas en Nueva York, se convirtió en la novia de Epstein hasta el año 2000, cuando estallaron las primeras acusaciones contra él por abuso sexual; entonces dejó de ser su amante y se convirtió en la administradora de sus mansiones y, según la prensa, en la gestora de la red sexual.
“La mayoría de adolescentes llegaron a la red de Epstein a punta de engaños. Maxwell armó un ejército de reclutadoras: mujeres jóvenes, algunas incluso víctimas de la red desde que eran niñas, quienes convencían a otras chicas menores de conocer a Epstein, a cambio de US$300, en promedio; todo para satisfacer el aparentemente insaciable apetito sexual del inversionista”, revelan los testimonios recopilados por la justicia.
Ver más: Las orgías que organizaba Epstein en su isla privada
Según los informes policiales, Ghislaine le presentó a Epstein al príncipe Andrés, el tercer hijo de la reina Isabel, a quien los jueces quieren interrogar. Virginia Roberts Giuffre, una de las presuntas víctimas sexuales, afirmó en una demanda que el príncipe era uno de los hombres con los que fue obligada a tener encuentros sexuales. Ghislaine también le presentó a Donald Trump, Bill Clinton, al príncipe saudita Mohammed bin Salman y a directores de cine como Woody Allen.
Hoy ninguno parece recordar a Epstein y sus fiestas; pero una libreta negra —descubierta por el FBI, donde él y Maxwell anotaron años de operaciones de la supuesta red— les refrescará la memoria.