Hamás y Yihad Islámica se reivindicaron el “atentado suicida” en Tel Aviv, Israel
Los brazos armados de los movimientos palestinos Hamás y Yihad Islámica se reivindicaron “el ataque suicida del domingo (18 de agosto) por la noche en Tel Aviv” y amenazaron con cometer más. Ante ello, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió en que Israel se mantendrá “firme” en las negociaciones de un cese el fuego con el grupo islamista Hamás para no ceder en las “necesidades de seguridad de Israel”.
Los brazos armados de los movimientos palestinos Hamás y Yihad Islámica reivindicaron en un comunicado conjunto “el ataque suicida del domingo (18 de agosto) por la noche en Tel Aviv” y amenazaron con cometer otros atentados en Israel. Ante ello, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió durante una reunión con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en que Israel se mantendrá “firme” en las conversaciones para una tregua con Hamás para no ceder en las “necesidades de seguridad de Israel”.
Las Brigadas Ezedin al Qasam y las Brigadas al Qods, brazo armado de Hamás y de Yihad Islámica respectivamente, afirmaron que “los atentados suicidas en el interior ocupado, en referencia a Israel, volverán a estar en el primer plano mientras duren las masacres del ocupante (Israel), las operaciones de traspaso forzado de civiles y la política de asesinatos”, escribieron.
Hamás y Yihad Islámica combaten en la Franja de Gaza al ejército israelí que lanzó una ofensiva terrestre y aérea en el territorio palestino en respuesta a un letal ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre.
Un “importante ataque terrorista se evitó ayer (domingo 18 de agosto) en Tel Aviv”, afirmó el portavoz del gobierno israelí, David Mencer, en una rueda de prensa el lunes.
“El palestino, que llevaba una mochila llena de explosivos, explotó la carga que portaba antes de poder llegar a una zona más densamente poblada”, añadió.
En un principio la policía informó de “un atentado terrorista con un potente explosivo”, sin mencionar que se trataba de una operación suicida. Del incidente resulto una persona muerta, presentada por medios israelíes como el presunto autor del atentado, y un transeúnte levemente herido.
La explosión ocurrió poco antes de la llegada del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a la capital israelí, donde debe reunirse con dirigentes del país para lograr un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza tras más de diez meses de guerra.
Los atentados con explosivos en Tel Aviv, muy numerosos durante la segunda Intifada, el levantamiento palestino de principios de los años 2000, son ahora poco frecuentes.
El presidente israelí, Isaac Herzog, denunció ante Blinken “una serie de ataques terroristas realizados por terroristas palestinos”, citando a la vez la muerte de un colono en Cisjordania a manos de un palestino el domingo y la explosión de Tel Aviv.
Israel se mantiene “firme” en la negociación con Hamás
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió a Blinken en que Israel se mantendrá “firme” en las negociaciones de un cese el fuego con el grupo islamista Hamás para no ceder en las “necesidades de seguridad de Israel”.
Blinken llegó el domingo a Israel para una novena visita desde que estalló la guerra el 7 de octubre, con el objetivo de impulsar un acuerdo de alto el fuego que incluya la liberación de los 111 rehenes israelíes que Hamás mantiene secuestrados en Gaza (de los cuales al menos 39 han muerto), así como la entrada masiva de ayuda humanitaria en la devastada Franja.
Se reunió con Netanyahu durante unas tres horas, según un comunicado de la oficina del primer ministro, que también aseguró que las conversaciones fueron “positivas y se condujo con buen espíritu”.
Según el informe, el mandatario israelí “reiteró el compromiso de Israel con la última propuesta (de acuerdo de cese el fuego) estadounidense sobre la liberación de los secuestrados, que tiene en cuenta las necesidades de seguridad de Israel, en las que él se mantiene firme”, añadió el comunicado sin dar más detalles.
Netanyahu, al que muchos en su propio país acusan de torpedear las negociaciones con nuevas demandas y de anteponer sus intereses políticos, dejó claro que Israel está “negociando, no cediendo” ante Hamás.
El líder israelí instó a los países mediadores (Estados Unidos, Catar y Egipto) a presionar a Hamás y no a Israel, y reiteró su firmeza en dos puntos centrales: no cesar la ofensiva militar hasta desmantelar al grupo islamista y no retirar a sus tropas del estratégico Corredor de Filadelfia, que abarca toda la línea fronteriza entre Gaza y Egipto.
El equipo negociador de Israel se reunió la semana pasada con los mediadores en Doha, una cita a la que no acudió Hamás, demandando que, en vez de nuevas negociaciones, se aplicara lo que ya se había acordado en meses previos con base en una propuesta del presidente estadounidense, Joe Biden.
“La nueva propuesta” que surgió tras la reunión en Doha “responde a las condiciones impuestas por Netanyahu y es consistente con ellas”, lamentó Hamás el domingo, al rechazar lo acordado en Catar.
El grupo islamista critica que la nueva propuesta no incluya un cese el fuego definitivo ni la retirada integral de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, y que acceda a la “insistencia” de Netanyahu de que el Ejército israelí siga controlando el cruce de Netzarim (que conecta el norte con el sur de la Franja), el paso fronterizo de la ciudad gazatí de Rafah (con Egipto) y el Corredor de Filadelfia.
Hamás asegura haber aceptado el 2 de julio lo propuesto por el presidente Biden, mientras que Israel alega haber hecho lo mismo sin añadir nuevas demandas, sino “aclaraciones”.
Mientras Washington estima que el acuerdo podría lograrse tan pronto como la próxima semana, Netanyahu habría dicho a sus ministros que “las posibilidades no son altas”, según la radio pública Kan.
La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado con un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados. Desde entonces, las fuerzas israelíes atacan por aire, tierra y mar la Franja de Gaza, donde ya suman más de 40.000 muertos, 92.000 heridos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros.
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Los brazos armados de los movimientos palestinos Hamás y Yihad Islámica reivindicaron en un comunicado conjunto “el ataque suicida del domingo (18 de agosto) por la noche en Tel Aviv” y amenazaron con cometer otros atentados en Israel. Ante ello, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió durante una reunión con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en que Israel se mantendrá “firme” en las conversaciones para una tregua con Hamás para no ceder en las “necesidades de seguridad de Israel”.
Las Brigadas Ezedin al Qasam y las Brigadas al Qods, brazo armado de Hamás y de Yihad Islámica respectivamente, afirmaron que “los atentados suicidas en el interior ocupado, en referencia a Israel, volverán a estar en el primer plano mientras duren las masacres del ocupante (Israel), las operaciones de traspaso forzado de civiles y la política de asesinatos”, escribieron.
Hamás y Yihad Islámica combaten en la Franja de Gaza al ejército israelí que lanzó una ofensiva terrestre y aérea en el territorio palestino en respuesta a un letal ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre.
Un “importante ataque terrorista se evitó ayer (domingo 18 de agosto) en Tel Aviv”, afirmó el portavoz del gobierno israelí, David Mencer, en una rueda de prensa el lunes.
“El palestino, que llevaba una mochila llena de explosivos, explotó la carga que portaba antes de poder llegar a una zona más densamente poblada”, añadió.
En un principio la policía informó de “un atentado terrorista con un potente explosivo”, sin mencionar que se trataba de una operación suicida. Del incidente resulto una persona muerta, presentada por medios israelíes como el presunto autor del atentado, y un transeúnte levemente herido.
La explosión ocurrió poco antes de la llegada del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a la capital israelí, donde debe reunirse con dirigentes del país para lograr un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza tras más de diez meses de guerra.
Los atentados con explosivos en Tel Aviv, muy numerosos durante la segunda Intifada, el levantamiento palestino de principios de los años 2000, son ahora poco frecuentes.
El presidente israelí, Isaac Herzog, denunció ante Blinken “una serie de ataques terroristas realizados por terroristas palestinos”, citando a la vez la muerte de un colono en Cisjordania a manos de un palestino el domingo y la explosión de Tel Aviv.
Israel se mantiene “firme” en la negociación con Hamás
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió a Blinken en que Israel se mantendrá “firme” en las negociaciones de un cese el fuego con el grupo islamista Hamás para no ceder en las “necesidades de seguridad de Israel”.
Blinken llegó el domingo a Israel para una novena visita desde que estalló la guerra el 7 de octubre, con el objetivo de impulsar un acuerdo de alto el fuego que incluya la liberación de los 111 rehenes israelíes que Hamás mantiene secuestrados en Gaza (de los cuales al menos 39 han muerto), así como la entrada masiva de ayuda humanitaria en la devastada Franja.
Se reunió con Netanyahu durante unas tres horas, según un comunicado de la oficina del primer ministro, que también aseguró que las conversaciones fueron “positivas y se condujo con buen espíritu”.
Según el informe, el mandatario israelí “reiteró el compromiso de Israel con la última propuesta (de acuerdo de cese el fuego) estadounidense sobre la liberación de los secuestrados, que tiene en cuenta las necesidades de seguridad de Israel, en las que él se mantiene firme”, añadió el comunicado sin dar más detalles.
Netanyahu, al que muchos en su propio país acusan de torpedear las negociaciones con nuevas demandas y de anteponer sus intereses políticos, dejó claro que Israel está “negociando, no cediendo” ante Hamás.
El líder israelí instó a los países mediadores (Estados Unidos, Catar y Egipto) a presionar a Hamás y no a Israel, y reiteró su firmeza en dos puntos centrales: no cesar la ofensiva militar hasta desmantelar al grupo islamista y no retirar a sus tropas del estratégico Corredor de Filadelfia, que abarca toda la línea fronteriza entre Gaza y Egipto.
El equipo negociador de Israel se reunió la semana pasada con los mediadores en Doha, una cita a la que no acudió Hamás, demandando que, en vez de nuevas negociaciones, se aplicara lo que ya se había acordado en meses previos con base en una propuesta del presidente estadounidense, Joe Biden.
“La nueva propuesta” que surgió tras la reunión en Doha “responde a las condiciones impuestas por Netanyahu y es consistente con ellas”, lamentó Hamás el domingo, al rechazar lo acordado en Catar.
El grupo islamista critica que la nueva propuesta no incluya un cese el fuego definitivo ni la retirada integral de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, y que acceda a la “insistencia” de Netanyahu de que el Ejército israelí siga controlando el cruce de Netzarim (que conecta el norte con el sur de la Franja), el paso fronterizo de la ciudad gazatí de Rafah (con Egipto) y el Corredor de Filadelfia.
Hamás asegura haber aceptado el 2 de julio lo propuesto por el presidente Biden, mientras que Israel alega haber hecho lo mismo sin añadir nuevas demandas, sino “aclaraciones”.
Mientras Washington estima que el acuerdo podría lograrse tan pronto como la próxima semana, Netanyahu habría dicho a sus ministros que “las posibilidades no son altas”, según la radio pública Kan.
La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado con un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados. Desde entonces, las fuerzas israelíes atacan por aire, tierra y mar la Franja de Gaza, donde ya suman más de 40.000 muertos, 92.000 heridos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros.
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