¿Hasta dónde va a llegar EE. UU. en Venezuela?
Hoy vence el ultimátum que le puso el gobierno de Maduro a Estados Unidos para que su personal diplomático deje el país. Washington desconoce las órdenes del chavista y lleva la actual crisis al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas este sábado.
- Redacción Internacional
Estados Unidos y Venezuela mantienen turbulentas relaciones desde la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1999. Veinte años después, el lazo diplomático se rompió el miércoles 23 de enero, luego de que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) se autoproclamara y juramentara como presidente encargado del país y EE. UU. lo reconociera como presidente “legítimo”.
Maduro, además de romper las relaciones con Washington, le dio 72 horas al personal de la representación diplomática para salir del país. Pese a que el plazo termina hoy, EE. UU. precisó que su personal administrativo no acatará las órdenes de Maduro, a quien el secretario de Estado, Mike Pompeo, llamó “expresidente” e “incompetente”.
Ver más: ¿En Venezuela hay dos presidentes? Las preguntas de la actual crisis
Y es justo el jefe de la diplomacia estadounidense el que lidera la ofensiva diplomática contra Maduro: después de pedirles a todos los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo (16 lo apoyaron), pidió una sesión de urgencia en el Consejo de Seguridad este sábado. “El secretario Pompeo instará a los miembros del Consejo de Seguridad y la comunidad internacional a defender la paz y la seguridad internacionales reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino constitucional de Venezuela, y solicitará apoyo al gobierno de transición en su búsqueda por restaurar la democracia y el mandato de la ley”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado. Sin embargo, las otras cuatro potencias con poder de veto en el Consejo de Seguridad (China, Francia, Rusia y Reino Unido) no han respaldado formalmente a Guaidó. Reino Unido y Francia declararon ilegítima la reelección de Maduro el año pasado, pero no han reconocido oficialmente a Guaidó. Rusia ha apoyado firmemente a su aliado Maduro y China, principal acreedor de Venezuela, ha expresado su oposición a la interferencia externa.
El Consejo de Seguridad de la ONU está integrado por estos cinco miembros permanentes y otros diez no permanentes, que este año son Alemania, Bélgica, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Indonesia, Kuwait, Perú, Polonia, República Dominicana (que este mes ocupa la Presidencia y ha sido sede del diálogo entre oposición y gobierno venezolano) y Sudáfrica.
¿Qué sigue?
¿Por qué se implica tanto Trump en Venezuela, cuando en otros casos no le molesta acercarse a dirigentes considerados autoritarios? “Venezuela está en nuestro continente, creo que tenemos una responsabilidad particular”, contestó el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, al tiempo que negaba que Trump mantuviera una relación especial con líderes autoritarios. Sin embargo, The New York Times recordaba que Trump defendió a Vladimir Putin por matar a sus críticos (“¿qué, piensan que nuestro país es muy inocente?”), y alabó al brutal presidente egipcio, Abdulfatah el Sisi, por “su trabajo fantástico”. También elogió al presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte —cuya guerra sucia contra las drogas ha causado la muerte de 12.000 personas—, por un “trabajo increíble con el problema de las drogas”.“La crisis de Venezuela le permite a Trump resaltar los efectos del socialismo y la importancia del capitalismo”, dijo a AFP Mariano de Alba, un experto venezolano en asuntos internacionales basado en Washington.
Trump volvió a dejar abierta la posibilidad de una intervención militar, reiterando que “todas las opciones están sobre la mesa”. Sin embargo, los gobiernos de la región rechazan esta opción. El último en hablar del tema fue el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien desde Davos (Suiza) descartó participar en una intervención militar.
Ver más: ¿Quién es quién en la lucha por el poder en Venezuela?
El senador Marco Rubio, republicano por Florida, es uno de los que ha liderado la presión estadounidense contra Maduro. Ayer dijo que Nicolás Maduro se encuentra aislado, pero que existe una salida para él. Rubio agregó en una entrevista en CNN, que si “Maduro intenta reprimir al diputado Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, o hace daño al personal diplomático de EE. UU. en Venezuela, enfrentará consecuencias”.
Analistas coinciden en que la salida de la crisis dependerá de la postura de los militares. Y por eso desde Estados Unidos también los presionan. Pero quizá con la estrategia equivocada, como señalaban analistas a este diario, pues los efectos de la estrategia de Trump podrían ser contraproducentes. Una fuente militar venezolana que no quiso ser citada le explicó a este diario que si bien hay cansancio en las filas y un alto índice de deserción (60 %), “escuchar discursos como el de Rubio desde Washington despierta el sentimiento ‘antiyanqui’ de los militares que llevan veinte años de ideologización bolivariana, antiimperialista y socialista”.
Estados Unidos y Venezuela mantienen turbulentas relaciones desde la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1999. Veinte años después, el lazo diplomático se rompió el miércoles 23 de enero, luego de que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) se autoproclamara y juramentara como presidente encargado del país y EE. UU. lo reconociera como presidente “legítimo”.
Maduro, además de romper las relaciones con Washington, le dio 72 horas al personal de la representación diplomática para salir del país. Pese a que el plazo termina hoy, EE. UU. precisó que su personal administrativo no acatará las órdenes de Maduro, a quien el secretario de Estado, Mike Pompeo, llamó “expresidente” e “incompetente”.
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Y es justo el jefe de la diplomacia estadounidense el que lidera la ofensiva diplomática contra Maduro: después de pedirles a todos los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo (16 lo apoyaron), pidió una sesión de urgencia en el Consejo de Seguridad este sábado. “El secretario Pompeo instará a los miembros del Consejo de Seguridad y la comunidad internacional a defender la paz y la seguridad internacionales reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino constitucional de Venezuela, y solicitará apoyo al gobierno de transición en su búsqueda por restaurar la democracia y el mandato de la ley”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado. Sin embargo, las otras cuatro potencias con poder de veto en el Consejo de Seguridad (China, Francia, Rusia y Reino Unido) no han respaldado formalmente a Guaidó. Reino Unido y Francia declararon ilegítima la reelección de Maduro el año pasado, pero no han reconocido oficialmente a Guaidó. Rusia ha apoyado firmemente a su aliado Maduro y China, principal acreedor de Venezuela, ha expresado su oposición a la interferencia externa.
El Consejo de Seguridad de la ONU está integrado por estos cinco miembros permanentes y otros diez no permanentes, que este año son Alemania, Bélgica, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Indonesia, Kuwait, Perú, Polonia, República Dominicana (que este mes ocupa la Presidencia y ha sido sede del diálogo entre oposición y gobierno venezolano) y Sudáfrica.
¿Qué sigue?
¿Por qué se implica tanto Trump en Venezuela, cuando en otros casos no le molesta acercarse a dirigentes considerados autoritarios? “Venezuela está en nuestro continente, creo que tenemos una responsabilidad particular”, contestó el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, al tiempo que negaba que Trump mantuviera una relación especial con líderes autoritarios. Sin embargo, The New York Times recordaba que Trump defendió a Vladimir Putin por matar a sus críticos (“¿qué, piensan que nuestro país es muy inocente?”), y alabó al brutal presidente egipcio, Abdulfatah el Sisi, por “su trabajo fantástico”. También elogió al presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte —cuya guerra sucia contra las drogas ha causado la muerte de 12.000 personas—, por un “trabajo increíble con el problema de las drogas”.“La crisis de Venezuela le permite a Trump resaltar los efectos del socialismo y la importancia del capitalismo”, dijo a AFP Mariano de Alba, un experto venezolano en asuntos internacionales basado en Washington.
Trump volvió a dejar abierta la posibilidad de una intervención militar, reiterando que “todas las opciones están sobre la mesa”. Sin embargo, los gobiernos de la región rechazan esta opción. El último en hablar del tema fue el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien desde Davos (Suiza) descartó participar en una intervención militar.
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El senador Marco Rubio, republicano por Florida, es uno de los que ha liderado la presión estadounidense contra Maduro. Ayer dijo que Nicolás Maduro se encuentra aislado, pero que existe una salida para él. Rubio agregó en una entrevista en CNN, que si “Maduro intenta reprimir al diputado Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, o hace daño al personal diplomático de EE. UU. en Venezuela, enfrentará consecuencias”.
Analistas coinciden en que la salida de la crisis dependerá de la postura de los militares. Y por eso desde Estados Unidos también los presionan. Pero quizá con la estrategia equivocada, como señalaban analistas a este diario, pues los efectos de la estrategia de Trump podrían ser contraproducentes. Una fuente militar venezolana que no quiso ser citada le explicó a este diario que si bien hay cansancio en las filas y un alto índice de deserción (60 %), “escuchar discursos como el de Rubio desde Washington despierta el sentimiento ‘antiyanqui’ de los militares que llevan veinte años de ideologización bolivariana, antiimperialista y socialista”.