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En su informe anual publicado el jueves, la organización Reporteros sin Fronteras detalló que desde el 7 de octubre, cuando Hamás atacó a Israel y este respondió con una represalia que al día de hoy se mantiene vigente, 17 periodistas han sido asesinados: 13 en Palestina y tres en el Líbano (debido a ataques israelíes), además de otro en el Estado judío, durante la incursión del grupo islamista. Ahora bien, si se tienen en cuenta aquellos comunicadores cuyas muertes no se pueden relacionar con los enfrentamientos o con su oficio, el número asciende a 63.
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“Este 2023 ha sido un año catastrófico por la matanza de periodistas en Gaza, que difícilmente podremos olvidar”, afirmó a través de un comunicado Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros Sin Fronteras España. Al respecto, en declaraciones al diario El País, Irene Khan, relatora especial de la ONU para la Libertad de Expresión, agregó: “El periodismo está bajo ataque. A pesar de la responsabilidad de proteger a los periodistas, me han dicho que llevar una chaqueta con la palabra ‘prensa’, lejos de protegerlos, a menudo los convierte en un objetivo”. Según ella, “el coraje y la resiliencia” de los comunicadores rara vez se había puesto a prueba “de una manera más terrible y trágica que en Gaza”.
La organización estableció que estas cifras no las había detectado nunca antes al inicio de un conflicto. Sin embargo, y a pesar de que la situación en el enclave palestino apunta a que más de 18.000 personas han muerto entre los bombardeos, además de los cerca de 1.200 que fallecieron en Israel, Reporteros Sin Fronteras también informó que el último año ha sido el menos mortífero para los periodistas desde 2002. Durante los primeros 11 meses fueron asesinados 45 comunicadores, un 26,2 % menos que el año anterior.
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La tendencia a la baja se explica, según el informe, por una “mayor seguridad” para los periodistas en Latinoamérica, en donde la cifra bajó de 26 a seis en un solo año. Ahora bien, la entidad alerta que el declive de la violencia no implica necesariamente más garantías para los periodistas, sino que ahora los profesionales “calculan de forma más sistemática los riesgos a los que se exponen, lo que supone un aumento de la autocensura y la proliferación en la región de agujeros negros informativos”.
Los otros países donde Reporteros Sin Fronteras detectó el fallecimiento de periodistas son Sudán, Malí y Camerún, en África; además de México, Colombia y Paraguay, en Latinoamérica, y Afganistán, Bangladés y Filipinas, en Asia. En territorio europeo también se mencionaron dos casos de periodistas que perdieron la vida en el cubrimiento de la guerra de Ucrania a lo largo de este año.
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