Israel mató al jefe del movimiento islamista libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, en un bombardeo cerca de Beirut que asesta un duro golpe al grupo proiraní y empuja a Líbano y a todo Medio Oriente hacia lo desconocido. Su partida provocó el sábado llantos y alaridos en los barrios que acogen a refugiados chiitas e incrementó la tensión en la capital libanesa.
“No puedo describir la conmoción que me provoca este anuncio (…) Todos empezamos a gritar, es nuestro padre, el que nos hacía sentir orgullosos, nuestro honor”, dijo Maha Karit, una de las...