Israel recorre sus pasos persiguiendo a Hamás, ¿está dando círculos?
Las zonas que presuntamente ya habían sido conquistadas militarmente por las Fuerzas de Defensa israelíes son escenario, de nuevo, de intensos combates contra las fuerzas de Hamás, que parecen reagruparse y fortalecerse por todo el enclave.
Hugo Santiago Caro
Parecía que la anunciada llegada de las Fuerzas de Defensa de Israel a Rafah cumpliría la promesa hecha por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, de arrasar hasta el último rincón con el propósito de destruir a Hamás, el movimiento que regenta Gaza y con el que se vienen enfrentando durante más de siete meses.
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Parecía que la anunciada llegada de las Fuerzas de Defensa de Israel a Rafah cumpliría la promesa hecha por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, de arrasar hasta el último rincón con el propósito de destruir a Hamás, el movimiento que regenta Gaza y con el que se vienen enfrentando durante más de siete meses.
La exigencia del pueblo de Israel es que vuelvan a casa los casi 130 rehenes que aún permanecen bajo el poder de Hamás desde el 7 de octubre, cuando fueron raptados en el ataque sin precedentes en el sur del país. O por lo menos que regresen los que siguen vivos y los restos de los que han muerto, pues cálculos de inteligencia apuntan a que al menos una tercera parte ya falleció. Bajo la misma premisa, y para que el 7 de octubre no se repita, es que Israel sigue asediando la Franja de Gaza en una ofensiva que, según el último reporte del Ministerio de Salud de Hamás, ha dejado más de 35.000 víctimas mortales.
Rafah fue la última ciudad que Israel no había atacado por tierra y una de las últimas zonas relativamente seguras que tenían los gazatíes para refugiarse. Allí se resguardan casi 1,5 millones de personas, entre locales y provenientes de otras ciudades ya arrasadas, como Al Mawasi, Jan Yunis y la misma ciudad de Gaza. Así era, por lo menos, hasta hace unas semanas, cuando Israel les dio la orden de reubicarse en otras zonas del enclave, pues dada la supuesta presencia de milicianos de Hamás cerca de los refugiados, su seguridad corría peligro y podrían resultar perjudicados.
Con esto, la andanada total en la Franja de Gaza estaba más cercana que nunca. Era el último rincón que no habían atacado y nuevamente los refugiados estaban empezando una diáspora por todo el enclave buscando refugio. Así, parecía que Israel estaba ejerciendo la presión necesaria para que Hamás cediera en las negociaciones que se llevan a cabo en El Cairo, Egipto, para lograr un segundo cese al fuego y un posible intercambio de rehenes con prisioneros. Así estuvo a punto de ser cuando la delegación del movimiento palestino anunció que aceptaba una de las propuestas lanzadas desde Egipto, pero Israel, reacio, dijo que no eran los términos discutidos, por lo que todo siguió enredado y con el alto al fuego en veremos.
“Las negociaciones que se están dando en Egipto y en otros escenarios responden solamente a las presiones de Estados Unidos para mantener abiertos los diálogos. Sin embargo, considero que Israel no está verdaderamente abierto a la posibilidad de un cese al fuego en este momento, pues necesita la continuación de la guerra por razones de estabilidad política interna”, explicó entonces Lorenzo Maggiorelli, analista y docente de la Pontificia Universidad Javeriana a este diario.
Luego cambió el panorama. Israel anunció que por lo menos cinco soldados murieron en la ciudad de Gaza en plenos enfrentamientos militares con Hamás. ¿Por qué estaban librando combates en el norte, cuando hace meses venían clamando un control casi total en el enclave? Carreteras y todos los pasos fronterizos de la Franja están bajo control israelí, una situación que no deja de complicar la situación humanitaria.
Pero, a pesar de esto, parece que así como los desplazados han salido de Rafah buscando nuevos refugios, lo mismo están haciendo los milicianos de Hamás. Se reagrupan y recuperan fortaleza, o por lo menos eso indican las informaciones que comenzaron a circular ayer, que reportaban que en el campo de refugiados de Jabalia, en el cual Israel se atribuyó en diciembre una victoria militar al tomarlo (aduciendo que había allí presencia de Hamás), se estaban de nuevo librando fuertes combates con escuadrones que presuntamente estaban destinados a apoyar la ofensiva que también se está librando en Rafah.
Es decir, están recorriendo sus pasos y los enfrentamientos directos se están librando en las primeras zonas que Israel atacó, una ofensiva en todo el enclave. En palabras de Manuel Camilo González, analista y docente, es un juego del “gato y el ratón”: “Mientras más se adentren las Fuerzas de Defensa israelíes, significa no solamente una mayor crisis humanitaria, sino que también va a generar que Hamás trate de aprovechar la densidad poblacional de Gaza para obviamente moverse y hacer una especie de ‘juego del gato y el ratón’. Solamente con los desplazamientos de la periferia de Rafah se están reubicando en el enclave más de 100.000 personas, la misma cifra que, afirma El País, pueden estar saliendo de Jabalia mientras siguen los combates. Esta situación llevó a Antony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos, a desacreditar la ofensiva israelí y decir que no lograrán destruir a Hamás.
“Hemos visto a Hamás regresar a las zonas que Israel liberó en el norte, incluso en Jan Yunis”, afirmó Blinken el domingo, al mismo tiempo que reconoció que la ofensiva de Israel ha matado a más civiles que miembros de Hamás. Pero con todo y esto, Netanyahu y su gabinete de guerra están convencidos en que seguirán adelante. Ya le respondieron a Estados Unidos la semana anterior cuando se les amenazó con cortar el suministro militar si seguían adelante con la ofensiva en Rafah; dijeron que tienen la capacidad de seguir adelante solos. Ahora, sin que sea una respuesta directa a Blinken, Netanyahu declaró que están muy lejos de terminar la ofensiva.
“Nuestra guerra de independencia aún no ha terminado. Continúa incluso hoy en día (...) Estamos decididos a ganar esta lucha”, dijo el primer ministro durante la celebración del Día del Recuerdo, que conmemora cada año los muertos en el conflicto. Sin embargo, los cuestionamientos siguen llegando. Blinken también afirmó que “hay que tener un plan claro y creíble para proteger a los civiles, que no hemos visto. Segundo, también necesitamos ver un plan sobre qué pasa una vez se acabe el conflicto en Gaza. Y tampoco lo hemos visto”. También dijo que el costo en materia civil de esta estrategia no es “duradero ni sostenible”.
Las dudas sobre los planes de Israel también llegaron desde la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, cuyo director Philippe Lazzarini afirmó que “hablar de zonas seguras es falso y engañoso. Ningún lugar es seguro en Gaza”. Esto, en referencia al campamento que Israel anunció que había dispuesto para los refugiados de Rafah, cerca de Al Mawasi, otra ciudad gazatí. En términos humanitarios, militares y estratégicos, Israel está siendo cuestionado y hasta se duda de los planes que tengan si hipotéticamente logran derrotar a Hamás, el llamado plan del día después.
El profesor González afirma que más que Israel esté dando círculos o recorriendo sus pasos, “la guerra no va para ningún lado siempre y cuando sea un fin en sí misma y no un medio. En ese sentido, lo que Estados Unidos está haciendo, y ha hecho en repetidas ocasiones, es seguir o proseguir los esfuerzos de guerra para debilitar al máximo posible a Hamás, pero haciéndolo sentarse en la mesa para imponer ciertas condiciones. Todo buscando que el círculo vicioso de una posible confrontación en el futuro sea evitado”.