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Turquía irá a una inédita segunda vuelta presidencial el próximo 28 de mayo, luego de que ninguno de los dos candidatos a la cabeza lograra un 50 % de los votos en la primera ronda de las elecciones, celebrada el domingo.
En la carrera está Recep Tayyip Erdogan, de 69 años, quien gobierna el país desde hace dos décadas y se había mostrado confiado por la ventaja que decía llevar, pero que finalmente fue insuficiente para la primera vuelta. “Si la gente nos lleva a segunda vuelta, lo respetaremos también”, dijo el día anterior.
Por otro lado, está Kemal Kiliçdaroglu, de 74, candidato considerado el eterno opositor, que en este caso logró unir a sectores que abarcan desde la derecha nacionalista hasta la centro-izquierda, e incluso el apoyo del partido prokurdo HDP, la tercera fuerza política del país.
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Con más del 99 % de los votos computados, Erdogan se hizo con el 49,4 % de los sufragios, mientras que su oponente logró un 44,95 %. El tercer candidato Sinan Ogan, de la ultraderecha, logró cerca de un 5 % que se antoja determinante para la segunda ronda. Ogan dijo que apoyará al candidato que se comprometa a “expulsar a los refugiados” y a “luchar contra el terrorismo”, en referencia al PKK kurdo como a grupos islamistas.
El país, de más de 80 millones de habitantes (de los cuales unos 64 millones estaban convocados a las urnas, con una tasa de participación superior al 90 %), según analistas, busca un nuevo rumbo tras 20 años del gobierno de Erdogan. Actualmente el costo de vida es una de las principales preocupaciones, con una inflación que ha superado el 85 % a finales del año pasado, la tasa más alta desde 1998.
El panorama es aún más complicado con los rezagos del terremoto que en febrero cobró la vida de casi 50.000 personas. La gestión de esa crisis no solo le valió críticas a Erdogan por las demoras en la atención, sino por el papel que las llamadas amnistías de construcción (de las que el propio presidente Erdogan llegó a ufanarse en su momento) desempeñaron en el nivel de devastación.
¿Quién es Kemal Kiliçdaroglu?
Kiliçdaroglu, economista y oriundo de la región central de Tunceli, se empezó a desempeñar como diputado en 2002, casi al mismo tiempo en que Erdogan ascendía como primer ministro.
Funge desde 2010 como presidente del partido socialdemócrata Republicano del Pueblo (CHP), desde donde durante los últimos años ha liderado una férrea oposición a Erdogan, por considerarlo una figura autoritaria que no ha hecho a Turquía perder el rumbo.
Uno de los momentos insignes de esto fue en 2017, cuando lideró una marcha a pie de 450 kilómetros, desde Ankara hasta Estambul, en protesta contra Erdogan.
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En 2019, su partido se anotó varias victorias en las elecciones locales, al hacerse con las alcaldía de Ankara y Estambul.
Pese a estos éxitos y a haber logrado reunir diversas fuerzas política, sin embargo, de Kiliçdaroglu se suele señalar su falta de carisma, que, para otros, es realmente un talante pacífico y conciliador.
¿Qué propone?
Una de las principales propuestas de la coalición que Kiliçdaroglu representa es acabar con el modelo presidencialista, introducido en Turquía precisamente por Erdogan en 2017.
La razón: se considera que da un enorme poder ejecutivo al jefe de Estado, y volver al modelo parlamentario.
Por otro lado, analistas señalan que sus posturas frente a la migración y los refugiados le han hecho ganar adeptos. Otra de las aspiraciones de Kiliçdaroglu es que los millones de refugiados que Turquía ha recibido desde Siria regresen a su país.
Respecto a las relaciones con ese vecino, el candidato que ha impedido que Erdogan gane en primera vuelta se ha mostrado abierto a mantener la reciente apertura de contactos con el régimen de Bashar Al Asad.
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Por otro lado, este hombre ha hablado de tener mejores relaciones con Occidente, lo que podría implicar, por ejemplo, el visto bueno a la adhesión de Suecia a la OTAN, bloqueada por Ankara, que rechaza que Estocolmo haya acogido a militantes y simpatizantes kurdos a los que el gobierno turco considera “terroristas”, sobre todo los del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y sus aliados del norte de Siria y de Irak.
Para algunos analistas, que Kiliçdaroglu se mostrara más severo frente a Vladimir Putin, como lo ha sugerido, podría incidir en el papel de mediador que Turquía ha desempeñado durante la guerra en Ucrania.
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