La ajedrecista iraní Sara Khadem participa en un campeonato mundial sin hiyab
Su gesto se da en medio de múltiples protestas provocadas por la muerte de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, que falleció tras ser detenida por la policía de la moral por violar el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
La ajedrecista iraní Sara Khadem representó a su país en el Campeonato Mundial de Ajedrez Rápido sin utilizar el hiyab, una vestimenta obligatoria según los códigos de Irán, incluso en el extranjero.
Su gesto se da un momento de alta tensión en el país: Irán es escenario de múltiples protestas provocadas por la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, que falleció tras ser detenida por la policía de la moral por violar el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
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Cientos de mujeres en el país se quitaron el velo, salieron a gritar en las calles y desafiaron el Gobierno de Ebrahim Raisi. Un rechazo que también se sintió con fuerza entre las deportistas del país: Elnaz Rekabi participó en las Competiciones Asiáticas de Escalada sin velo. Y unos días después, las jugadoras de baloncesto también aparecieron en una foto sin hiyab.
“¡Levántate, mantén la cabeza en alto y demuéstrales lo que vales! Diles que eres fuerte y poderosa, que eres una mujer amante de la libertad”, decía en la publicación antes de que fuera eliminada, según datos de Vanity Fair.
Esta vez, Sara Khadem, la mejor jugadora de ajedrez del país, compitió durante los dos primeros días del mundial, que se lleva a cabo en Almaty, Kazajistán, sin velo. Una de las partidas que ha jugado hasta ahora fue contra su compatriota Atousa Pourkashian, quien salió de Irán hacia Estados Unidos. Desde entonces, ella también compite sin hiyab.
Pero no es la primera vez que el mundo del ajedrez desafía al régimen; uno de los casos más conocidos es el de Alireza Firouzja, una de las grandes jugadoras que desde 2021 compite bajo bandera francesa “debido a su negativa a aceptar la orden de Teherán de no jugar contra israelíes en competiciones internacionales”, explicó Mikel Ayestaran, del diario ABC, de España.
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Sobre Sara Khadem, muchos se preguntan si volverá a Irán. “Todo dependerá de su familia, especialmente de su bebé. Si lo ha podido sacar del país, creo que no volverá”, comentó la ajedrecista Shohreh Bayat. Y es que en este momento, organizaciones internacionales denuncian violaciones de derechos humanos en el país, sobre todo contra las personas que protestaron tras la muerte de Mahsa Amini.
Justamente esta semana, la organización Iran Human Rights (IHR) sostuvo que al menos 100 iraníes detenidos en varias protestas se enfrentan a acusaciones que pueden ser castigadas con la pena de muerte. Agregaron que 476 manifestantes habían sido abatidos desde mediados de septiembre, y, según datos publicados en noviembre, unas 14.000 personas fueron detenidas desde que empezaron las manifestaciones.
De hecho, un medio independiente informó el 2 de diciembre, que la casa de la familia de la escaladora Elnaz Rekabi fue demolida por funcionarios del gobierno. CNN publicó algunas imágenes de la destrucción, “y las medallas entre los escombros”, se lee en la publicación.
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La ajedrecista iraní Sara Khadem representó a su país en el Campeonato Mundial de Ajedrez Rápido sin utilizar el hiyab, una vestimenta obligatoria según los códigos de Irán, incluso en el extranjero.
Su gesto se da un momento de alta tensión en el país: Irán es escenario de múltiples protestas provocadas por la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, que falleció tras ser detenida por la policía de la moral por violar el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
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“¡Levántate, mantén la cabeza en alto y demuéstrales lo que vales! Diles que eres fuerte y poderosa, que eres una mujer amante de la libertad”, decía en la publicación antes de que fuera eliminada, según datos de Vanity Fair.
Esta vez, Sara Khadem, la mejor jugadora de ajedrez del país, compitió durante los dos primeros días del mundial, que se lleva a cabo en Almaty, Kazajistán, sin velo. Una de las partidas que ha jugado hasta ahora fue contra su compatriota Atousa Pourkashian, quien salió de Irán hacia Estados Unidos. Desde entonces, ella también compite sin hiyab.
Pero no es la primera vez que el mundo del ajedrez desafía al régimen; uno de los casos más conocidos es el de Alireza Firouzja, una de las grandes jugadoras que desde 2021 compite bajo bandera francesa “debido a su negativa a aceptar la orden de Teherán de no jugar contra israelíes en competiciones internacionales”, explicó Mikel Ayestaran, del diario ABC, de España.
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Sobre Sara Khadem, muchos se preguntan si volverá a Irán. “Todo dependerá de su familia, especialmente de su bebé. Si lo ha podido sacar del país, creo que no volverá”, comentó la ajedrecista Shohreh Bayat. Y es que en este momento, organizaciones internacionales denuncian violaciones de derechos humanos en el país, sobre todo contra las personas que protestaron tras la muerte de Mahsa Amini.
Justamente esta semana, la organización Iran Human Rights (IHR) sostuvo que al menos 100 iraníes detenidos en varias protestas se enfrentan a acusaciones que pueden ser castigadas con la pena de muerte. Agregaron que 476 manifestantes habían sido abatidos desde mediados de septiembre, y, según datos publicados en noviembre, unas 14.000 personas fueron detenidas desde que empezaron las manifestaciones.
De hecho, un medio independiente informó el 2 de diciembre, que la casa de la familia de la escaladora Elnaz Rekabi fue demolida por funcionarios del gobierno. CNN publicó algunas imágenes de la destrucción, “y las medallas entre los escombros”, se lee en la publicación.
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