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La tormenta que se desató en el mundo a raíz de los escándalos sexuales y de pederastia en la iglesia católica tuvo eco en la sede de Alemania, en donde los fieles y la institución debaten sobre el descontento y los deseos de cambio, pese a las críticas recibidas del Vaticano.
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La Conferencia Episcopal Alemana (DBK) encabezada por el cardenal de Münich, Reinhard Marx, ha llevado adelante un debate reformista llamado “camino sinodal”, en el que los obispos y representantes de organizaciones católicas se reúnen para discutir asuntos que hasta ahora han sido vetados por la iglesia, como el celibato, la ordenación de mujeres y la homosexualidad.
Pero estas reuniones no han caído nada bien en la Santa Sede, que ya ha advertido que esas cuestiones son competencia exclusiva de la Iglesia universal, y no de un sínodo nacional. Incluso, el prefecto de la Congregación de Obispos, Marc Ouellet, advirtió en una carta que el camino escogido por la Iglesia alemana era difícilmente compatible con el derecho canónico, y le pidió directamente a Marx que no se atribuyera competencias que debían tratar solo las autoridades vaticanas.
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“La Conferencia Episcopal se ha tomado en serio las palabras del Papa de escuchar a la sociedad civil y ahora se topa con la rigidez jurídica de la jerarquía. Una sociedad democrática no puede permitir que no haya derecho a discutir”, afirma a El País Matthias Katsch, miembro del consejo de víctimas de abusos sexuales.
Por eso, Marx, la institución alemana y sus fieles han decidido seguir avanzando en su cruzada. El pasado fin de semana representantes de la Conferencia Episcopal alemana y del Consejo Central de los Católicos Alemanes (ZdK), en el que están representadas 140 organizaciones, se reunieron y publicaron cuatro documentos que servirán como punto de partida y hoja de ruta para los foros del “camino sinodal”. Entre los temas están: la moral sexual, las formas de vida sacerdotales, la división de poderes y el papel de las mujeres de la Iglesia.
En este sentido, uno de los foros estará dedicado a debatir cómo se ejerce la autoridad en la Iglesia, teniendo en cuenta los principios de una sociedad plural y del estado democrático que los fieles quieren ver respetados también dentro de las instituciones democráticas. Otro, se centrará en las tensiones entre la doctrina y la práctica y su relación con la moral sexual.
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El papel de las mujeres, por su parte, es considerado de gran prioridad y un punto en el que se pondrá realmente a prueba la autenticidad de la voluntad reformista. Y, por último, se realizará también un foro dedicado a las formas de vida sacerdotales en el que, sin embargo, no se abordará el tema del sacerdocio femenino.
Marx, que también es miembro del reducido consejo que asesora al Papa en las reformas de la Iglesia y que es cercano a Francisco, viajará esta semana a Roma para defender el diálogo reformista que ya ha producido importantes grietas entre la Santa Sede y la Iglesia más rica del mundo, según informó el diario El País.
El afán reformista
Tras una investigación encargada por la Conferencia Episcopal Alemana, que reveló más de 3.600 casos documentados de abusos sexuales cometidos por miembros de la iglesia a menores, la presión por reformar las estructuras que permitieron esos abusos no ha dejado de aumentar.La pérdida de fieles (más de 200.000 miembros abandonaron la Iglesia alemana el año pasado) y la velocidad de los cambios del mundo actual han llevado, desde hace un tiempo, a los integrantes de la Iglesia alemana a cuestionarse sobre sus necesidades para adaptarse a los cambios.
ESCÁNDALO QUE HA TOCADO A LA IGLESIA CATÓLICA
En busca de la verdad sobre la pederastia
Judicial15 Dic 2018 - 9:00 PM
Juliana Jaimes Vargas
Con más de 50 casos documentados, seis abogados y cinco víctimas crearon una comisión de la verdad para que se conozcan capítulos de pederastia en Colombia. Su objetivo es que se promuevan políticas públicas y reformas en la legislación para combatir este delito. Empezaría a funcionar en febrero de 2019.
Las mayores víctimas de pederastia a escala mundial son menores de edad. / Getty Images
Desde los siete hasta los 13 años, Andrés* fue víctima de abuso sexual por parte de un sacerdote de la parroquia de su barrio, 20 de Julio, al sur de Bogotá. “Crecí pensando que era normal. Que un hombre podía coger a otro y abusarlo, y si además impartía religiosidad, no era malo”. Le tomó una década entender que no era normal. Pero cuando emprendió la batalla por probarlo ante la justicia entendió que las víctimas de pederastia son acalladas porque, lamentablemente, en un país de mayoría católica como Colombia es más común negar los hechos que ver a un líder espiritual pagando una condena por delito sexual.
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Empezaron el año pasado con una propuesta que tampoco gustó en el Vaticano: plantearon que las parejas de los católicos que los acompañaban a misa y fueran protestantes podían también tomar la comunión. El documento con esa propuesta lo titularon “Caminar con Cristo sobre la pista de la unidad: matrimonios interconfesionales y participación común en la Eucaristía, un subsidio pastoral de la Conferencia Episcopal Alemana”, e iba encaminado a facilitar la convivencia interreligiosa y a adaptarse a la sociedad actual. Pero, como era de esperarse, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, desautorizó su contenido. Además, el Papa solicitó que se frenara la iniciativa, pero algunos obispos siguen llevándola a cabo.
La próxima semana, entre el 23 y el 26 de septiembre, se espera que el “camino sinodal” reciba una probación formal por parte de los obispos en la reunión de la conferencia episcopal de Fulda, en el centro de Alemania. Posteriormente, la ZdK deberá probarlo. Según El País, diversas fuentes consultadas coinciden en que, si no hay cambios en los estatutos que ya están consensuados, el proceso sería aprobado sin problemas.
“La investigación de los abusos demostró que hubo crímenes individuales, pero también causas estructurales dentro de la Iglesia que los permitieron”, explica Theodor Nolzenius, portavoz del ZdK, al mismo diario. Por eso, del camino sinodal saldrán recomendaciones para que sean consideradas en Roma. Sin embargo, también reconoce que este proceso “incrementará la presión” para que se inicie un proceso de renovación.