La crisis nuclear de Irán, ¿qué está en juego?
Tras tres violentos ataques sufridos este año contra personajes e instalaciones claves de su programa nuclear, Teherán cuenta los días para que Donald Trump deje la Casa Blanca. La situación en Irán y la región puede complicarse.
Lo que está pasando en Irán es preocupante. En 2020, el país fue blanco de tres ataques graves: el primero, el asesinato de Qasem Soleimaní, uno de los comandantes más importantes de la Guardia Revolucionaria iraní, quien fue asesinado con un dron en Irak; el segundo, a mediados de año, fue la explosión de uno de los centros de investigación y desarrollo en Natanz; y el tercero, el misterioso atentado contra el científico nuclear iraní Mohsen Fajrizadeh, quien de acuerdo con mandos militares del país, fue asesinado con un arma de control remoto, presuntamente operada por Israel.
Esos hechos han provocado problemas internos en el país. El Parlamento iraní aprobó la semana pasada el Plan de Acción Estratégico para el Levantamiento de las Sanciones y Protección de los Derechos de la Nación, que es básicamente un proyecto de ley que urge a dar más pasos para impulsar el programa nuclear del país. Una especie de represalia por todos los ataques de los que han sido blanco.
Ver más: Así fue el asesinato del científico iraní, padre del plan nuclear de ese país
Entre otras cosas proponen regresar al enriquecimiento de uranio, que había quedado en mínimos (3,67%) con el Plan Nuclear, y hoy plantean regresar al 20%. Una enfurecida clase política iraní quiere también producir y almacenar cada año 120 kilogramos de uranio enriquecido. El proyecto también prevé la puesta en marcha de una fábrica de producción de uranio metálico en Isfahán, la restauración del reactor de agua pesada de Arak, el diseño de otro reactor de agua pesada de 40 MW, y poner en marcha por lo menos 1.000 centrifugadoras avanzadas IR-2M en la instalación de Natanz dentro de los tres meses posteriores a la ratificación de la ley.
Este lunes, Francia, Alemania y el Reino Unido hicieron una declaración conjunta, expresando su preocupación por los planes de instalar tres nuevas centrifugadoras avanzadas en Natanz, el principal sitio de enriquecimiento de uranio del país.
Según los términos del acuerdo nuclear iraní firmado en 2015 en Viena, que París, Berlín y Londres están tratando de preservar a pesar de la retirada de Estados Unidos, Irán no está autorizado a utilizar esas centrifugadoras tan avanzadas.
Ver más: El asesinato de Soleimaní, prueba de fuego para el derecho internacional
El gobierno de Irán no está a favor de esto, pero la presión política interna puede ser muy fuerte y desatar protestas nuevamente. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Said Jatibzadeh, aseguró que el proyecto “no ha tomado en cuenta” las opiniones del Ejecutivo ni de su departamento. “El Gobierno ha declarado que actualmente este plan no es necesario ni útil”, dijo Jatibzadeh, quien instó a los diputados a reconsiderar su opinión.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, declaró que la ley aprobada por el parlamento es “perjudicial” para los esfuerzos diplomáticos destinados a reactivar el acuerdo con las grandes potencias.
Para agregarle más problemas a esta situación, el jueves el gobierno de Estados Unidos impuso nuevas sanciones contra la empresa iraní Shahid Meisami Group, así como a su director, por participar supuestamente en el programa de desarrollo de armas químicas de Teherán.
Como consecuencia, quedan congelados los activos que estas entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe las transacciones financieras con ciudadanos o empresas de EE. UU.
El Acuerdo Nuclear está a punto de quedar hecho trizas; el golpe mortal lo recibió en 2018, con la retirada unilateral de EE. UU., pero este año con los ataques y las nuevas sanciones, expertos advierten que está moribundo.
¿Qué hay detrás de todo esto? De acuerdo con analistas, Donald Trump le está haciendo difícil la sucesión a Joe Biden. Pero, advierten que Irán no estaría dispuesto a tomar represalias en este momento, a pesar de la presión interna, porque no quieren caer en el juego de Trump, que según la prensa, discutió hace unas semanas de acciones militares contra Teherán.
Ver más: EE le explica: ¿Por qué es tan grave que Irán reanude la investigación nuclear?
“Aquí es donde comenzarán los problemas para Biden. Israel y los estados árabes suníes quieren asegurarse de que Irán nunca pueda desarrollar un arma nuclear. Sin embargo, algunos expertos militares israelíes dirán que la posibilidad de que Teherán tenga un arma nuclear ya no les quita el sueño, porque los iraníes no se atreverían a usarla porque no son suicidas”, escribió Thomas Friedman en The New York Times.
Europa ha llamado a Teherán a “no poner en peligro la importante oportunidad de volver a la diplomacia que representa la llegada de la nueva administración estadounidense”.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que está a favor de una vuelta de su país al acuerdo si las autoridades iraníes “respetaban estrictamente” los límites impuestos a su programa nuclear.
Reforzar la unidad de Irán
El Consejo supremo de seguridad nacional de Irán (CSSNI) llamó el sábado a “reforzar la unidad nacional” tras una violenta polémica entre el gobierno y el parlamento sobre la controvertida ley nuclear.
La ley votada por el parlamento pide al gobierno que ponga fin a las inspecciones de las instalaciones nucleares por parte de la ONU, y exige que esas instalaciones “produzcan y almacenen 120 kilogramos al año de uranio enriquecido al 20%”.
El proyecto fue aprobado por el poderoso Consejo de los Guardianes de la Constitución, y ahora debe ser ratificado por el presidente Hasan Rohani.
El programa atómico
El programa nuclear iraní comenzó en la década de 1950, bajo el mandato del Sha Mohammad Reza Pahlevi, con ayuda de Estados Unidos. Después de la Revolución iraní, en 1979, se detuvo hasta después de la revolución cuando se retomó sin ayuda de Washington.
Ver más: La temible amenaza nuclear de Irán
Irán tiene varios sitios de investigación, una mina de uranio, un reactor nuclear y más instalaciones de procesamiento de uranio, además de una planta de enriquecimiento. Eso desató preocupación en otros países que sospechó que el país desarrollaba armamento atómico.
En 2015 se firmó el Acuerdo Nuclear entre Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia, China y Estados Unidos con Irán, que comprometía a Teherán a abandonar el programa nuclear. El panorama que se avecina es incierto y preocupante, pues Trump tiene hasta enero de 2021 para dejar la Casa Blanca. ¿Dejarla cómo? Esa es la cuestión.
Lo que está pasando en Irán es preocupante. En 2020, el país fue blanco de tres ataques graves: el primero, el asesinato de Qasem Soleimaní, uno de los comandantes más importantes de la Guardia Revolucionaria iraní, quien fue asesinado con un dron en Irak; el segundo, a mediados de año, fue la explosión de uno de los centros de investigación y desarrollo en Natanz; y el tercero, el misterioso atentado contra el científico nuclear iraní Mohsen Fajrizadeh, quien de acuerdo con mandos militares del país, fue asesinado con un arma de control remoto, presuntamente operada por Israel.
Esos hechos han provocado problemas internos en el país. El Parlamento iraní aprobó la semana pasada el Plan de Acción Estratégico para el Levantamiento de las Sanciones y Protección de los Derechos de la Nación, que es básicamente un proyecto de ley que urge a dar más pasos para impulsar el programa nuclear del país. Una especie de represalia por todos los ataques de los que han sido blanco.
Ver más: Así fue el asesinato del científico iraní, padre del plan nuclear de ese país
Entre otras cosas proponen regresar al enriquecimiento de uranio, que había quedado en mínimos (3,67%) con el Plan Nuclear, y hoy plantean regresar al 20%. Una enfurecida clase política iraní quiere también producir y almacenar cada año 120 kilogramos de uranio enriquecido. El proyecto también prevé la puesta en marcha de una fábrica de producción de uranio metálico en Isfahán, la restauración del reactor de agua pesada de Arak, el diseño de otro reactor de agua pesada de 40 MW, y poner en marcha por lo menos 1.000 centrifugadoras avanzadas IR-2M en la instalación de Natanz dentro de los tres meses posteriores a la ratificación de la ley.
Este lunes, Francia, Alemania y el Reino Unido hicieron una declaración conjunta, expresando su preocupación por los planes de instalar tres nuevas centrifugadoras avanzadas en Natanz, el principal sitio de enriquecimiento de uranio del país.
Según los términos del acuerdo nuclear iraní firmado en 2015 en Viena, que París, Berlín y Londres están tratando de preservar a pesar de la retirada de Estados Unidos, Irán no está autorizado a utilizar esas centrifugadoras tan avanzadas.
Ver más: El asesinato de Soleimaní, prueba de fuego para el derecho internacional
El gobierno de Irán no está a favor de esto, pero la presión política interna puede ser muy fuerte y desatar protestas nuevamente. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Said Jatibzadeh, aseguró que el proyecto “no ha tomado en cuenta” las opiniones del Ejecutivo ni de su departamento. “El Gobierno ha declarado que actualmente este plan no es necesario ni útil”, dijo Jatibzadeh, quien instó a los diputados a reconsiderar su opinión.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, declaró que la ley aprobada por el parlamento es “perjudicial” para los esfuerzos diplomáticos destinados a reactivar el acuerdo con las grandes potencias.
Para agregarle más problemas a esta situación, el jueves el gobierno de Estados Unidos impuso nuevas sanciones contra la empresa iraní Shahid Meisami Group, así como a su director, por participar supuestamente en el programa de desarrollo de armas químicas de Teherán.
Como consecuencia, quedan congelados los activos que estas entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe las transacciones financieras con ciudadanos o empresas de EE. UU.
El Acuerdo Nuclear está a punto de quedar hecho trizas; el golpe mortal lo recibió en 2018, con la retirada unilateral de EE. UU., pero este año con los ataques y las nuevas sanciones, expertos advierten que está moribundo.
¿Qué hay detrás de todo esto? De acuerdo con analistas, Donald Trump le está haciendo difícil la sucesión a Joe Biden. Pero, advierten que Irán no estaría dispuesto a tomar represalias en este momento, a pesar de la presión interna, porque no quieren caer en el juego de Trump, que según la prensa, discutió hace unas semanas de acciones militares contra Teherán.
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“Aquí es donde comenzarán los problemas para Biden. Israel y los estados árabes suníes quieren asegurarse de que Irán nunca pueda desarrollar un arma nuclear. Sin embargo, algunos expertos militares israelíes dirán que la posibilidad de que Teherán tenga un arma nuclear ya no les quita el sueño, porque los iraníes no se atreverían a usarla porque no son suicidas”, escribió Thomas Friedman en The New York Times.
Europa ha llamado a Teherán a “no poner en peligro la importante oportunidad de volver a la diplomacia que representa la llegada de la nueva administración estadounidense”.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que está a favor de una vuelta de su país al acuerdo si las autoridades iraníes “respetaban estrictamente” los límites impuestos a su programa nuclear.
Reforzar la unidad de Irán
El Consejo supremo de seguridad nacional de Irán (CSSNI) llamó el sábado a “reforzar la unidad nacional” tras una violenta polémica entre el gobierno y el parlamento sobre la controvertida ley nuclear.
La ley votada por el parlamento pide al gobierno que ponga fin a las inspecciones de las instalaciones nucleares por parte de la ONU, y exige que esas instalaciones “produzcan y almacenen 120 kilogramos al año de uranio enriquecido al 20%”.
El proyecto fue aprobado por el poderoso Consejo de los Guardianes de la Constitución, y ahora debe ser ratificado por el presidente Hasan Rohani.
El programa atómico
El programa nuclear iraní comenzó en la década de 1950, bajo el mandato del Sha Mohammad Reza Pahlevi, con ayuda de Estados Unidos. Después de la Revolución iraní, en 1979, se detuvo hasta después de la revolución cuando se retomó sin ayuda de Washington.
Ver más: La temible amenaza nuclear de Irán
Irán tiene varios sitios de investigación, una mina de uranio, un reactor nuclear y más instalaciones de procesamiento de uranio, además de una planta de enriquecimiento. Eso desató preocupación en otros países que sospechó que el país desarrollaba armamento atómico.
En 2015 se firmó el Acuerdo Nuclear entre Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia, China y Estados Unidos con Irán, que comprometía a Teherán a abandonar el programa nuclear. El panorama que se avecina es incierto y preocupante, pues Trump tiene hasta enero de 2021 para dejar la Casa Blanca. ¿Dejarla cómo? Esa es la cuestión.