La democracia y los hombres fuertes
Entrevista con Bheki Gila, embajador de Suráfrica en Colombia y Venezuela.
Santiago Villa
Esta semana Barack Obama visitó Ghana, el primer país del África Subsahariana al que ha viajado desde que fue elegido presidente de Estados Unidos. Bheki Gila, embajador de Suráfrica en Colombia y Venezuela, habló para El Espectador sobre el significado de este viaje.
Según explicó, hay tres razones para que Obama haya escogido visitar Ghana: fue el primer país africano en lograr su independencia, en 1957; acaba de realizar un impecable proceso electoral en el que ganó por un estrecho margen sin que se presentaran problemas; y, por último, Africom, el principal comando militar estadounidense en África, desea tener su sede allí.
Sobre el interés de EE.UU. en este país africano, Gila asegura que recientemente hubo un importante hallazgo de crudo. “Entre Guinea Ecuatorial y Angola (en el golfo de Guinea), hay una de las reservas más grandes de hidrocarburos del mundo. Uno de sus intereses es protegerlas y evitar que se intensifiquen problemas como el terrorismo y el narcotráfico”, explicó.
Durante su visita, Obama pronunció un discurso ante el parlamento de Ghana, en el que dijo: “África no necesita hombres fuertes, sino instituciones fuertes”, refiriéndose a un proverbio que se ha repetido desde Nelson Mandela hasta Jacob Zuma como una advertencia.
Para el embajador surafricano esas palabras tienen un claro mensaje: “Los hombres fuertes son perjudiciales para el desarrollo de las instituciones democráticas porque eventualmente tienden a chocar contra éstas. La democracia es en realidad la existencia de instituciones dentro del mandato de la ley, no sólo lo que ocurre durante las elecciones”, aseguró.
“Muchas veces las sociedades permiten que se asiente un hombre fuerte en el poder sin saber que están gestando a un pequeño Frankenstein. Cuando los que no pertenecen al partido dominante sienten que están gozando de sus derechos ciudadanos, puede afirmarse que hay democracia. Cuando pueden lanzar la crítica más mordaz sin que nadie los visite a medianoche, y cuando no se manipula la Constitución en favor de una agenda política particular”, agregó el diplomático.
Sobre los retos más grandes en seguridad de África, el diplomático surafricano destacó que Somalia, Sudán y la República Democrática del Congo son los focos de violencia en este momento.
Esta semana Barack Obama visitó Ghana, el primer país del África Subsahariana al que ha viajado desde que fue elegido presidente de Estados Unidos. Bheki Gila, embajador de Suráfrica en Colombia y Venezuela, habló para El Espectador sobre el significado de este viaje.
Según explicó, hay tres razones para que Obama haya escogido visitar Ghana: fue el primer país africano en lograr su independencia, en 1957; acaba de realizar un impecable proceso electoral en el que ganó por un estrecho margen sin que se presentaran problemas; y, por último, Africom, el principal comando militar estadounidense en África, desea tener su sede allí.
Sobre el interés de EE.UU. en este país africano, Gila asegura que recientemente hubo un importante hallazgo de crudo. “Entre Guinea Ecuatorial y Angola (en el golfo de Guinea), hay una de las reservas más grandes de hidrocarburos del mundo. Uno de sus intereses es protegerlas y evitar que se intensifiquen problemas como el terrorismo y el narcotráfico”, explicó.
Durante su visita, Obama pronunció un discurso ante el parlamento de Ghana, en el que dijo: “África no necesita hombres fuertes, sino instituciones fuertes”, refiriéndose a un proverbio que se ha repetido desde Nelson Mandela hasta Jacob Zuma como una advertencia.
Para el embajador surafricano esas palabras tienen un claro mensaje: “Los hombres fuertes son perjudiciales para el desarrollo de las instituciones democráticas porque eventualmente tienden a chocar contra éstas. La democracia es en realidad la existencia de instituciones dentro del mandato de la ley, no sólo lo que ocurre durante las elecciones”, aseguró.
“Muchas veces las sociedades permiten que se asiente un hombre fuerte en el poder sin saber que están gestando a un pequeño Frankenstein. Cuando los que no pertenecen al partido dominante sienten que están gozando de sus derechos ciudadanos, puede afirmarse que hay democracia. Cuando pueden lanzar la crítica más mordaz sin que nadie los visite a medianoche, y cuando no se manipula la Constitución en favor de una agenda política particular”, agregó el diplomático.
Sobre los retos más grandes en seguridad de África, el diplomático surafricano destacó que Somalia, Sudán y la República Democrática del Congo son los focos de violencia en este momento.