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La élite china quiere hijos americanos

Una gran redada migratoria destapa la industria del turismo materna. Miles de chinas viajan a Los Ángeles para que sus bebés logren la nacionalidad.

Pablo Ximénez de Sandoval / El País
10 de marzo de 2015 - 07:20 p. m.
 Las madres chinas no tienen ninguna intención de vivir en EE UU o pagar impuestos allí; solo quieren la nacionalidad para su hijo. / AFP
Las madres chinas no tienen ninguna intención de vivir en EE UU o pagar impuestos allí; solo quieren la nacionalidad para su hijo. / AFP
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El 17 de febrero, en el aeropuerto internacional de Los Ángeles, una ciudadana china llamada Ying Chen y su marido, Fei Wang, trataban de convencer a un agente de aduanas de que llegaban a California de turismo a celebrar el Año Nuevo chino con los padres de él. Ella estaba embarazada. ¿Y si se pone de parto?, preguntó el agente. Se quedarían en casa del padre de él en Corona, una ciudad del área de Los Ángeles, dijeron. Habían declarado que llevaban 10.000 dólares encima. Cuando les registraron, los policías hallaron 30.000 dólares en efectivo. Al revisar su solicitud de visado de turista, se dieron cuenta de que ella no había dicho que estaba embarazada cuando la pidió. El agente les preguntó hasta tres veces cuál era el verdadero motivo de su viaje. La pareja confesó allí mismo que eran clientes de una empresa llamada Star Baby Care, que el único motivo de su viaje era parir en EE UU y que la casa de Corona no existía, sino que iban a un piso en Rowland Heights proporcionado por esa empresa.

Así lo relata el informe policial hecho público el martes, al tiempo que decenas de agentes de aduanas entraban en 20 casas y edificios de apartamentos en Rowland Heights y otras tres localidades de las afueras de Los Ángeles. Allí encontraron a embarazadas o mujeres con bebés recién nacidos. Era el resultado de tres investigaciones de la Policía de Fronteras contra empresas que se dedican al turismo de maternidad. Por entre 15.000 y 50.000 dólares, arreglan el visado a embarazadas chinas, las instruyen sobre la forma de comportarse en la aduana, las alojan entre tres y cuatro meses y las llevan a dar a luz a un hospital. El precio depende del lujo del servicio, y puede incluir extras como jornadas de compras o visitas a Disneyland durante la espera.

El resultado de la inversión es un hijo con pasaporte de Estados Unidos, ya que este país reconoce la nacionalidad automáticamente a cualquier niño nacido en su territorio. La página web de una de las empresas investigadas, You Win USA, ofertaba a sus clientes las siguientes ventajas: 'Los ciudadanos de EE UU tienen grandes oportunidades de becas'; '13 años de educación gratuita desde el colegio hasta el instituto'; 'menos contaminación'; 'pensiones: después de 10 años de pagar impuestos, disfrute de ingresos por jubilación de por vida entre 700 y 1.200 dólares al mes'. Mientras los norteamericanos compran manufacturas made in China, los chinos compran derechos sociales y oportunidades made in USA.

La investigación concluyó que los clientes de estas redes son familias de la clase media alta china. El pasaporte norteamericano supone la garantía de una salida si el niño no logra abrirse camino en el ultracompetitivo mundo empresarial chino. Pero además, cuando tenga 21 años puede pedir la residencia permanente en EE UU para el resto de su familia. La Enmienda 14 de la Constitución, que garantiza la nacionalidad a cualquier nacido en el país, es muy discutida por el ala dura antiinmigración. Las madres chinas no tienen ninguna intención de vivir en EE UU o pagar impuestos allí; solo quieren la nacionalidad para su hijo.

El negocio se mueve en una frontera legal difusa que hace muy difícil su persecución. No resulta fácil poner cifras al fenómeno. En su web, Star Baby Care presume de ser pionera en el negocio y de haber sido fundada en 1999. Desde entonces, ha prestado servicio a 8.000 embarazadas, 4.000 de ellas chinas, afirma, y es solo una más en un negocio al parecer muy competitivo.

Un reciente artículo de CNN citaba a medios chinos para afirmar que solo en 2012 unas 10.000 chinas habían dado a luz en EE UU, más del doble que las 4.200 del año anterior. El Center for Immigration Studies afirma que, de los más de 300.000 niños nacidos de extranjeros cada año en EE UU, 40.000 son de turistas que han venido con el único propósito de dar a luz y lograr la nacionalidad para su bebé.

Por Pablo Ximénez de Sandoval / El País

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