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Finlandia está decidida a pertenecer a la OTAN. Así lo hicieron saber este jueves el presidente de ese país, Sauli Niinisto, y la primera ministra, Sanna Marin. “Ser miembro de la OTAN reforzaría la seguridad de Finlandia. Como miembro de la OTAN, el país reforzaría también a la Alianza en su conjunto. Finlandia debe ser candidata a la adhesión sin demora”, consideraron en un comunicado común.
La invasión de Rusia a Ucrania, que se inició el pasado 24 de febrero, prendió las alarmas y movió a los países de la región a revisar sus cálculos de seguridad. Un poco todo lo contrario a lo que quería Moscú, cuya justificación para atacar Ucrania estuvo en buena parte sustentada en la cercanía de su país vecino con la alianza militar del Atlántico Norte (vista por el Kremlin como una amenaza para la seguridad rusa). Y no solo es Finlandia, sino que Suecia estaría a punto de dar el mismo paso.
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“La guerra de Putin contra Ucrania ha revitalizado a la OTAN de una manera que pocos podrían haber previsto antes de su inicio (...). La incorporación de ambos países solo fortalecerá aún más una alianza que ahora está en su octava década de respaldar con éxito la seguridad de Europa”, señaló Ivo Daalder, exembajador de EE. UU. ante la OTAN y presidente del Consejo de Asuntos Globales de Chicago, para el medio Politico.
La posibilidad de que la ofensiva rusa trascienda las fronteras de Ucrania no es descabellada: ya se habla del riesgo en el que podría estar Moldavia por las aspiraciones de Rusia de consolidarse no solo en el este, en el Donbás, sino en el sur de Ucrania, llegando hasta Moldavia (ubicada entre Rumania y Ucrania) por medio de la república separatista Transnistria.
De hecho, a las explosiones registradas a finales de abril en Transnistria se han sumado las advertencias del ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien instó al gobierno moldavo a mantenerse alejado de la OTAN y de la guerra. “Deberían preocuparse por su futuro”, manifestó. Su tono amenazante alimentó una hipótesis de Occidente: ¿está Rusia proyectando su guerra más allá de territorio ucraniano?
Finlandia, entonces, no puede arriesgar la oportunidad: los más de 1.300 kilómetros de frontera común con Rusia parecen ser motivo suficiente para romper una tradición política de no alineamiento militar.
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Finlandia, por cierto, fue una provincia rusa (1809-1917) y también resultó invadida por la Unión Soviética en 1939. Las razones, de acuerdo con analistas de ese país, para no unirse a la OTAN era que esto representaría una provocación innecesaria a Moscú y por eso siguieron políticas de no alineación para evitar rivalizar con la gran potencia regional.
“La ampliación de la OTAN y el acercamiento de la Alianza a nuestras fronteras no tornan el mundo ni nuestro continente más estables y seguros”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la prensa luego de que se conociera el comunicado del presidente y la primera ministra de Finlandia. Para él, la entrada de este país nórdico a la OTAN, “sin duda” sería una amenaza. Pero, en todo caso, ante el inminente riesgo, los cálculos de Helsinki y de la población en general han cambiado.
En la opinión pública finlandesa hay una inclinación a favor de una adhesión a la Alianza. En este momento, un 76 % de los 5,5 millones de finlandeses tienen una opinión positiva a unirse a la OTAN, según un sondeo publicado el lunes y citado por AFP. Antes de la guerra en Ucrania este porcentaje rondaba el 25 %. En el Parlamento, la mayoría de los 200 diputados está también a favor.
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“Otra guerra contra uno de los vecinos de Rusia no es inverosímil, es una posibilidad real para la que estos vecinos y sus aliados deben prepararse”, aseguró a la agencia de prensa Michael Shurkin, analista político y antiguo miembro de los servicios secretos estadounidenses, CIA. Tanto para Finlandia como para Suecia, ambos países miembros de la Unión Europea desde 1994, la disuasión nuclear que puede ofrecer la OTAN sería un beneficio que podrían obtener con su adhesión.
Suecia, por su parte, que también se ha mantenido al margen de las alianzas militares, pero que desde la anexión de Crimea en 2014 empezó a aumentar su inversión en defensa, anunciaría su adhesión a la Alianza en los próximos días, según la AFP, probablemente después de una reunión del partido socialdemócrata de la primera ministra, Magdalena Andersson, planeada para el domingo.
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