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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cesó este lunes a uno de sus ministros más próximos, Gustavo Bebianno, en un intento por contener la crisis generada en su Gobierno, después de que su partido se viera salpicado en un supuesto caso de financiación electoral irregular.
El mandatario anunció la salida del titular de la Secretaría General de la Presidencia, quien será sustituido por el general de la reserva Floriano Peixoto, el octavo militar con un cargo en el Gobierno del ultraderechista.
El cese de Bebianno se produce semanas después de que un reportaje del diario Folha de Sao Paulo revelara que el Partido Social Liberal (PSL), al que pertenece Bolsonaro y del que Bebianno fue presidente, habría defraudado al presentar algunas candidaturas "fantasma" para las elecciones de octubre pasado.
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Mientras el ministro destituido afirmaba que "no existía crisis" en el Gobierno tras las sospechas de financiación irregular en su partido, y aseguraba que había hablado "tres veces" con el presidente Bolsonaro mientras éste se recuperaba de su última cirugía en un hospital de Sao Paulo; Carlos Bolsonaro difundía una grabación en la que mostraba un tenso diálogo del secretario (a quien tildó de mentiroso) con su padre.
Durante las primeras semanas de Bolsonaro en el poder, Bebianno se mantuvo como hombre de confianza del mandatario y asumió en parte las relaciones con la base parlamentaria del PSL, pero
Pero, más allá de la salida fulminante de un ministro con menos de mes y medio de Gobierno, el asunto puede entrañar problemas en la base parlamentaria oficialista, en la que Bebianno mantiene influencia.
El senador Sérgio Olímpio Gomes, conocido como "Mayor Olimpio", importante dirigente del PSL y jefe de esa formación en la Cámara Alta, lamentó la situación, admitió que ha generado cierto malestar en la base oficialista y criticó en particular la participación en el asunto del hijo menor del presidente.
"No creo que haya problemas" en el Parlamento, pues el presidente "tiene derecho a nombrar o destituir a quien sea", pero "un hijo debe hacer el papel de hijo", declaró el mayor Olimpio, quien además abogó sin éxito por la permanencia de Bebianno en el Gobierno.
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Tampoco aprobó la actuación de Carlos Bolsonaro el vicepresidente Hamilton Mourao, general de la reserva que consideró que si el jefe de Estado "quisiera a su hijo" en el Gobierno le habría ofrecido un cargo.
Si bien el conato de crisis en el Gobierno parece haber sido zanjado con la destitución de Bebianno, existen dudas sobre el impacto que ese episodio pueda tener en una base parlamentaria que aún está en construcción.
El PSL tiene ahora el mayor grupo en la Cámara de Diputados, pero sólo cuenta con 55 de los 513 escaños, por lo que para darle trámite a los proyectos del Gobierno precisa alianzas con otros sectores de centro y derecha que en conjunto controlan el Legislativo, frente a una oposición de izquierdas con apenas 140 legisladores.
Esas alianzas están en proceso de discusión, por lo que existen dudas en torno al impacto que pueda tener la salida de Bebianno, que actuaba como interlocutor entre el Gobierno y los parlamentarios.
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Según fuentes políticas, esa función será asumida en su totalidad por el ministro de la Presidencia, Onyx Lorezoni, del partido Demócratas (DEM), al que pertenecen tanto el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, como el del senado, Davi Alcolumbre.
La cercanía de Lorenzoni con los jefes de ambas cámaras puede ser entonces un antídoto contra las posibles consecuencias de la salida de Bebianno, y ayudar al trámite de las principales reformas que el Gobierno presentará al Parlamento, referidas al combate al crimen y a un profundo endurecimiento del acceso a las jubilaciones.