Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Pekín lanzó el martes su advertencia más dura hasta ahora a los manifestantes de Hong Kong, que desafían desde hace dos meses al régimen, y les dijo que no subestimen el "inmenso poder" del gobierno central chino.
(Le recomendamos: Caos en Hong Kong: protestas y la primera huelga en cincuenta años)
"Debe quedar muy claro para el pequeño grupo de criminales violentos y sin escrúpulos: el que juega con fuego, muere quemado", afirmó en una rueda de prensa Yang Guang, el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao.
Un día después de una jornada de caos en la megalópolis del sur de China, con una huelga general y perturbaciones en los medios de transporte y que acabó con 148 detenidos, el poder de Pekín levantó el tono con la esperanza de convencer a los manifestantes prodemocracia de volver a sus casas.
"Nunca subestimen la firme determinación y el inmenso poder del gobierno central", lanzó Yang, que una vez más acusó a un puñado de militantes de ser los causantes de los disturbios. "Al final serán castigados", insistió.
(Ver más: China pide a Hong Kong castigar a los autores de la violencia en protestas)
Con mascarillas en el rostro y con una camiseta negra y un casco de obrero amarillo, indumentaria emblemática de las protestas, tres miembros del movimiento prodemocracia, que no cuenta con ningún líder por temor a represalias, dijeron dar esta rueda de prensa "por el pueblo, para el pueblo".
"Pedimos al gobierno que devuelva el poder al pueblo y responda a las peticiones de los ciudadanos de Hong Kong", dijeron leyendo declaraciones en inglés y en cantonés.
La advertencia de Pekín es las más contundente desde el inicio de la protesta a principios de junio contra el proyecto de ley de autorizar las extradiciones a China. Este proyecto fue retirado pero los manifestantes continúan reclamando su retirada definitiva, así como la dimisión de la dirigente del ejecutivo local, Carrie Lam.
(Le recomendamos: Carrie Lam, la mujer que desató la furia en Hong Kong)
Yang reafirmó el apoyo de Pekín a Lam y a la policía hongkonesa en la represión de las manifestaciones. El régimen chino, que no tolera las protestas en China continental, rechazó por ahora intervenir en Hong Kong.
Sin embargo, más de 12.000 agentes antidisturbios chinos han llegado a la vecina localidad de Shenzhen para participar en un simulacro de disolución de protestas con vistas a la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, anunció el cuerpo policial en la red social Weibo. Aunque su releación con las protestas en Hong Kong no ha sido anunciada por el gobierno.
(Ver más: La violencia marca un nuevo domingo de protestas en Hong Kong)
Este lunes, miles de personas se unieron a una histórica huelga general en Hong Kong para presionar al Gobierno para que responda a una serie de demandas que, en origen, consistían solo en la retirada de una controvertida propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas, habría permitido a Pekín acceder a "fugitivos" refugiados en la cuidad.
Las actuales demandas incluyen la retirada completa del texto, hasta ahora "suspendido", una investigación en profundidad sobre la brutalidad policial a la hora de reprimir las protestas o la puesta en práctica del sufragio universal.