La ciudad belga de Amberes retiró este martes una estatua vandalizada del ex rey Leopoldo II, controvertido personaje del pasado colonial de Bélgica, en plena ola de protestas antirracistas en el mundo. "La estatua fue severamente vandalizada la semana pasada y será restaurada por el Museo de Escultura al Aire Libre de Middelheim", dijo Johan Vermant, vocero del burgomaestre de la ciudad.
La decisión se produce tras la movilización el fin de semana de varios miles de personas en Bélgica en protestas contra el racismo y la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos. El portavoz avanzó a la AFP que la estatua ya no será reinstalada y permanecerá "probablemente" en la colección del Museo, por la renovación en 2023 de la plaza donde se ubicaba.
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Una vocera del museo confirmó que recibieron la escultura. "Está en nuestro depósito. Vamos a examinar en qué estado se encuentra y cuáles son los próximos pasos", explicó a la AFP.
Leopoldo II, descendiente de la dinastía alemana de Sajonia-Coburgo-Gotha, fue rey de los Belgas de 1865 y 1909 y es especialmente recordado por la colonización del Congo belga, que fue incluso su propiedad privada.
Además de las manifestaciones bajo el lema "Black Lives Matter" en Amberes, Bruselas o Lieja durante el fin de semana, el racismo y la violencia contra los negros es objeto de un petición reciente en Bélgica.
Un grupo bautizado "Reparemos la historia" exige la retirada del espacio público en Bruselas de todas las estatuas de Leopoldo II, acusando al antiguo monarca de haber "exterminado" millones de congoleños.
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El hecho no es el único que se ha presentado durante la oleada de protestas. De hecho en Reino Unido, ocurrió un evento similar, cuando en la ciudad de Bristolse derribó la estatua del comerciante de esclavos del siglo XVII Edward Colston, un controvertido monumento de bronce erigido en 1895 en el centro urbano, que los participantes derrocaron con cuerdas y llevaron rodando por las calles hasta arrojarlo al puerto.
El alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, anunció el martes la creación de una comisión para que los monumentos y calles de la ciudad reflejen mejor la diversidad de la población.
“La diversidad de nuestra capital es nuestra mayor fortaleza, pero nuestras estatuas, los nombres de nuestras calles y espacios públicos reflejan una época pasada (...) Esto ya no puede continuar”, dijo en un comuincado, subrayando que los manifestantes antirracistas habían “llevado con razón este tema a la atención pública”.