Las fosas comunes: sale a la luz el horror que dejó el Estado Islámico en Irak
Un equipo investigador de Naciones Unidas encontró 12 fosas comunes, mientras investigaba la masacre contra la minoría yazidí. No es el primer hallazgo de esta naturaleza. El grupo terrorista sembró el terror del 2014 al 2016.
- Redacción Internacional con información de AFP
Las atrocidades que cometió el Estado Islámico en Irak apenas empiezan a salir a la luz. Un equipo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que investiga la masacre de la minoría yazidí de Irak y otras atrocidades del grupo yihadista Estado Islámico (EI), encontró 12 fosas comunes y recoge declaraciones de testigos en el país, según un informe de Naciones Unidas consultado este lunes por la AFP.
El Consejo de Seguridad acordó en 2017 lanzar la investigación de la ONU para garantizar que el EI enfrente la justicia por los crímenes de guerra en Irak y Siria, una causa defendida por la ganadora del Premio Nobel de la Paz Nadia Murad y la abogada internacional de derechos humanos Amal Clooney.
En el informe enviado al Consejo de Seguridad, el jefe del equipo de la ONU, el abogado británico Karim Asad Ahmad Khan, dijo que los esfuerzos se centraron en tres investigaciones iniciales: la masacre de Yazidis en 2014, los delitos cometidos en Mosul de 2014 a 2016 y el asesinato en masa de reclutas militares iraquíes en el área de Tikrit en junio de 2014.
El equipo de la ONU comenzó a trabajar en octubre pasado con la primera fosa común que contenía víctimas del EI y que fue desenterrada en marzo y abril en la aldea natal de Murad, Kojo, en la región de Sinjar, en el noroeste de Irak.
Ahmad Khan dijo que "el avance había sido más lento de lo esperado" en la investigación y subrayó la necesidad de establecer "canales claros y efectivos" para utilizar la evidencia en los procedimientos iraquíes.
Ver más: ¿Ha sido derrotado realmente el Estado Islámico?
El gobierno iraquí se había resistido a los pedidos de investigación de la ONU a pesar de la evidencia de más de 200 fosas comunes en Irak que contenían víctimas del EI, que se expandió por todo el norte de Irak en 2014.
Murad está entre las miles de mujeres yazidíes que fueron tomadas como rehenes y retenidas como esclavas sexuales, mientras se estima que cientos de hombres y mujeres fueron ejecutados por los yihadistas.
A finales de 2018, cerca de 202 fosas comunes con restos de miles de cadáveres fueron halladas en el país.
”Aunque es difícil determinar el número total de personas que hay en estas fosas, el lugar más pequeño, en el oeste de Mosul, tenía los restos de ocho cuerpos, mientras que se cree que el más grande está en Jasfa, al sur de Mosul, que puede contener miles”, explicaron la misión de la ONU en Irak (UNAMI) y la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Ver más: El Estado Islámico ha sido derrotado en Siria, dijo Trump a comienzos de 2019
Entre junio de 2014 y diciembre de 2017, el Estado Islámico ocupó grandes áreas en Irak y llevó a cabo “una campaña de violencia generalizada y de violaciones sistemáticas de los derechos humanos, actos que pueden equivaler a crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad y un posible genocidio”, manifestó la ONU.
El líder del EI, Abu Bakr al Baghdadi, proclamó el “califato” a finales de junio de 2014 en la ciudad de Mosul, la considerada para los extremistas como la “capital” del grupo en Irak, que fue liberada por las fuerzas iraquíes, con el apoyo de la coalición internacional liderada por EE. UU., en julio de 2017, tras casi nueve meses de una cruenta ofensiva que dejó la urbe totalmente en ruinas.
Las atrocidades que cometió el Estado Islámico en Irak apenas empiezan a salir a la luz. Un equipo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que investiga la masacre de la minoría yazidí de Irak y otras atrocidades del grupo yihadista Estado Islámico (EI), encontró 12 fosas comunes y recoge declaraciones de testigos en el país, según un informe de Naciones Unidas consultado este lunes por la AFP.
El Consejo de Seguridad acordó en 2017 lanzar la investigación de la ONU para garantizar que el EI enfrente la justicia por los crímenes de guerra en Irak y Siria, una causa defendida por la ganadora del Premio Nobel de la Paz Nadia Murad y la abogada internacional de derechos humanos Amal Clooney.
En el informe enviado al Consejo de Seguridad, el jefe del equipo de la ONU, el abogado británico Karim Asad Ahmad Khan, dijo que los esfuerzos se centraron en tres investigaciones iniciales: la masacre de Yazidis en 2014, los delitos cometidos en Mosul de 2014 a 2016 y el asesinato en masa de reclutas militares iraquíes en el área de Tikrit en junio de 2014.
El equipo de la ONU comenzó a trabajar en octubre pasado con la primera fosa común que contenía víctimas del EI y que fue desenterrada en marzo y abril en la aldea natal de Murad, Kojo, en la región de Sinjar, en el noroeste de Irak.
Ahmad Khan dijo que "el avance había sido más lento de lo esperado" en la investigación y subrayó la necesidad de establecer "canales claros y efectivos" para utilizar la evidencia en los procedimientos iraquíes.
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El gobierno iraquí se había resistido a los pedidos de investigación de la ONU a pesar de la evidencia de más de 200 fosas comunes en Irak que contenían víctimas del EI, que se expandió por todo el norte de Irak en 2014.
Murad está entre las miles de mujeres yazidíes que fueron tomadas como rehenes y retenidas como esclavas sexuales, mientras se estima que cientos de hombres y mujeres fueron ejecutados por los yihadistas.
A finales de 2018, cerca de 202 fosas comunes con restos de miles de cadáveres fueron halladas en el país.
”Aunque es difícil determinar el número total de personas que hay en estas fosas, el lugar más pequeño, en el oeste de Mosul, tenía los restos de ocho cuerpos, mientras que se cree que el más grande está en Jasfa, al sur de Mosul, que puede contener miles”, explicaron la misión de la ONU en Irak (UNAMI) y la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
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Entre junio de 2014 y diciembre de 2017, el Estado Islámico ocupó grandes áreas en Irak y llevó a cabo “una campaña de violencia generalizada y de violaciones sistemáticas de los derechos humanos, actos que pueden equivaler a crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad y un posible genocidio”, manifestó la ONU.
El líder del EI, Abu Bakr al Baghdadi, proclamó el “califato” a finales de junio de 2014 en la ciudad de Mosul, la considerada para los extremistas como la “capital” del grupo en Irak, que fue liberada por las fuerzas iraquíes, con el apoyo de la coalición internacional liderada por EE. UU., en julio de 2017, tras casi nueve meses de una cruenta ofensiva que dejó la urbe totalmente en ruinas.