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La compañía palestina de telecomunicaciones, Paltel, anunció el lunes por la noche que “todos los servicios de telecomunicaciones de la Franja de Gaza” se interrumpieron a causa de “un corte de las principales redes de fibra del lado israelí”.
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Las telecomunicaciones ya se habían cortado dos veces en la Franja de Gaza, el 27 de octubre y el 16 de noviembre, debido a las operaciones terrestres del ejército israelí en el territorio palestino en el primer caso y a la falta de carburante para el funcionamiento de los generadores en el segundo.
Los ciudadanos en Gaza, de acuerdo con Human Rights Watch, han tenido que pasar por interrupciones en los servicios de telefonía móvil e internet debido a los constantes bombardeos. Además, estos también han impactos infraestructura esencial para proveer este tipo de servicios.
La caída del uso del internet en Gaza comenzó el 9 de octubre, asegura la organización. Para el 31 de octubre, RIPE NCC, el registro regional de internet, detectó que 15 de los 19 proveedores que operan en la zona se enfrentaban a un cierre completo en servicios móviles y de banda ancha. Los cuatro proveedores restantes experimentan niveles significativos de interrupción.
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El final de la tregua
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo sentirse “alarmado” por la reanudación de las hostilidades entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza tras la tregua, y volvió a pedir un alto el fuego humanitario y la liberación de todos los rehenes en el enclave palestino.
“[Guterres] hace un llamamiento a todas las partes a respetar sus obligaciones bajo la ley humanitaria internacional”, dijo en un comunicado su portavoz, Stéphane Dujarric.
En el escrito, el político portugués pidió en particular a las fuerzas de seguridad israelíes evitar actuaciones que puedan exacerbar la desesperada situación humanitaria en el enclave, donde ya han muerto casi 16.000 personas desde que Israel comenzó a bombardearlo tras los ataques de Hamás el pasado 7 de octubre.
“Los civiles -incluidos los trabajadores sanitarios, los periodistas y los empleados de la ONU- y la infraestructura civil deben protegerse en todo momento”, se puede leer en el escrito.
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Además, el secretario general mostró preocupación por el aumento de la violencia en Cisjordania ocupada, donde las fuerzas israelíes mataron este lunes a tres palestinos durante redadas militares en dos localidades.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la segunda intifada (2000-2005) y este 2023 ya han muerto 465 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y con colonos, pero también civiles, incluidos más de un centenar de menores.
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