Evacuación de residentes de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, 14 de febrero de 2024.
Foto: EFE - MOHAMMED SABER
“He escrito los nombres de mis hijos y de mi familia en sus muñecas y en sus piernas, para que nos puedan identificar si nos bombardean y destruyen el lugar donde estamos. ¿Alguno de ustedes se ha sentido así antes de que empiece la noche y ha tenido que permanecer despierto esperando a que algo semejante ocurra?”, fue el mensaje que envió, el 13 de febrero, una de las doctoras que trabajan con la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) en Rafah, la última ciudad en Gaza que era considerada un refugio seguro para los palestinos.
Por Hugo Santiago Caro
Periodista y productor radial javeriano. Ganador del Premio Nacional de Periodismo del CPB 2021 a mejor tesis de grado. Ha escrito para El Tiempo y Bacánika. @HugoCaroJhcaro@elespectador.com