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A medida que la crisis en Venezuela se profundiza, el tablero político parece ir reacomodándose en secreto para una nueva partida. Y Leocenis García Osorio aparece como una nueva ficha en la mesa. Mientras la oposición liderada por Juan Guaidó, Leopoldo López y el partido Voluntad Popular luce distanciada de los reflectores con solo efímeras apariciones, los grandes titulares llegaron desde Washington con este polémico hombre como su figura central.
La agencia de noticias Associated Press reveló la semana pasada, según una filtración de la Casa Blanca, que Washington había iniciado comunicaciones secretas con Diosdado Cabello, número dos del oficialismo, por medio de un intermediario que, según otras fuentes, se trataría de Leocenis García. Este periodista y político de 36 años ha negado reiteradamente ser algún tipo de mediador de Cabello, pues confiesa que ni siquiera lo conoce. También niega ser un mensajero de Nicolás Maduro. Lo que sí reconoce García es que ha mantenido contactos con Washington. Una relación que está abierta al ojo público, evidenciada en varias fotografías, y que sostiene desde que la Jefatura de Asuntos Políticos de EE. UU. en Venezuela permanecía en Caracas. Vea también: Los contactos a espaldas de Maduro
García, que se ha reunido con hombres como Carlos Vecchio, delegado de Guaidó en Washington, y Elliott Abrams, enviado especial de Donald Trump para asuntos de Venezuela, dice que sus comunicaciones con Washington son para solicitar apoyo para “mantener el trabajo por la democracia en los sectores populares que hace ProCiudadanos”, movimiento político que fundó en 2016 mientras se encontraba en prisión. Por mucho tiempo García ha sido un perseguido político por el oficialismo. Ha sido encarcelado en múltiples ocasiones, no solo durante el mando de Nicolás Maduro sino también en el de Hugo Chávez, debido, según manifiesta, a su voz opositora. Ha salido libre luego de someterse a prolongadas huelgas de hambre y también gracias a la intervención de agentes extranjeros como el Nuncio Apostólico en Venezuela, Aldo Girodano, o los expresidentes de Colombia, Ernesto Samper, y de España, José Luis Rodríguez Zapatero.
El gobierno venezolano estuvo mucho tiempo buscando el cierre de su grupo editorial 6to poder, fundado en 2008, desde donde García publicaba sus investigaciones sobre el gobierno chavista. En 2015, el oficialismo logró su cometido. García comenta que el gobierno lo señaló de recibir fondos del paramilitarismo colombiano para desestabilizar el gobierno venezolano y el programa Patria Seguro, algo que rechaza completamente, pero que cataloga como la justificación que encontró el chavismo para expropiarlo de su medio. Sin embargo, esto no es lo único que aparece dentro de los delitos por los que fue procesado. A García se le acusó, entre otras cosas, por porte ilícito de arma de fuego y extorsión.
A pesar de su imagen como perseguido político, fuentes confidenciales en EE. UU. aseguran que García es una persona con un pasado dudoso. Según un informe de febrero de El Confidencial de España, García Osorio recibió una suma de USD $2,5 millones desde la cuenta de la sociedad panameña IBCDB INC, controlada por Raúl Gorrín, magnate de los medios de comunicación que habría construido una fortuna haciéndole favores al chavismo, entre otras cosas, pagando sobornos y chantajes. García Osorio se defiende de la acusación argumentando que se trata de un engaño, pues Gorrín y Santiago Souto, gestor de fondos del banco suizo Compaigne Bancaire Helvétique, cometieron presuntamente un fraude creando una cuenta a su nombre para inculparlo de haber recibido sobornos del chavismo. Vea también: ¿Se acabó el tiempo del diálogo?
Tras el cierre de su medio, García, o ‘el negro’, como lo bautizaron sus seguidores, se dedicó a ser empresario y a la política. Hoy puede ser reconocido por los colombianos que cuentan con un servicio de televisión por cable. Los anuncios políticos de su partido ProCiudadanos, con él como figura, aparecen constantemente en canales privados como TNT, Warner y HBO. Anuncios dispendiosos. ¿Cómo los puede financiar? Según García, todos los fondos del partido ProCiudadanos provienen del sector bancario y del asegurador y son privados. No puede proporcionar los nombres de quiénes ayudan al movimiento porque según advierte, si en Venezuela saben quién lo está financiando pueden ir tras ellos, meterlos presos y juzgarlos.
Gracias a su presunta relación con los diálogos entre Washington y Caracas adquirió relevancia en los medios. Pero si esto es falso, ¿cómo se llegó a decir que él era el interlocutor de Diosdado? Según García, sus posiciones públicas y sus contactos con hombres en Washington habrían provocado esta ola de “rumores” que puede venir desde la oposición liderada por Voluntad Popular, partido que no le representa confianza.
“Eso fue algo que hizo correr el partido Voluntad Popular de Leopoldo López para intentar descalificarme en Washington y con la opinión pública en Venezuela”, recalca García. Aunque celebra el diálogo entre Caracas y Washington y afirma que es real, reitera que el Departamento de Estado de EE. UU. no lo ha usado como mediador. “Yo no me reuní con Cabello, quien sí lo hizo fue un representante de Leopoldo López”, declara el periodista, quien también considera que “es necesario que a Maduro y a los militares les den una vía de negociación para conducir a unas elecciones libres”, y que “puede quedar poco tiempo para que (Maduro) se vaya”. Quedan muchos interrogantes sobre los presuntos diálogos entre el mando de Caracas y Washington, sobre todo cómo surgió el nombre de García en medio de este asunto.
Por ahora, García se concentra en liderar una nueva oposición que pide unas elecciones libres con la participación de todas las esquinas del país. “El tiempo de Guaidó como líder de la oposición de Venezuela se agotó”, comenta. Para él, hubo un gran error de parte de los gobiernos del mundo, incluido el de Colombia al reconocer al joven presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, pues este solo fue una “víctima de la vieja clase política de Venezuela”. “Pienso que no podemos salir de unos dictadorzuelos de izquierda para meternos con otros de derecha”, concluyó.