Líbano: entre el golpe a Hezbolá y los temores de una invasión israelí por tierra
Durante el fin de semana, Israel dio varios duros golpes al grupo libanés y no se detendrá. En medio, una vez más, ha quedado la población civil. Le contamos lo más reciente en nuestro newsletter semanal.
María Alejandra Medina
Israel dio varios duros golpes a Hezbolá durante el fin de semana, al tiempo que el impacto de esta arremetida en la población civil indica que hay razones para temer que el sur de Líbano se convierta en “otra Gaza”, como señaló el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
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Israel dio varios duros golpes a Hezbolá durante el fin de semana, al tiempo que el impacto de esta arremetida en la población civil indica que hay razones para temer que el sur de Líbano se convierta en “otra Gaza”, como señaló el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
El viernes, durante un bombardeo en Beirut, las Fuerzas de Defensa de Israel mataron a Hasán Nasralá, máximo líder del movimiento libanés desde hace 30 años. En total, durante el fin de semana, al menos 20 altos mandos del grupo chií fueron “eliminados”, y ahora distintas fuentes, tanto dentro como fuera de Israel, señalan que se estaría preparando una incursión terrestre en Líbano.
Para los expertos, la muerte de Nasralá es, sin duda, un golpe durísimo para Hezbolá, tanto material como moral.
Según Teresa Aya, experta en Medio Oriente, la organización ha quedado “acéfala” y “sumida en el caos y el desorden para tomar decisiones”. Y se refiere no solo a la muerte del líder, sino a la convulsión que ya había derivado de ataques como el de las explosiones de bíperes y “walkie-talkies”, que afectaron la comunicación de la cúpula con las bases, en una estructura militar que es profundamente jerarquizada.
Aya anticipa una venganza y “acciones desorganizadas, con bombardeos aquí y allá” por parte de un grupo que queda lastimado en el corto plazo y con la urgencia de recomponerse. Para ella, queda por ver si el de Israel ha sido un golpe de muerte o combustible para una reorganización que regrese con fuerza en el mediano o largo plazo.
Por el momento, Hezbolá deberá concentrarse en nombrar a su nuevo líder. Durante el fin de semana, varios medios árabes reportaron que le clérigo radical Hashem Safi al Din era el elegido; sin embargo, horas después, el grupo desmintió la información.
De otro lado, los analistas ven a un triunfante Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. “Sin duda, el asesinato de Nasrallah es una notable victoria personal para Netanyahu, que ordenó el ataque para poder reivindicar la responsabilidad directa de la acción, y contribuye en gran medida a restablecer la confianza del público israelí en Netanyahu como garante de la seguridad de Israel”, escribió Ian Parmeter, del Centro de Estudios Árabes e Islámicos, de la Universidad Nacional de Australia, en The Conversation.
Para él, una eventual invasión terrestre, efectivamente, sería “la prueba de fuego”, teniendo en cuenta que Hezbolá es considerado el grupo no estatal más fuertemente armado del mundo, con entre 150.000 y 200.000 cohetes y misiles de diversos alcances, y entre 50.000 y 100.000 combatientes.
También, al igual que otras voces, señala que el curso de la guerra dependerá de la actitud de Irán, que por el momento no parece interesado en una guerra frontal con Israel.
Entretanto, Estados Unidos calificó la muerte del líder de Hezbolá como “una medida de justicia por sus numerosas víctimas, entre ellas miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses”, según el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Tras los rumores de una operación terrestre, la Casa Blanca ha manifestado su oposición a dicha posibilidad. “Estoy más al tanto de lo que ustedes creen y estoy de acuerdo en que se detengan. Deberíamos tener un alto el fuego ahora”, dijo Biden a periodistas este lunes.
En medio de esto, una vez más, es la población civil la que ha quedado en el medio. El primer ministro libanés, Najib Mikati, aseguró que cerca de un millón de personas se habría desplazado huyendo de los ataques. Se trataría del mayor desplazamiento de población en la historia del país.
Se calcula que más de 50.000 personas han huido hacia Siria y otras 200.000 están desplazadas dentro del país, según la ONU.
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😬 No es el fin del mundo
En medio de estas noticias desalentadoras, se espera que el próximo miércoles, 2 de octubre, aterrice en Beirut el avión enviado por el gobierno colombiano para repatriar a 114 connacionales que desean salir de Líbano. Hay, además, 20 en lista de espera.
Según la Embajada de Colombia en Líbano, de los 664 colombianos residentes en Líbano, 344 se encuentran en zonas de alto riesgo.
👀 En qué estamos
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