Libertad y reforma electoral: exigencias de la oposición nicaragüense para el diálogo

La reanudación de la negociación (suspendida desde hace más de seis meses) entre el gobierno de Daniel Ortega y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, de la oposición, pone sobre la mesa los puntos clave para para poner fin a la crisis sociopolítica que se vive en Nicaragua desde abril. ¿Cuáles son?

- EFE
26 de febrero de 2019 - 06:10 p. m.
Opositores protestan contra el gobierno de Daniel Ortega y piden su renuncia.  / AFP
Opositores protestan contra el gobierno de Daniel Ortega y piden su renuncia. / AFP

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La liberación de los detenidos por protestar contra el Gobierno de Daniel Ortega desde abril pasado, reformas electorales y justicia serán los temas que planteará la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia al Ejecutivo en la nueva mesa de negociaciones el próximo miércoles.

Esa coalición anunció este lunes que su agenda girará alrededor de tres ejes y el primero será la "liberación de los presos políticos y el restablecimiento de las libertades, derechos y garantías establecidos en la Constitución Política".

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El presidente Ortega convocó a retomar el próximo miércoles las negociaciones con el fin de superar la crisis sociopolítica que vive el país desde abril pasado, que ha dejado cientos de muertos y de detenidos y otros miles en el exilio.

Ortega no dio a conocer la agenda del Ejecutivo, solo que la mesa de diálogo se instalará ahora con menos actores y que esta vez no será televisada, como sí lo fue la primera sesión del anterior intento, porque "eso no es correcto en una negociación".

Previo a que se convocara a la reanudación del diálogo, Ortega recibió a una delegación de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que le planteó la "liberación de los presos políticos, la necesidad de contar con avances en el proceso político electoral y la importancia de considerar las recomendaciones del Sistema Interamericano, entre otros aspectos".

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Al respecto, el Gobierno de Nicaragua invocó que a su entender las personas detenidas han sido objeto del debido proceso, y anunció su intención de fortalecer el proceso político electoral de cara a las elecciones generales de 2021.

Para la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos (ANPDH), el Gobierno de Ortega debe cesar la represión, desarmar a los "paramilitares", y liberar a todos los "presos políticos" sin excepción como una muestra de buena fe ante el reinicio de las negociaciones, de lo contrario sería una mesa de retórica y no de acuerdos.

Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta de Nicaragua Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), reclamó elecciones "en libertad", tal como ocurrió el 25 de febrero de 1990, cuando el voto de los nicaragüenses convirtió a su madre en la primera mujer gobernante del país, lo que puso fin a una severa crisis local.

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"Hoy, hace 29 años, mi madre, Violeta (Barrios de) Chamorro, derrotó a Ortega en las únicas elecciones libres que hemos tenido. Hagamos justicia y democracia con elecciones adelantadas en libertad, y Nicaragua será república", sugirió Chamorro en su cuenta en la red social Twitter.

A juicio del exdiputado opositor Enrique Sáenz, Ortega negociará en el diálogo su impunidad y la de sus allegados, asegurar su fortuna y evitar las sanciones anunciadas en su contra y la de sus colaboradores.

Otros objetivos son permanecer en el poder hasta 2021 y mantener control sobre sus órganos de garantía: Ejército, Policía, aparato judicial, fiscalía de cuentas y Asamblea Nacional (parlamento), señaló Sáenz, expresidente del disidente Movimiento Renovador Sandinista (MRS).

El nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, quien será uno de los testigos de las negociaciones, ha pedido confiar en esas conversaciones, "porque no hay otra alternativa".

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El diálogo nacional para superar la crisis, que comenzó a mediados de mayo de 2018, fue suspendido de forma indefinida en julio pasado después de que grupos oficialistas atacaron a obispos de la Iglesia católica, quienes actuaban como mediadores.

Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos ONF locales elevan a 561 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado.

Por - EFE

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