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Aunque se han hecho avances, en el Día del Orgullo Gay no hay mucho para celebrar. En 71 países todavía se criminaliza a los miembros de la comunidad LGBTI, de acuerdo con un informe de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intergénero (ILGA) que resalta que tener una relación con una persona del mismo sexo puede llevar a condenas de cárcel, la lapidación o la ejecución.
La organización destaca que en los últimos años ha habido muchos avances, pues de 92 países que condenaban las relaciones de personas del mismo sexo, hoy ese número se redujo a 71. Y aunque en muchos países en donde las leyes hacia esta comunidad positivas, se presentan muchos ataques.
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Entre los países que tienen penas contra la comunidad están Brunéi, que en 2019 aprobó un código penal que establece pena de muerte por lapidación para adúlteros y hombres que tengan sexo con otros hombres.
En Irán, Arabia Saudita, Yemen, Sudán, Mauritania, y algunas regiones de Nigeria y Somalia también se contempla la pena capital para las relaciones homosexuales. En Siria e Irak los miembros del Estado Islámico llevaron a cabo una campaña contra los miembros de la comunidad LGBTI; hoy esa persecución se mantiene.
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En Arabia Saudita, según Amnistía Internacional, se aplica la ley islámica de la sharía. Según el documento “Homofobia de Estado” publicado por ILGA en 2017, aunque las relaciones sexuales entre hombres son consideradas un “delito menor” en el país, las relaciones extramaritales son castigadas con la pena máxima.
En Nigeria y Somalia hay zonas controladas por los grupos terroristas Boko Haram y Al Shabab que aplican la sharía; aquí son castigadas con pena de muerte; en el resto del territorio también la homosexualidad es vista como un delito, aunque es castigado con penas menores.
Yemen también tiene tipificada la homosexualidad como un delito desde 1994. Los hombres que estén casados y sean hallados culpables del “delito de homosexualidad” son castigados con pena de muerte por lapidación; en el caso de las mujeres, las penas son de 3 y 4 años de cárcel.
De acuerdo con Amnistía Internacional, las personas LGBTI de Irán se enfrentan a una discriminación imperante, viven con el temor constante al acoso, la detención y el procesamiento penal, y están expuestas a la violencia y la persecución por su orientación sexual e identidad de género o presunta orientación sexual e identidad de género. En virtud del Código Penal Islámico de Irán, la conducta homosexual consentida está criminalizada y se castiga con penas que van desde la flagelación hasta la muerte.
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El terrible asesinato de un hombre gay de 20 años en Irán ha arrojado nueva luz sobre la manera en que la criminalización de la conducta homosexual consentida y la que no ajusta a las convenciones de género perpetúa la violencia sistémica y la discriminación contra personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI). Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
Aunque Rusia despenalizó la homosexualidad en 1993, la intolerancia general hacia la comunidad LGBT perdura en el país, impulsada por las políticas gubernamentales.
Rusia aprobó en 2013 una ley que prohíbe la “propaganda” de las relaciones homosexuales, y que se ha utilizado como pretexto para prohibir los eventos del orgullo y la exhibición de banderas arcoíris.
Hungría adoptó la semana pasada una ley que proscribe la “promoción” de la homosexualidad entre menores, norma que sus detractores han comparado con la legislación rusa de “propaganda gay”.
El pasado año, Rusia agregó a su constitución que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer.
En América Latina, de acuerdo con Statista, si las relaciones sexuales consensuales entre personas adultas del mismo sexo son permitidas por ley en la mayoría de países, en nueve estados caribeños aún existe legislación que las considera como un delito.
“Este es el caso de Jamaica, Barbados, Guyana, San Vicente y las Granadinas, Dominica y San Cristóbal y Nieves, todos ellos con leyes vigentes que tipifican a las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo bajo los delitos de “sodomía” o “indecencia grave”, mientras que la legislación de Granada lo hace bajo la denominación de “acto contra natura”. Curiosamente, Antigua y Barbuda y Santa Lucía solo consideran ilegales a las relaciones homosexuales entre varones”, señala esta publicación en su página web.