Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
A doce días de que Donald Trump entregue la presidencia a Joe Biden, que tomará el cargo el próximo 20 de enero, la posición de Estados Unidos en el mundo está en sus niveles más bajos. Aunque el presidente republicano prometió cuando llegó a la Casa Blanca poner a “Estados Unidos primero”, lo cierto es que lo dejó en los últimos lugares.
La valoración de Estados Unidos como potencia mundial se vio muy dañada durante su mandato; sin embargo, los hechos del miércoles en el Capitolio y todo lo que antecedió este terrible desenlace son un golpe durísimo a la imagen y posición del país con sus aliados en el mundo.
Las críticas al país llegaron de todas partes, incluso en la propia casa. Las escenas en el Capitolio dejaron en shock a cientos de políticos y comentaristas en todo el país, que repitieron que no podían creer que ese episodio hubiera ocurrido en Estados Unidos, el faro de la libertad, el referente de la democracia.
Ver más: Donald Trump finalmente reconoce la derrota y promete transición pacífica
El expresidente estadounidense George W. Bush (2001-2009) aseguró, luego de que las impactantes imágenes de los manifestantes proTrump destrozando las instalaciones del Congreso y paseándose por las oficinas de los legisladores le dieran la vuelta al mundo que, la “conducta irresponsable de miembros de su Partido Republicano al ser catalizadores de la insurrección. Así es como se disputan los resultados de una elección en una república bananera, no en nuestra república democrática”.
La crítica no le gustó al secretario de Estado, Mike Pompeo, que salió en defensa de Trump. “Esa calumnia revela la errada comprensión sobre las repúblicas bananeras y de la democracia en Estados Unidos”, dijo.
Agregó en Twitter que “en una república bananera la violencia de la muchedumbre determina el ejercicio del poder. En Estados Unidos, los oficiales de la ley aplastaron esa violencia para que los representantes del pueblo ejercieran el poder de acuerdo a la ley y al gobierno constitucional”.
Ver más: Así fue como Donald Trump desató la tormenta en el Capitolio
Julio Londoño, excanciller y Decano de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario lo describió así: “Naturalmente que la autoridad moral de los Estados Unidos para exigir el respeto de la institucionalidad en muchos países queda gravemente afectada, a pesar de que Biden sea el presidente”.
Explica Londoño en una columna que, “llama la atención que Trump haya echado mano, mediante sus proclamas, de grupos radicales y extremistas para sacar adelante sus propósitos. Cuando precisamente los mismos Estados Unidos y muchos países, entre ellos varios europeos, afrontan serias dificultades con grupos similares, que constituyen una verdadera amenaza contra la institucionalidad existente”.
Otros analistas coinciden con el excanciller. En la prensa estadounidense expertos señalan que con lo ocurrido no solo se demuestra el deterioro del sistema en EE. UU., sino que con dificultad Washington podrá exigir elecciones presidenciales claras en otros países o criticar a mandatarios claros violadores de las normas y el derecho.
EE. UU ya no puede dar lecciones de democracia
Pero basta ver las reacciones de Rusia, China o Venezuela y otros países cuyos líderes han sido abiertamente criticados por la comunidad internacional, para entender el daño que sufrió la imagen del país durante la violenta toma del Capitolio.
“El festival de la democracia ha terminado”, proclamó el jueves una destacada figura del parlamento ruso, una de las muchas voces en Moscú que profetizan el declive de Estados Unidos y su democracia que “cojea con ambos pies”.
Ver más: ¿Qué es la Enmienda 25 con la que buscan sacar a Trump del poder?
Varios funcionarios rusos dijeron que Estados Unidos ha perdido toda legitimidad para dar lecciones de democracia a otros países tras el asalto al Capitolio.
China es un ejemplo. La portavoz del Ministerio de Exteriores Hua Chunying instó a “reflexionar por qué hay gente y medios en Estados Unidos que ofrecen una narrativa tan diferente cuando se trata de protestas en ese país o en Hong Kong”. El diario Global Times recordó que “los manifestantes de Hong Kong fueron descritos como “héroes” por Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Queda por ver si dirá lo mismo sobre la situación en el Capitolio”.
En Rusia las reacciones son también muy críticas. “La parte que perdió tiene razones más que suficientes para acusar a los ganadores de falsificaciones, es evidente que la democracia estadounidense cojea de ambos pies”, declaró en Facebook Konstantin Kosachev, presidente del comité de asuntos exteriores de la cámara alta del parlamento ruso.
La Cancillería venezolana expresó en un breve comunicado que “con este lamentable episodio, Estados Unidos padece lo mismo que han generado en otros países con sus políticas de agresión”. A juicio de la administración de Nicolás Maduro, lo que pasó en EE. UU. “no hace sino reflejar la profunda crisis por la que actualmente atraviesa el sistema político y social de Estados Unidos”.
Daño interno
“Como la teoría del fraude electoral es defendida por muchos republicanos y por los principales medios conservadores y solo pocos líderes republicanos la rechazan con claridad muchos estadounidenses conservadores y de derecha seguirán creyendo que las elecciones de 2020 no fueron legítimas”, resumió a EFE la polítóloga Rachel Tausenfreund, del German Marshall Fund.{
Ver más: Las renuncias en el círculo de Trump, tras violenta toma del Capitolio
“Tendrán menos confianza en la democracia y en el sistema de Gobierno y sentirán aversión hacia la administración de Joe Biden. Para Biden será difícil hacer que se recupere la confianza en el sistema democrático”, agregó sobre el próximo presidente.
Los líderes mundiales no salen de su asombro: desde Canadá, pasando por Reino Unido, Alemania y todos los rincones del planeta se declararon “gravemente preocupados y entristecidos por el ataque a la democracia en Estados Unidos”.
La conmoción fue el sentimiento mayoritario entre los mandatarios, como manifestó el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en su Twitter, donde calificó el suceso de “vergüenza democrática” y pidió el cese de este “ataque a las libertades”.
Ver más: Facebook y Twitter ya no pueden contener a Donald Trump
Desde el corazón de Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, añadió: “Creo en la fuerza de las instituciones y la democracia estadounidenses.
La valoración de Estados Unidos como potencia global comenzó a caer desde la llegada de Trump. En el estudio de influencia global que hace la empresa Gallup en 134 países, EE. UU. cayó a los últimos lugares.
Durante la administración de Barack Obama, de 2009 a 2017, Estados Unidos mantuvo el estatus del país más respetado del mundo, con excepción en 2011, cuando dejó el primer lugar a Alemania en las opiniones de los encuestados. Sin embargo, cuando Donald Trump asumió la presidencia, los índices de aprobación de Estados Unidos cayeron en picada: 18 puntos porcentuales, para un mínimo histórico de 30 por ciento.
Y no había ocurrido el ataque a las instituciones tras las elecciones presidenciales, tampoco los intentos por desconocer el resultado de Trump y menos el ataque furioso de sus seguidores al Capitolio.
Muchos confían en que todo esto sea un último estertor de la convulsa Presidencia de Donald Trump, que tras cuatro años en el poder no logró hacer a América grande de nuevo. La minimizó y con graves consecuencias.