Rescatistas llevan a un niño palestino a un hospital luego de un ataque israelí, en Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, ciudad que está recibiendo a gran cantidad de desplazados.
Foto: AFP - MAHMUD HAMS
Cada día se elige entre quién vive y quién muere.
En los tambaleantes hospitales de la Franja de Gaza, que están al borde del colapso sin electricidad ni suministros básicos, los médicos y las enfermeras dicen que ahora deben decidir qué pacientes reciben ventiladores, quiénes son reanimados o quiénes reciben algún tratamiento médico. Los trabajadores de la salud toman decisiones rápidas en medio de los gritos de niños pequeños que deben someterse a amputaciones o cirugías cerebrales sin anestesia ni agua limpia para lavar sus heridas.