Una mujer y un hombre se entrelazan las manos frente a una casona en la colina que domina la población de Izieu, en el este de Francia. Nunca se han visto antes, tal vez nunca vuelvan a verse. Ella se llama Blanca Nubia Monroy. Él se llama Alex Halaunbrenner.
Ella es la madre de Julián Oviedo Monroy. Él es el hijo de Ita-Rosa Halaunbrenner.
Blanca Nubia dice: “Cuando Julián tenía unos días de nacido le prometí que nunca lo iba a abandonar. Él ya no está, pero yo aún no lo he abandonado”.