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La filipina María Ressa, ganadora del Premio Nobel de la Paz por su defensa de la libertad de expresión, fue absuelta este miércoles junto a su medio digital Rappler de cargos de evasión fiscal, informó el Tribunal de Apelaciones Fiscales de Filipinas
Ressa, quien compartió el galardón con el ruso Dmitry Muratov en 2021, aún enfrenta otros tres casos penales, incluyendo una condena por difamación cibernética, actualmente en apelación, por la cual se expone a siete años de prisión.
“Hoy ganan los hechos. Gana la verdad”, declaró Ressa a periodistas frente a la Corte de Manila, capital de Filipinas.
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Su declaración se dio poco después de que el Tribunal fallara a su favor en un proceso en el que se le acusaba a ella y Rappler (su medio de comunicación) de evadir impuestos en 2015 en una venta de bonos a inversionistas extranjeros.
“Estos cargos tenían motivación política”, aseguró la reportera.
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La periodista, de 59 años, enfrenta una serie de cargos que defensores de la libertad de prensa atribuyen a sus duras críticas contra el expresidente Rodrigo Duterte y su guerra contra las drogas, que cobró miles de vidas.
El fallo significó “esperanza. Es lo que nos brinda”, declaró Ressa a la agencia AFP.
A través de un comunicado, Rappler dijo que el fallo judicial fue “una decisión adversa que tendría repercusiones de largo alcance tanto en la prensa como en los mercados de capital”.
¿Qué implica el fallo para el futuro?
Pese al fallo, el futuro de Rappler, fundado por Ressa hace una década, permanece incierto. Actualmente, enfrenta una orden de cierre por supuestamente violar una prohibición constitucional de propiedad extranjera de medios.
El medio digital ha sido acusado de permitir que extranjeros controlen su página web mediante la emisión de recibos de depositario por parte de su empresa pariente, Rappler Holdings.
La Constitución del país establece que solo filipinos o entidades controladas por filipinos pueden invertir en medios de comunicación en el país asiático.
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El caso se deriva de una inversión realizada en 2015 por la estadounidense Omidyar Network, creada por el fundador de eBay, Pierre Omidyar.
Esa red, posteriormente, transfirió su inversión en Rappler a los gerentes locales del sitio para evadir los intentos de Duterte por cerrarlo.
El actual presidente filipino, Ferdinand Marcos, dijo en septiembre que no va a interferir en los casos contra Ressa, citando la separación entre los poderes Ejecutivo y Judicial.
Poco después de la llegada de Marcos al poder el año pasado, Ressa perdió una apelación en una condena por calumnia cibernética.
Los problemas de Ressa y Rappler comenzaron en 2016, cuando Duterte llegó al poder y lanzó la guerra contra las drogas en la que murieron 6.200 personas en operativos policiales antinarcóticos, según datos oficiales.
Grupos de derechos humanos señalan que miles de personas han muerto por esa política.
Rappler y otros medios locales e internacionales cuestionaron la legalidad de la política. La red local ABS-CBN, también crítica de Duterte, perdió su licencia de transmisión, mientras Rappler enfrentó lo que defensores de la libertad de prensa califican como una cadena extenuante de cargos criminales, investigaciones y ataques cibernéticos.
El gobierno de Duterte dijo previamente que no tenía nada que ver con los casos que enfrenta Ressa.
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