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Un centenar de miembros de equipos de rescate tratan de rescatar en España a un niño de dos años que cayó al fondo de un pozo de prospección de agua mientras estaba con su familia en el campo, según informaron a Efe fuentes del Servicio de Emergencias.
El suceso ocurrió en la tarde del domingo 13 de enero en la localidad malagueña de Totalán (sur) y desde entonces los efectivos están trabajando para intentar acceder al fondo del pozo, un orificio de 110 metros de profundidad y 25 centímetros de ancho.
Los trabajos se centran en acceder con una cámara para visualizar dónde se encuentra el pequeño, que hasta ahora no ha sido localizado, y también intentan averiguar si hay agua en el fondo del agujero.
Los equipos de trabajo lograron sacar algo de tierra del pozo, aunque se han topado con una "zona dura", que complica las tareas.
Los equipos de rescate analizan "todas las alternativas posibles para acceder, localizar y rescatar" al pequeño, afirmó hoy la subdelegada del Gobierno en la provincia de Málaga, María Gámez, una tarea que es "técnicamente muy complicada".
No se trata solo de llegar hasta el fondo del pozo, sino de "conservar el hueco por el que se debe rescatar" al niño, por lo que no se desecha ninguna alternativa, explicó Gámez.
En las últimas horas, los efectivos han hallado una bolsa de golosinas y también han extraído un vaso del pozo, aunque por el momento no se ha obtenido ninguna imagen que constate la presencia del niño.
En la tarde de ayer, el padre del pequeño y los servicios de emergencia avisaron a la Guardia Civil de que el niño había caído por el agujero, un orificio de prospección para la búsqueda de agua, ubicado en una finca privada en la sierra de Málaga.
En el despliegue participan bomberos, Protección Civil y submarinistas y equipos especializados en rescate de la Guardia Civil, así como empresas privadas que están facilitando maquinaria para facilitar la búsqueda.