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A pocos días de que Estados Unidos complete el retiro total de sus tropas, anunciado para el 31 de agosto, el terror de los talibanes se vuelve a tomar Afganistán. De acuerdo con reportes oficiales, hoy controlan seis ciudades y se disputan otras cinco.
El portavoz principal del grupo insurgente, Zabihullah Mujahid, informó que sus combatientes han tomado algunos puestos de seguridad, después de vencer a las tropas o de su rendición, junto a imágenes de supuestos soldados capturados, ataques, o la presencia de sus combatientes en estos puestos.
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Junto a la destrucción por los ataques y bombardeos, el incremento de la violencia por parte de los talibanes ha provocado además el éxodo de familias que huyen hacia países vecinos, o hacia las ciudades afganas que son todavía relativamente seguras. El primer vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, hizo un llamado a los organismos humanitarios para atender a las familias que abandonan su casas cada día, y llegan a Kabul para vivir en las calles, dejando “escenas dolorosas” en la capital nacional.
“Hasta el momento hemos recibido solicitudes de 17.000 familias desplazadas -unas 120.000 personas- en Kabul, provenientes de las provincias del norte y noreste del país debido a los enfrentamientos y los continuos combates”, dijo hoy a Efe Reza Baher, portavoz del Ministerio de Refugiados y Repatriación.
Estas son hasta ahora cifras iniciales y el número pueden aumentar drásticamente en los próximos días, ya que una avalancha de familias está llegando desde el norte de Afganistán a la capital, para salvaguardar sus vidas de los enfrentamientos y bombardeos.
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La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), está “extremadamente preocupada” por la rápida escalada del conflicto en Afganistán en la última semana, que ha provocado miles de refugiados internos o que huyen hacía el vecino Irán, expresó en un comunicado.
”Muchos más civiles afganos pueden verse atrapados si no pueden escapar de esta situación sumamente volátil. Se estima que desde principios de año cerca de 400.000 afganos han sido desplazados dentro del país, unos 244.000 solo desde mayo”, aseguró.
El avance de los talibanes
En las últimas horas se han producido duros combates en al menos 13 de las 34 provincias afganas, durante los cuales 579 talibanes murieron y 61 resultaron heridos, según el Ministerio de Defensa. Este martes, los talibanes empiezan a acercarse a Mazar-i-Sharif, la mayor ciudad del norte de Afganistán donde han afianzado sus posiciones.
Sin embargo, la policía de la provincia de Balj, de la que Mazar-i-Sharif es capital, aseguró que los combates más cercanos están al menos a 30 km de distancia y acusó a los talibanes de querer “crear angustia en la población civil con su propaganda”.
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“El enemigo se mueve ahora hacia Mazar-i-Sharif, pero felizmente los cinturones de seguridad (en torno a la ciudad) son sólidos y el enemigo ha sido repelido”, afirmó Mirwais Stanikzai, portavoz del ministerio del Interior.
Ciudad histórica y centro comercial, Mazar-i-Sharif es el pilar sobre el que siempre se ha apoyado el gobierno para controlar el norte del país. Su caída supondría un duro revés.
Mohammad Atta Noor, exgobernador de la provincia de Balj, hombre fuerte desde hace tiempo de Mazar-i-Sharif y del norte, ha prometido resistir “hasta la última gota de sangre”.
“Prefiero morir con dignidad que morir de desesperación”, tuiteó.
El norte de Afganistán siempre ha sido considerado fuerte opositor a los talibanes. Fue ahí donde encontraron la resistencia más encarnizada durante su ascensión al poder en los años 1990.
Los talibanes gobernaron el país entre 1996 y 2001, imponiendo su versión ultrarrigorista de la ley islámica, antes de ser expulsados del poder por Estados Unidos al frente de una coalición internacional que invadió Afganistán.
La administración de Biden ha dejado claro en las últimas semanas que la línea no cambiará: Washington va mantener su “apoyo” al gobierno de Kabul, en lo que respecta a la formación militar, pero para el resto, son los afganos los que deben decidir su destino.
“Se trata de defender a su país. Es su combate”, dijo el lunes el portavoz del Pentágono John Kirby.
Con información de EFE y AFP