Niñas afganas desafían a los talibanes en escuelas secretas
A raíz de las severas restricciones impuestas por el nuevo régimen talibán en Afganistán, las mujeres no tienen permitido asistir a colegios ni salir de sus hogares sin la supervisión de un hombre. Por esa razón, se han creado escuelas clandestinas para aquellas niñas y adolescentes que desean terminar su bachillerato.
Cientos de miles de adolescentes y jóvenes mujeres afganas se vieron privadas de estudiar desde que los talibanes volvieron al poder hace un año. Pero su sed de aprender ha hecho que pese a los riesgos, muchas asistan a escuelas secretas.
Para los talibanes, como norma general, las mujeres no deben dejar su domicilio salvo absoluta necesidad. Se han visto excluidas de la mayoría de los empleos públicos y no pueden realizar largos trayectos sin la compañía de un familiar hombre.
También deben cubrirse enteramente en público, idealmente con el burka, un velo integral usado ampliamente en las regiones más aisladas y conservadoras del país. Pero la privación más brutal fue el cierre en marzo de los colegios de secundaria para mujeres en numerosas regiones, justo después de su reapertura anunciada desde hacía tiempo.
¿Qué sucede con la educación de las niñas en Afganistán?
Las niñas pueden seguir la escuela primaria y las jóvenes acudir a la universidad, aunque en clases segregadas por sexo. Pero sin diploma de estudios secundarios, las adolescentes no podrán pasar a la universidad. Por lo que muchos temen que las actuales promociones de mujeres en educación superior sean las últimas del país en un futuro cercano.
Según los eruditos religiosos, nada en el islam justifica prohibir la educación secundaria a las mujeres. Los talibanes han justificado la interrupción a una simple cuestión “técnica” y aseguran que las chicas volverán a clase una vez se establezca un programa educativo en base a las reglas islámicas. Pero un año después de su llegada al poder, aún no hay un calendario para que vuelvan a clases.
Cientos de miles de adolescentes y jóvenes mujeres afganas se vieron privadas de estudiar desde que los talibanes volvieron al poder hace un año. Pero su sed de aprender ha hecho que pese a los riesgos, muchas asistan a escuelas secretas.
Para los talibanes, como norma general, las mujeres no deben dejar su domicilio salvo absoluta necesidad. Se han visto excluidas de la mayoría de los empleos públicos y no pueden realizar largos trayectos sin la compañía de un familiar hombre.
También deben cubrirse enteramente en público, idealmente con el burka, un velo integral usado ampliamente en las regiones más aisladas y conservadoras del país. Pero la privación más brutal fue el cierre en marzo de los colegios de secundaria para mujeres en numerosas regiones, justo después de su reapertura anunciada desde hacía tiempo.
¿Qué sucede con la educación de las niñas en Afganistán?
Las niñas pueden seguir la escuela primaria y las jóvenes acudir a la universidad, aunque en clases segregadas por sexo. Pero sin diploma de estudios secundarios, las adolescentes no podrán pasar a la universidad. Por lo que muchos temen que las actuales promociones de mujeres en educación superior sean las últimas del país en un futuro cercano.
Según los eruditos religiosos, nada en el islam justifica prohibir la educación secundaria a las mujeres. Los talibanes han justificado la interrupción a una simple cuestión “técnica” y aseguran que las chicas volverán a clase una vez se establezca un programa educativo en base a las reglas islámicas. Pero un año después de su llegada al poder, aún no hay un calendario para que vuelvan a clases.