Una nueva ola de calor atormenta al hemisferio norte. En Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, las autoridades sanitarias han tenido que emitir alertas para recordarle a la población la necesidad de usar protección solar y de mantenerse hidratados. Algunos países, como Italia, se preparan para enfrentar las temperaturas más altas de su historia.
El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, advirtió que los “fenómenos meteorológicos extremos tienen importantes repercusiones en la salud humana, los ecosistemas, la economía, la agricultura, la energía y el abastecimiento de agua”.
Pero, ¿cuáles son exactamente los efectos de una ola de calor extrema en el cuerpo de los humanos?
En primer lugar, cuando el cuerpo se calienta, los vasos sanguíneos se abren. Ese proceso conduce a una presión arterial más baja. El corazón tiene que trabajar más para empujar la sangre por todo el cuerpo. Producto de esto, podríamos llegar a ver nuestros pies o tobillos hinchados por edemas o sarpullido con picazón.
Como recoge la BBC, la presión arterial baja también puede provocar agotamiento, mareo, náuseas, convulsiones, desmayo, calambres musculares, dolores de cabeza o sudoración intensa. Y con la sudoración, cabe resaltar, se pierden líquidos y sal que son cruciales para el cuerpo. En casos extremos, si la presión baja demasiado, una persona puede sufrir un ataque cardíaco. Cada cuerpo puede reaccionar de manera diferente.
Todas estas reacciones se presentan porque el cuerpo humano busca mantener una temperatura de 37°C, la más óptima para trabajar. Con las olas de calor, el cuerpo trabaja más para mantener su temperatura central y ahí es cuando se abren los vasos sanguíneos para sudar y perder calor. Por eso, los expertos recomiendan mantener una buena hidratación para que el cuerpo no se descompense en este proceso.
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Otro efecto puede ser la confusión. Las olas de calor hacen que sea más difícil concentrarse y hacer tareas difíciles. Si se siente muy confundido puede ser una señal de insolación y debería buscar atención inmediata. El calor también puede agravar los problemas respiratorios, ya que aumenta la contaminación del aire, y puede generar heridas en la piel desnuda cuando esta está expuesta al sol durante mucho tiempo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), al menos 700 personas mueren cada año a causa de las olas de calor extremo. La mayoría de muertes se da por ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares causados por los esfuerzos para mantener la temperatura del cuerpo estable. En Europa, casi 62.000 personas murieron en el último verano por la ola de calor de 2022.
Se habla mucho de cómo el calor extremo nos mata, nos tensa, pero también nos envejece, según Vidhya Venugopal, profesora de salud ambiental en la Universidad Sri Ramachandra en Chennai, India, quien observó los efectos del calor extremo en trabajadores de los hornos de ladrillo en su país. El cabello de estas personas lucía más blanco, su piel estaba encogida y muchos sufrían de cálculos renales, según le contó a The New York Times.
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¿Qué hacer durante una ola de calor?
Según las estadísticas, las muertes por calor extremo se presentan más en la primera etapa del verano y no cuando se da el pico con la temperatura más alta. Esto se puede presentar porque, a la mitad del verano, la población ya sabe cómo lidiar con lo que está viviendo y se prepara más. Estos son algunos de los consejos básicos de los expertos para que los tenga en cuenta:
- Hidrátese. Beba mucha agua, incluso si no tiene sed. Evite la cafeína y el alcohol, pues estas bebidas deshidratan.
- Use ropa adecuada y evite los colores oscuros.
- Vaya a un lugar con aire acondicionado (centros comerciales, por ejemplo), si no cuenta con este lujo en casa.
- Limite o reprograme sus actividades al aire libre.
- Use protector solar y manténgase a la sombra. Puede usar sombrero o gorra para proteger su cara.
- Busque sábanas más finas en sus tendidos para poder dormir bien.
- No deje a niños, niñas o mascotas en el automóvil solos.
- Y cuide de las personas de tercera edad, pues son los más afectados por estas emergencias.
Las personas más afectadas durante una ola de calor son las de edad más avanzada (después de los 45) y quienes padecen enfermedades cardíacas, presión arterial alta, enfermedades respiratorias y enfermedades en la piel, diabetes, sobrepeso u otras condiciones que les hacen más difícil encontrar un buen equilibrio térmico.
Si estas personas toman algún medicamento, deben continuar sus rutinas con normalidad, pero deberían preguntarles a sus médicos tratantes si las medicinas que reciben pueden ser riesgosos durante una ola de calor. Es el caso de algunos medicamentos para la epilepsia y el Parkinson, que pueden bloquear la sudoración.
Si ve a alguien sufriendo por agotamiento, muévalo a un sitio más fresco, rocíe su piel con agua e hidrátelo. Si la persona no se ha recuperado en media hora, busque ayuda médica.
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